Lo que se requiere no son bravuconadas, dice
Otra vez, Germán Martínez desnuda ante la opinión pública al autoritario que lleva dentro, lanzando cortinas de humo respecto de la decepcionante actuación de los mandatarios albiazules.
Ciertamente, al pensar en un estadista nadie está pensando en el señor Fox, en tanto que el actual, debiendo ser neutral en la campaña y asegurar las mejores condiciones para una contienda leal, siendo permisivo o no, suelta a los perros y propicia las lesivas campañas negativas, que poco tienen que ver con el necesario contraste de ideas o argumentos.
Lo que la gente necesita conocer no son bravuconadas, sino por qué, teniendo el gobierno los instrumentos legales necesarios, no se tienen mejores resultados en recuperar la seguridad pública perdida a partir de 2001, en que, por cierto, se les escapó El Chapo Guzmán, porque a quienes les creció el problema de la inseguridad pública y la narcoviolencia, ahora les han encargado combatirla, o por qué cada año de los nueve que lleva el PAN en el poder las cosas han ido de mal en peor en lo económico y en lo social. Ahí están las cuentas del súper y la desesperación pública por el desempleo, o la enorme devaluación del peso, o el altísimo costo de las gasolinas, como testimonio tangible de que simplemente no le entienden al asunto de construir para el país y sus ciudadanos.
Ante la crisis económica y la falta de expectativas, Germán Martínez pretende atribuir a otros lo que son evidentes faltas de capacidad y tamaño para gobernar, más aún para tener visión de Estado. ¿Sería mucho pedirle que, en efecto, ya no transgreda más la ley y espere a que se inicie la campaña, y por si acaso, que piense en el país a la hora de preparar sus sopas de letras o tacos de lengua? Seguramente sabrá que del plato a la boca, suele caerse la sopa.
Sandra Alicia Cervantes Martínez
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