domingo, 18 de marzo de 2012

Sobre El Padrino y un video de balaceras en Ciudad Victoria



FEDERICO ARREOLA

@FedericoArreola
sáb 17 mar 2012


Son 40 años de “El Padrino”, la gran película de la mafia… ¿Nos sirve a los mexicanos para entender las guerras actuales de nuestras mafias? No lo sé.

Pero, es un hecho, en la esencia todas las mafias se parecen. Por eso, he incluido en esta columna dos videos. Uno, al principio, el tráiler de “El Padrino”. El otro, al final, una balacera en Ciudad Victoria.

He leído en El Mundo, de España, un gran texto de Luis Martínez sobre los 40 años de la película “El Padrino”.

Dice el autor que, “cuando el 15 de marzo de 1972 se estrenó la película de Coppola, los hubo que vieron en ella el retrato perfecto de una forma de hacer política moribunda”.

Una película, así lo expresa el señor Martínez, fascista: “Ante la incompetencia del Estado (llamémosle liberal-democrático) sólo queda el sentido de la justicia de 'la familia' convertida en brazo ejecutor de un subestado corporativista. Mussolini, por no movernos de Italia, no lo hubiera expresado mejor”.

Pero una gran película, en la que, sigo citando al colaborador de El Mundo, “la lucha interna de Michael, el heredero, por evitar el destino sangriento de su saga no es más que la de la Historia entera de la Humanidad por vivir entre reglas más allá de, precisamente, las no-reglas de la sangre”.

Hay un único mensaje en el filme: “Cuando el Estado, producto de la razón, no funciona, sólo un Estado dentro del Estado con sus propias reglas más allá de la simple razón (la atracción de la sangre, dios o la familia, llámese a la mistificación de la voluntad de poder como se quiera) puede garantizar la razón. La sinrazón como garante último de la razón”.

Luis Martínez, después de tales expresiones, pide “perdón por el galimatías”. Pero evidentemente no hay otra forma de describir al fascismo basado en el fanatismo en torno a una idea, en este caso, la familia.

Más allá de los actores, extraordinarios todos, el héroe de la película es el director Francis Ford Coppola, que en 1972, antes del estreno “no era ni siquiera un director prometedor”.

Leo en El Mundo que “cuando Robert Evans, el jefe de producción de Paramount, pensó en él para dirigir una historia de gánsteres, en realidad lo que buscaba era un director maleable con suficiente sangre italiana en sus venas”

El propio Coppola “se tomó el encargo de ‘El Padrino’ como un mal necesario”. Por sus deudas, “aceptó la muy incómoda labor de convertir una novela ‘popular y obscena’ (según sus palabras) en una película lo suficientemente ‘popular y obscena’ para que tuviera éxito”.

Terco, Coppola se encaprichó con Marlon Brando que “estaba acabado, reventaba los rodajes y no se le entendía cuando hablaba con un extraño acento supuestamente de Sicilia”.

Y, por lo demás, “Al Pacino tampoco parecía convencer a nadie. Tímido, retraído y, sobre todo, tan bajito (le llamaban ‘El Enano’), ofrecía la contraimagen perfecta de lo que debía ser una estrella de Hollywood”.

Pese a todo, “El Padrino” se convirtió en la película más importante de la historia.

Pero… es una película con un gran pero: “la defensa de los valores tradicionales por encima de cualquier forma de progreso. La familia por delante de cualquier Estado”.

No es el mejor mensaje posible. Y se entiende: el arte, y en “El Padrino” hay arte, no tiene el objetivo de promover necesariamente los valores progresistas.

En otro texto de El Mundo, este de Lorenzo Silva, se habla del desprecio por el estado de derecho que en “El Padrino” se respira:

“Es uno de los momentos más inolvidables de la primera parte de 'El Padrino', un trozo de diálogo escrito hace más de 40 años y que sin embargo reluce como si acabara de pasar de la mente al papel. El capo Barzini, que negocia con sus pares, incluido Vito Corleone, un armisticio que todos (Barzini y Corleone los primeros) saben que no respetarán, les dice: «Look, we are all reasonable men here; we don’t have to give assurances as if we were lawyers». O lo que es lo mismo: «Miren, todos los que estamos aquí somos hombres razonables; no tenemos que dar garantías, como si fuéramos abogados». Parece un chiste. No lo es.

