lunes, 16 de octubre de 2017

Vergüenza, que Trudeau señale nuestra miseria salarial
J
ustin Trudeau, primer ministro de Canadá, en el discurso que dio en la tribuna del Senado de la República el viernes anterior, planteó incorporar en el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) no sólo los derechos del capital y del comercio que ya están ahí, sino también los humanos, sociales y ambientales. Cuestión importantísima para todas las instituciones regionales de la globalización, que desde luego sólo será resuelta con un gran movimiento de los trabajadores y de los pueblos del mundo. En especial se refirió a los derechos laborales y en específico a la necesidad de mejorar los salarios. En México esa es una bofetada que debemos agradecer.
Nos restriega el rostro de la miseria de la nación, cuya causa fundamental son los salarios de infrasubsistencia que aquí se pagan, que es causa también de la gran concentración del ingreso, de la contracción del mercado interno y en consecuencia, del insuficiente ritmo de la economía, pues está más que demostrado que el mercado externo, aunque ayuda, por sí mismo no ha sido ni será capaz de jalar al crecimiento económico que requiere el país. Vergüenza que Justin Trudeau haya tenido que venir a señalarnos nuestra miseria salarial. Vergüenza para el gobierno y para el Banco de México que han convertido a la contención salarial en pieza clave de la política monetaria. Vergüenza para las organizaciones sindicales, que no han sabido defender los intereses de los trabajadores mexicanos.
Felipe Zermeño López

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