TRASCENDIO

:Que la llegada de Javier Lozano a la “red de voceros” del Comité Ejecutivo Nacional del PAN tiene como objetivo convertir al ex secretario del Trabajo en el verdadero vocero de la campaña de Josefina Vázquez Mota, luego del fallido papel desempeñado en ese puesto por Juan Marcos Gutiérrez.

La principal queja sobre la labor de Gutiérrez es que, aparte de no haber construido un discurso de la candidata, cometió un error mayúsculo con los 10 misiles contra Enrique Peña Nieto y la desafortunada frase de “las trae muertas” al referirse a los feminicidios ocurridos en el Estado de México.

:Que, en realidad, el supuesto enojo de Guadalupe Acosta Naranjo por la falta de quórum para la discusión en lo particular de la Ley contra la Trata de Personas fue simulado, lo mismo que su amago de citar a sesión del pleno el próximo martes para dejar a los legisladores sin puente de primavera como castigo.

Resulta que el presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados también tenía prisa en concluir la sesión porque debía hacer maletas, ya que por la noche viajó a España a un evento de la Corte de Cádiz.

El regreso de Acosta Naranjo a México se tiene contemplado hasta el jueves. A ver si se vuelve a deshacer en disculpas a los mexicanos.

:Que al parecer muy mal cayó en la Facultad de Derecho de la UNAM la decisión del rector, José Narro, de postular solo mujeres (María Leoba Castañeda, Norka María López Zamarripa y Elssie Núñez) en la terna para reemplazar al actual director, Ruperto Patiño.

Puede ser una de las primeras ocasiones en la UNAM en que se diera una defensa de género, pero esta vez desde el lado de los hombres, que representan 70 por ciento de la población académica y docente de la emblemática facultad.

¿No había ni un hombre que mereciera competir?

:Que en el restaurante terraza del hotel Hilton se vio en amena charla durante casi dos horas al líder de la Federación de Sindicatos de Trabajadores al Servicio del Estado (FSTSE), Joel Ayala, y a la ex aspirante al Gobierno del Distrito Federal Alejandra Barrales.

El primero, un cercano operador de Beatriz Paredes, precandidata del PRI al gobierno capitalino; y la segunda como que no ha aceptado del todo que Miguel Ángel Mancera le ganara la carrera en la postulación de las izquierdas.

¿Qué pasa ahí?