"Vivos se los llevaron, vivos los queremos": Cuando no hay nada que celebrar
Madres de desaparecidos marcharon ayer en la Ciudad de México
Foto propiedad de: Internet
“Lo que jamás voy a entender es por qué las autoridades no encuentran a los desaparecidos, ellos no se esfuman… la tortura más grande es no saber qué pasó, en dónde quedó mi hijo”… estas palabras forman parte del testimonio de la madre de uno de los miles de desaparecidos en México, es entendible comprender que cuando un hijo está perdido se genera un inmenso martirio, pero que además tratándose de un niño, esto es en sí una desolación interminable.
Un contingente de más de 500 personas pertenecientes a colectivos de búsqueda de personas desaparecidas marchó ayer miércoles del monumento a la madre hacia el ángel de la independencia, en la ciudad de México.
La mayoría de los manifestantes son madres que buscan a sus hijos desaparecidos, un día en el que supuestamente tendrían que haber celebrado, pero… “no hay nada qué festejar", señalaron las asistentes.
En México no se sabe realmente cuántas personas desaparecidas hay, las cifras de personas desaparecidas son confusas, contradictorias y carecen de metodología, lo que a su vez provoca que no haya un diagnóstico que facilite la investigación de los casos, de acuerdo con un estudio elaborado por el observatorio nacional ciudadano.
Hay reportes que van desde mil hasta 26 mil personas no localizadas, pero no está claro cuáles casos corresponden a desapariciones intencionales, cuáles a desapariciones forzadas y cuántas a personas extraviadas por otras causas, concluye el informe referido.
La CNDH posee un registro propio denominado sistema de información nacional de personas extraviadas y fallecidas no identificadas que incluye una base de datos de personas desaparecidas que se integra a partir de expedientes de quejas ante este organismo, las cuales se contabilizan en 26 mil 25 personas desaparecidas en los 32 estados del país.
El llamado es a no dejar a estas madres solas, que no lo están, ya que se acompañan unas a otras porque les une el dolor y también la esperanza, pero necesitan la solidaridad y el apoyo de la sociedad civil. En tiempos difíciles como los que vivimos actualmente, no debemos cegarnos o enmudecernos ante injusticias como estas, al contrario, es conveniente solidarizarnos y participar en el reclamo constante para investigar y localizar a los desaparecidos.
Una de las cosas que más indigna a quienes buscan a sus familiares desaparecidos, es que ni siquiera existe una base de datos confiable.
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