Hay un tipo de disidencia magisterial de la que no dan cuenta los medios de comunicación, porque representa un tipo de resistencia que en México las autoridades parecen desconocer, tal vez porque no se puede encarcelar ni utilizar como pretexto para justificar ningún tipo de corrupción e ineptitud en el aparato de Gobierno.
Hablo de los docentes que acatamos la ley para construir un tipo de autoridad moral que nos permita levantar la voz y exigir transparencia en el proceso de evaluación, la contextualización de la misma –que ya está en la ley-, el pago justo que la ley promete a los docentes que cumplan con el mandato de la Reforma Educativa y, sobre todo, la revalorización social de nuestro trabajo.
Es un tipo de disidencia magisterial capaz de ostentar una cualidad de la que el propio Secretario de Educación carece: legitimidad.
Disculpe el lector que utilice mi caso como ejemplo, pero es el caso también de todos y cada uno de los profesores dispuestos a presentar –bajo protesta o sin ella-, la evaluación que exige la Reforma Educativa, cansados de ser exhibidos en los medios de comunicación, defraudados por los Gobernadores de sus Estados y discriminados por cuestionar políticas públicas que deben ajustarse a la realidad de nuestro país.
1.- A Aurelio Nuño lo nombró el Presidente.
Mi nombramiento como Supervisora Escolar, lo avala un examen que, según los estándares de la OCDE y la actual administración, certifican que soy una profesional idónea para trabajar en el sistema educativo nacional.
2.- A Aurelio Nuño lo avala su relación con el Ejecutivo
A mí me avala el lugar No. 13 en la lista de prelación para obtener el puesto de Supervisor Escolar
3.- A Aurelio Nuño lo certifica el SNTE
Los Maestros que presentamos la evaluación y la acreditamos, ganamos por derecho propio un lugar dentro del sistema educativo, apostando por nuestra propia formación docente antes que ir a rendirle pleitesía al sempiterno líder sindical.
Sin embargo, la asignación de puestos y claves, sigue dependiendo de las nuevas formas de relación y simulación entre la autoridad y el sindicato, por más que en el discurso oficial el actual Secretario de Educación presuma de que las condiciones de asignación de puestos han cambiado y que la SEP ha “recuperado la rectoría del Sistema Educativo”.
Es curioso que ahora la SEP parezca necesitar más que nunca el apoyo del SNTE. El discurso oficial afirma que “son aliados” para garantizar eso que llaman “paz social”, pero el asunto parece tener más tintes electorales que educativos.
Los docentes idóneos no necesitamos al SNTE, está en la ley. El PRI y el Secretario Nuño, parece que sí y bastante.
Y es que desde hace mucho tiempo, esta organización gremial dejó de defender los derechos de los trabajadores de la educación para convertirse en una maquinaria electoral a la que hay que ver como al Partido Verde, el PT o Nueva Alianza.
Los docentes idóneos, estamos enterados de que la Reforma Educativa reduce a una figura meramente decorativa el papel del SNTE en la mejora de la calidad de la educación en nuestro país, pero parece que a Aurelio Nuño no le han pasado el memo. Hay que avisarle ¿no? Es importante que esté enterado.
Luego entonces, si la evaluación es la marca de calidad y no hay mecanismos, más allá del discurso oficial para certificar –palabra clave- el trabajo del actual Secretario de Educación, entonces los docentes avalados por el examen, hemos ganado el derecho a ser escuchados por encima de los lideres sindicales y del mismo Secretario de Educación.
Y es que es verdad que “el maestro luchando, también está enseñando”, pero hay formas de lucha que pasan por el acato de la ley, que ayudan a revalorizar el trabajo de los docentes en México y por ende no pueden ser encarceladas ni exhibidas en los medios de comunicación, obligando así a las autoridades a cumplir con su trabajo y a hacer cumplir la ley. Resistir con inteligencia, le dicen.
Esa forma de disidencia es a la que Aurelio Nuño y todos aquellos que han hecho campaña en contra del magisterio, pactando por debajo de la mesa con líderes corruptos, considerando al gremio magisterial como ganado electoral, tienen que enfrentar ahora.
Y vaya que daremos batalla, porque la Reforma Educativa nos ampara…¿o no?
¿Usted qué opina, estimado lector?