jueves, 28 de febrero de 2019

COLUMNAS

Ay Guadalajara, Guadalajara…

jue 28 feb 2019 11:30
 
 
Así es como actúa el gobierno de AMLO.
Así es como actúa el gobierno de AMLO.
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  La buena noticia--entre otras-- de hoy, dada por la presidencia fue para Guadalajara. AMLO declaró en premisa que se ha decidido terminar el metro de la ciudad capital. Una gran inconveniencia que han sido estas obras desordenadas a suelo abierto que no se veía para cuándo se concretaban afectando a los ciudadanos con incesante contaminación, con constantes contratiempos para la fluida movilidad. Ahora con el gobierno democrático no sucederá así. Se asignarán los recursos para finalizar los proyectos, se trabajará hasta entregar. Expresó el presidente que la situación del metro fue un planteamiento que el gobernador de Jalisco le hizo y ¡miren tapatíos! de inmediato les están cumpliendo ¿no que no? ¿…qué AMLO esto, que AMLO lo otro…? Cuatro mil quinientos millones de pesos que se habrán de asignar para terminarlo, y no mil millones, como lo había informado el gobierno estatal, que seguramente habrán robado a manos llenas a costa de ésta obra.
Así es como actúa el gobierno de AMLO. Sin miramientos en cuanto se refiere a las pasadas traiciones, a las diferencias, al enfrentamiento, a la agresividad tipo gallito como la que mostró el gobernador Alfaro que como ya se conoce su amo es el PAN, pero juega muy bien a la simulación como siempre lo hacen los conservadores, renunciando a MC en cuanto tomó posesión del cargo, para declararse “independiente”. Pero como en el enfoque de apertura del gobierno democrático todos caben porque éste sí entiende que así es México, plural, también asume el gobierno federal la responsabilidad de decidir que para controlar y para erradicar la corrupción que aún existe en éste estado y otros, sólo hace falta un delegado como enlace observador, un ojo y brazo del gobierno federal, y no decenas de ellos altamente corruptos y altamente considerados en la nómina del erario como sucedía antes, sin función ni tarea que cumplir como no fuera la de profesionales en el tráfico de influencias.
Ni hablar. A alinearse el Jalisco panista, a acatar las nuevas formas democráticas las braguetas persignadas, a aceptar las estrategias del gobierno federal porque hace falta meterlos en cintura. Se les acabó la llave abierta de los recursos que mantenían sus lujos. Que si las mayorías a ras de suelo regadas por este bello territorio perla del occidente supieran cómo se gastaba el presupuesto que al pueblo del estado de Jalisco correspondía, que a la capital de Guadalajara se le había asignado, se espantarían con tal derroche. Y si su religiosidad-- o mochería---fuese real y no dogmática mojigatería ficticia, el jalisciense humilde y consciente—que no el mentalmente capado jalisquillo que es minoría – se arrepentirían de haber votado por el probadamente corrupto PAN disfrazado de MC para gobernar su estado, como lo hicieron en 2018.                

