jueves, 11 de mayo de 2017

Los huachicoleros de la política

@rasocasmié 10 may 2017 12:22
 
  
 
Armando Martínez Verdugo
Armando Martínez Verdugo
Foto propiedad de: Internet
En los últimos días se han dado hechos preocupantes para la sociedad y para quienes hacemos política de oposición al sistema. El crimen organizado muestra un rostro de alta peligrosidad, penetración y control de los espacios públicos. Se ha evidenciado la incapacidad gubernamental no solo para controlar estos hechos sino que se abre paso la opinión de que el crimen organizado tiene su cuna en las mismas esferas del gobierno. Quien ande en los menesteres opositores y se atreva a cuestionar las políticas públicas del régimen priista, ponga al descubierto sus conexiones con las bandas criminales, denuncie la entrega de los recursos naturales a las empresas transnacionales o ponga al descubierto la robadera de los funcionarios públicos empezando por Peña Nieto, está expuesto a sufrir atentados, desapariciones, amenazas o crímenes de Estado.
La burguesía está lista para impedir cualquier avance de la oposición política, así sea dentro de los marcos que impone el sistema. Por décadas, había hecho de la oposición una caricatura que deformó hasta el hartazgo. Pero esa izquierda modosita, inteligente y agachona, aportación de los chuchos, ha reventado como un globo lleno de helio. En su lugar, surgió otra fuerza que aún no acaba de formarse pero que, sin proponerse derrocar a la burguesía y crear una vida auténticamente humana, tiene el propósito de inyectarle un hálito de vida a un país hundido en el pantano, acabar con la corrupción, la impunidad, la violencia económica y política en contra de la mayoría de la población. Naturalmente que una política como la que propone Morena, significa sólo modernizar y reforzar el sistema político que ahora vivimos.   
No obstante esto, en varios de mis artículos he planteado la necesidad de intentar una correcta caracterización del período que estamos viviendo para no equivocar más nuestro trabajo político. Queremos explicarnos los cambios que está sufriendo el sistema capitalista, especialmente en el terreno de la lucha social, ver cómo se maneja con los mecanismos de poder y cuáles son los sujetos que se confrontan.  Como luchadores por el derrocamiento de la burguesía al través de un cambio civil, pacífico, nos interesa descubrir cuáles son las nuevas figuras de los conflictos sociales y ponderar los retos a los que ya nos estamos enfrentando.
El Dr Armando Martínez Verdugo, destacado estudioso de estos problemas, señala que para estar en condiciones de entender estos problemas, es necesario “analizar, a fondo, si existe crisis social, económica y/o política. Ver cómo se manifiesta, cuáles son las posiciones y los intereses de las clases sociales.  ¿Hay necesidad de una política de alianzas? ¿Quiénes son los actores del movimiento real de las masas? ¿Cuáles son las fuerzas reales de los  grupos políticos?  ¿Cómo se manifiesta el flujo y el reflujo de las luchas?  Y cuáles son las predicciones y las alternativas que tienen las fuerzas políticas de izquierda”.  (1) Tener una respuesta seria sobre cada una de estas interrogantes no es una cosa sencilla, pero hay que avanzar en el estudio de ellas.
Hoy la lucha por el poder está sumamente revuelta. La recomposición de las fuerzas políticas existe. Hay una pérdida total de los proyectos y de los ideales. Los sentimientos y las necesidades de las clases sociales se han vuelto un revoltijo que sólo desacredita el trabajo de la política. Los partidos en México se han vuelto una pesadilla para la economía. Con nuestros impuestos mantenemos a una pandilla de burócratas y buenos para nada. En la medida en que los partidos se alejan de sus bases y de sus proyectos programáticos e ideológicos, más se acercan a las deformaciones del poder, viven de las canonjías y de los intereses económicos. Los partidos se convierten en empresas y los  dirigentes en empresarios.
 Atender estos entuertos requiere de entendimientos y disposiciones para no ir al fracaso. Si los partidos políticos se organizan para tomar el poder, entonces, no resulta ocioso saber cuáles son los pertrechos políticos e ideológicos y cuáles los sujetos mediante los cuales accederán a él.   Sobre este asunto se ha estudiado poco y se ha escrito menos. El Dr Martínez Verdugo en su libro El poder, señala que éste es una “relación social de dominio, control y mando. Un instrumento que dispone y usa, con el arbitrio y las facultades propias y ajenas, todos los ordenamientos que tienen que ver con la producción y reproducción de la vida de la mayoría de los seres humanos” (2)
Si no queremos que ese poder criminal y ajeno a los intereses de los trabajadores y del pueblo, siga descomponiendo y destruyendo la vida social, cultural y comunal de nuestro país, tenemos que enfrentarlo con otro tipo de políticas. Se trata de construir un proyecto en el que los intereses y la suma de la creatividad acumulada de nuestro pueblo, trabajen para construir una sociedad auténticamente humana. Sin esto no habrá cambio alguno en el país.
(1-2) El poder, una aproximación teórica a su fundamento constituyente, del Dr Armando Martínez Verdugo. IEEM

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