Y es que los hombres de palabra no dan garantías legales porque sabe que “llegado el momento sus asuntos se dirimirán de la forma más clara y definitiva, la que ahorra todas las negociaciones y les exime de perder el tiempo creyendo en la buena fe de nadie: por la fuerza, que es la que hace que prevalezcan unos y perezcan otros, al margen de la razón que le asista o le deje de asistir a cada cual. Eso que tratan de encubrir los abogados con sus contratos y sus leyes y sus costosas facturas, tan prescindibles y aun repugnantes para los hombres de honor”.

Termino esta columna con algunas famosas expresiones de “El Padrino”:

1.- “Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca”.

2.- “Voy a hacerle una oferta que no podrá rechazar”.

3.- “No es nada personal, es cuestión de negocios”.

4.- “Te diré algo que aprendí de mi padre: intenta pensar como piensan los que te rodean. Con esta base todo es posible”.

5.- “Si hay algo seguro en esta vida, si la historia nos ha enseñado algo, es que se puede matar a cualquiera”.

6.- “Un Hombre que no pasa el suficiente tiempo con su familia no merece ser llamado hombre”.

7.- “Nunca te pongas del lado de nadie que vaya contra la familia”.

8.- “Amistad y dinero... agua y aceite”.

9.- “Y no me digas que eres inocente, es un insulto a mi inteligencia, y eso no me divierte”.

10.- “¿Vienes a mi casa, el día de la boda de mi hija, a pedirme que mate por dinero?”.

11.- “No digas lo que pienses... cuando hables de negocios con extraños”.

12.- “Algunas personas pagarían mucho dinero por esa información, pero entonces su hija perdería un padre, en lugar de ganar un esposo”.

13.- “Si hubieras mantenido mi amistad, los que maltrataron a tu hija lo hubieran pagado con creces. Porque cuando uno de mis amigos se crea enemigos, yo los convierto en mis enemigos. Y a eso le temen”.

14.- “Toda mi vida he estado luchando por no ser una marioneta movida por los hilos de los poderosos”.

15.- “Barzini ha muerto, y Philip Tataglia, Starky, Cuneo, Moe Green... estoy ajustando las cuentas de la familia”.

16.- “—Te estás tomando esto demasiado personalmente, Sonny.

—¿Consideras como algo no personal el ataque contra mi padre?

I—ncluso el golpe contra tu padre fue un asunto de negocios, Sonny”.

17.- “¿Dónde está escrito que no se puede matar a un policía? Estamos hablando de un policía corrupto implicado en el tráfico de drogas. Es una historia terrible. Tenemos gente en nómina en los periódicos, ¿no es así Tom? Seguro que les gustaría una historia como esta”.

18.- “Algún día –y puede que ese día nunca llegue– te necesitaré para que me hagas un favor. Pero hasta ese momento, acepta mi amistad como regalo en el día de la boda de mi hija”.

19.- “Nunca odies a tus enemigos, no te permite juzgarles”.

20.- “El que venga a ti con una propuesta de acuerdo o de reunión, ese es el traidor”.

21.- “Nuestro verdadero enemigo aún no ha mostrado su verdadera cara”.

22.- - “—En esta habitación pasé mucho tiempo pensando en ti.

—Y te casaste con otra.

—Sí, pero pensaba en ti”.

23. “El hombre más rico es el que tiene los amigos más poderosos”.

24.- “¿Soy yo un gánster?”.

25.- “Nuestros hombres están bien pagados. Su lealtad se basa en esto”.

26.- “Te diré algo que aprendí de mi padre: Intenta pensar como piensan los que te rodean. Con esta base, todo es posible”.

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