martes, 6 de julio de 2010

Detrás de la Noticia | Ricardo Rocha Lecciones del domingo


1ª.- ¿Goliza priísta? Según se quiera ver. Por supuesto que desde la óptica tricolor, ganar ocho o tal vez nueve gubernaturas de doce posibles es un resultadazo, un nocaut efectivo, una goliza peor que la de Alemania a Argentina. Quién negaría la hazaña electoral de refrendarse en Quintana Roo, Tamaulipas, Veracruz, Chihuahua e Hidalgo; casi casi también en Durango; y recuperar de las garras panistas Tlaxcala y Aguascalientes y de las fauces perredistas Zacatecas. El público estalla en una cerrada ovación y hasta hace la ola en el estadio. Pero poco después ha de venir una chifliza gigantesca por otros resultados del mismo domingo. Cómo explicar que bastiones dinosáuricos como Puebla, Oaxaca y Sinaloa y en una de esas Durango les hayan sido arrebatados de las manos. Vaya, ni con la asesoría de Maradona podrían justificarse.
2ª.- Gobernadores expulsados. Eso han hecho las mayorías en varios estados de la República . Como en los casos del góber precioso en Puebla, del horroroso en Oaxaca y del ganancioso en Sinaloa. A Marín, Ulises y a Aguilar Padilla los electores les sacaron tarjeta roja porque no quisieron volver a verlos ni en pintura. Ni a ellos ni a sus herederos políticos.
3ª.- Los candidatos también juegan. Por supuesto que si se combinan gobernadores que han acumulado un montón de tarjetas amarillas con candidatos incondicionales pero deslavados o incómodos como el poblano López Zavala, el oaxaqueño Eviel y el sinaloense Vizcarra, la fórmula es desastrosa. En sentido contrario, hubo candidatos que supieron imponerse a todas las adversidades: como Mariano González en Tlaxcala, que ganó a pesar del góber panista local y la candidata amiga del Presidente; o de Miguel Alonso en Zacatecas, quien pudo triunfar no obstante las inquinas de su excorreligionaria, la góber jactanciosa Amalia García.
4ª.- El PRI hasta el silbatazo final. Los que auguraron que el 2010 sería el prólogo del arrasamiento en el 2012 se equivocaron. Hay que contar los votos obtenidos incluso donde se aseguró que iban a arrollar y ganaron apenitas.
5ª.- Las alianzas y el juego de conjunto. Oportunistas, aberrantes, vergonzosas y descastadas. Sí. Pero las alianzas PAN-PRD y anexas funcionaron. Ahora hay que ver cuánto duran y en qué términos.
6ª.- Las encuestas son como las vuvuzelas. Cada quien se compra la que puede y al principio produce un sonido muy simpático. Pero después se multiplican y es tanta la estridencia que terminan por deformar la observación del partido. Hasta que caen los goles de a de veras.

No hay comentarios: