miércoles, 16 de agosto de 2017

"¿Somos corruptos genuinos?": Plantea trilogía de Paco Ignacio Taibo II

YAZMÍN NAVARRO / SDPNOTICIAS.COMmar 15 ago 2017 16:17
 
  
 
Foto propiedad de: Raúl Ibáñez / SDPnoticias.com
"Patria" le llevó al creador 25 años de investigación y planeación.
México.- Veinticinco años de preparación de un libro que narra 15 años de enfrentamientos extranjeros, son pocos para lo que en realidad debió significar más de una década de defensa a la patria y una historia donde pesan más los movimientos de Independencia y Revolución.
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¿Qué pasó en esos 15 años y por qué se han empeñado en robar o mal contar la historia de México? Es el eje central de la trilogía “Patria”, escrita por Paco Ignacio Taibo II.
A espera de que el periodista nos cuente qué ocurrió tras la llegada de Maximiliano de Habsburgo al país y, confiando en que sus investigaciones dan voz a los que no tienen historia, el texto aborda los acontecimientos suscitados entre 1853 y 1867. Esto es, la batalla de Puebla, la caída de la Ciudad de México y la resistencia contra los franceses.
Por un lado, el lector encontrará las narraciones cronológicas, y por otro, una serie de anécdotas sueltas que funcionan como retratos de la época y biografías de personajes que conducen lo que pareciera una novela de ficción.   
Reconstruir la historia le llevó al creador 25 años de investigación y planeación, más otros tres de escritura continua que le dieran forma a los hechos, y dividirlo así en tres tomos.
En ellos aborda a los protagonistas de dos formas: aquellos que le cayeron bien, en segunda persona; hablándoles de tú con el objetivo de acercarlos a quien los está escudriñando, y aquellos que le cayeron mal, en tercera.
Villanos, traidores, héroes, cínicos, manipuladores. Personas reales, los que tenían más importancia de lo que nos fue revelado, los que poco hicieron y saltaron a la fama. Lo que se dejó pasar. Un espejo brutal del pasado que viene hacia el presente.
Se desmenuza a Ignacio Zaragoza, Benito Juárez, Maximiliano y Carlota, y quien empezaba a cobrar relevancia, Porfirio Díaz, mientras una voz habla al oído del lector, haciendo preguntas concretas como “¿somos corruptos genuinos?”
Bueno, en el gabinete de Juárez hubo 50 miembros y ni uno solo fue acusado de haberse robado un centavo; el saco de Guillermo Prieto, dos veces Ministro de Hacienda, no tenía botones el día que lo enterraron; y al presidente hubo que organizarle una colecta y comprarle zapatos para que pudiera bailar el día de su cumpleaños, porque llevaba las botas rotas. 
Sólo el lector es capaz de responder. 

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