lunes, 17 de mayo de 2010

((Editorial de EL UNIVERSAL ...Burocracia que engorda (se llama desgobierno Cleptocrata, total el sufrido pueblo paga o no??))

El gobernante Partido Acción Nacional aumentó en casi 20% la alta burocracia federal durante la última década, de acuerdo con un estudio del Senado. No es la única instancia que lo dice. La propia Secretaría de Hacienda ha admitido un incremento del gasto corriente en ese periodo. En tiempos tan difíciles para la economía del país podría parecer que lo grave es el aumento en sí mismo, pero lo más preocupante es que esa alza obedece a las ocurrencias, presiones e intereses de cada secretario, subsecretario y demás funcionarios, en vez de ser consecuencia de un plan administrativo organizado por una autoridad al interior del gobierno federal.
La Auditoría Superior de la Federación (ASF) analizó los ingresos de la administración de Vicente Fox y los dos primeros años de la presidencia de Felipe Calderón. En total, se recabaron un billón 281 mil 902.7 millones de pesos gracias a los excedentes obtenidos por los altos precios del petróleo, sobre todo durante la gestión de Fox. ¿Dónde terminó ese dinero? Básicamente, en la burocracia. Alrededor de 71.8% se destinó a incrementos presupuestales para el gasto corriente de dependencias federales y estatales. En 2001 el número de plazas de alto perfil era sólo de 554 mil 197 puestos. En 2010 la cifra llegó a 660 mil 848, es decir, 106 mil 651 más creadas entre las gestiones de Vicente Fox y del presidente Calderón.

Llegada la mitad del presente sexenio los ingresos disminuyeron drásticamente por la crisis económica, la cual hizo desplomar los tres ejes de la economía mexicana: petróleo, remesas y turismo. En reacción, el Presidente y su entonces secretario de Hacienda, Agustín Carstens, urgieron al Congreso a aprobar nuevos impuestos. Ofrecieron en desagravio un gran esfuerzo de austeridad que, hoy sabemos, no existió.

La Presidencia de la República redujo el número de funcionarios de mil 637 a mil 594, en tanto la Consejería Jurídica de la Presidencia disminuyó de 152 a 149 plazas. Sin embargo, Gobernación creó 2 mil 284 puestos más; Hacienda 6 mil 614; Defensa Nacional 3 mil 658; Educación Pública mil 817, entre otros. En tiempos de combate al crimen es natural que aumente el personal dedicado a ese rubro, pero ¿y los demás? ¿No hacen caso a la austeridad dictada por su jefe? Lo cierto es que nunca se crearon los mecanismos para garantizar que el gasto burocrático obedeciera a la eficiencia.

Para eso tendría que servir la Secretaría de la Función Pública, no sólo para vigilar la rendición de cuentas y la legalidad, sino también para racionalizar el gasto del gobierno federal con base en un catálogo de puestos y funciones que controle cuándo es necesario incrementar el personal. Sin estos filtros la administración pública termina dependiendo de lo laxo o inflexible que el secretario de Hacienda pueda ser ante las presiones de sus colegas.

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