Carlos, empleado/empresario, y Andrés Manuel, empleado/presidente

@FedericoArreolajue 28 feb 2019 05:15
 
 
Carlos, como representante de los empresarios, entiende que forma parte —informalmente— del equipo del presidente de México y, por lo tanto, está convencido de que debe ayudar a AMLO, no jugar a ser oposición
Carlos, como representante de los empresarios, entiende que forma parte —informalmente— del equipo del presidente de México y, por lo tanto, está convencido de que debe ayudar a AMLO, no jugar a ser oposición
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Carlos Salazar Lomelín es empresario, sí, y de los realmente exitosos. Pero también es pueblo trabajador.
Viene de abajo, de la cultura del esfuerzo. Por cierto, el hombre que hizo popular tal expresión —“provengo de la cultura del esfuerzo, no del privilegio”—, Luis Donaldo Colosio, estudió con Carlos la carrera de economía hace muchos años en el Tecnológico de Monterrey.
El Tec era —lo es todavía— una universidad cara, pero ni Carlos ni Donaldo pertenecían a la categoría de los muchachos ricos que ahí estudiaban.
A Carlos lo conocí en una de las aulas: cuando se graduó yo iba a la mitad de la carrera y logró que lo aceptaran para ser profesor de una materia.
Un día me puse necio de más y desesperé al joven profesor Salazar, que reaccionó aventándome un borrador. Con muy mala puntería o más bien — es lo que quiero creer— sin la intención de hacerme daño.
En la siguiente clase Carlos se disculpó conmigo —y yo sigo sin disculparme con él: todos estos años he intentado hacerlo, pero cuando lo veo, lo que ocurre con cierta frecuencia, se me olvida—, el hecho es que la combinación de necedad y rabieta nos hizo amigos.
Carlos toda su vida trabajó en Femsa, donde hizo un equipo extraordinario con otro empresario que también, cuando se graduó, fue de mis maestros en el Tec, José Antonio El Diablo Fernández, de la familia propietaria de esa empresa, una de las más importantes de México.
De El Diablo no me hice amigo: seguramente me reprobó o me trató mal o algo pasó. Lo he visto varias veces para temas irrelevantes, y ya.
El Diablo Fernández no estudió economía, sino algo llamado "ingeniería industrial", que en lógica neoliberal viene a ser más o menos lo mismo.
Recuerdo a Carlos como empleado de abajo del Grupo Femsa. Siempre un tipo trabajador, diligente, inteligente, serio y responsable, como muchos de sus compañeros de generación, que en aquellos años, en aquella escuela tenían fama de “sabios”. Es decir, habían sido tan listos como estudiantes que lograron apantallar a sus profesores, y esa reputación llegó hasta nosotros. Me consta que había en ese grupo gente brillante. Además de Carlos y Donaldo, Enriqueta Medina —con quien trabajé muchos años después— y otro que nos impresionaba porque echaba muy buen rollo sobre doctrinas económicas que hoy sabemos son pura superchería fifí, Óscar Maldonado.
Carlos es empresario, y de los importantes, porque llegó al cargo más alto de Femsa, empresa que hizo crecer en equipo con El Diablo. Tendrá sus propios negocios o su dinerito invertido por ahí, pero a pesar de todo lo que hizo en la empresa, nunca dejó de ser un simple trabajador que rendía cuentas a sus patrones.
Ha llegado a la presidencia del Consejo Coordinador Empresarial con la única misión, autoimpuesta, no de ser un contrapeso al presidente de México, sino de ser un aliado de Andrés Manuel López Obrador en la construcción del país nuevo por el que votó la inmensa mayoría de la población.
Carlos, empleado/empresario de talento más que probado, sabe que es el empleado el que debe adaptarse al jefe y no al revés.
Debe ser my difícil trabajar con El Diablo, que es en más de un sentido un tipo genial, pero con una personalidad bastante alzadita a la que prefiero sacarle la vuelta.
Carlos debió haber modificado muchas de sus conductas o principios corporativos para colaborar eficazmente con un jefe tan complicado. El hecho es que tuvieron un notable éxito.
Carlos, como representante de los empresarios, entiende que forma parte —informalmente— del equipo del presidente de México y, por lo tanto, está convencido de que debe ayudar a AMLO, no jugar a ser oposición.
Si algunos proyectos de Andrés Manuel no los comprende el sector privado, Carlos los apoyará convencido de que el presidente manda simple y sencillamente porque así lo decidió el pueblo.
El propio presidente López Obrador, que también se asume como empleado, sabe que su obligación es adaptarse a lo que digan sus jefes, que son todos los mexicanos.
Cuando la gente rechace cualquier programa de Andrés, el programa se eliminará. Nadie con sentido común se pelea con sus jefes, no es un error que AMLO cometerá.
Carlos Salazar tampoco se equivocará: no peleará con el jefe de las instituciones nacionales que llegó a su cargo por la decisión de muchos millones de ciudadanos.
Los empresarios del CCE que quieran pleito con Andrés Manuel, tendrán que irse a los partidos o a echar desmadre en el Grupo Contrapeso de Basave, Corral, Belaunzarán, etcétera.
Conozco a Carlos y sé que no llegó al CCE para defender intereses empresariales particulares, sino para hacer equipo con el presidente de México.
Andrés ya debe haber entendido que Carlos, exitosísimo empleado/empresario, es distinto a los empresarios del Consejo de Negocios o inclusive a los de su Consejo Asesor Empresarial, que apoyan al gobierno en la medida en que el gobierno les apoye a ellos.
Carlos, jubilado ya, no tiene intereses personales que defender. Puede ser cursi lo que voy a decir, pero es la verdad: es un hombre que piensa en México. Sí, lo mismo que Andrés Manuel. Espero se entiendan.

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Autonomías y repartos políticos
Los únicos organismos públicos que gozan de autonomía son las universidades precisamente autónomas. Los demás que se denominan autónomos carecen de la facultad de emitir sus propias legislaciones y, más en general, “gobernarse a sí mismos”, como la Constitución les concede tajantemente a las instituciones de educación superior.
Hay en México organismos autónomos diseñados casi a imagen y semejanza del Instituto Nacional Electoral, cuyos titulares no sólo son técnicos, sino también integrantes de la llamada clase política aun cuando no estén formalmente afiliados a partido alguno.
El ente no gubernamental que organiza las elecciones fue una exigencia de las oposiciones durante muchos años. Luego de su creación, sin embargo, sus titulares buscaron incidir en la política del país, no sólo en cuanto a la manipulación electoral, sino también en criterios, paradigmas, formas de actuar y demás características del quehacer político: suponen con frecuencia que tienen funciones de maestros políticos.
Fue un error costoso que ese aparato electoral estuviera a cargo de personas que con frecuencia polemizan con los partidos “adversarios”, mientras que ellos mismos no realizan con rigor técnico algunas de sus atribuciones más importantes.
Por ejemplo, los resultados electorales se conocen en su totalidad tres días después de la elección. México tiene uno de los sistemas de resultados más lentos. Pero, por otro lado, sus integrantes pretenden ser intocables al sostener que cualquier medida administrativa legal es un atentado contra el ejercicio de su función. Así lo volvieron a decir cuando la Cámara redujo su abultado presupuesto. Sostienen que el INE puede doblegar por vías políticas o legales al poder constituido. Han recurrido al amparo para seguir gozando de sueldos demasiado elevados, los cuales ya están eliminados por vía constitucional y presupuestal.
Todos los organismos "autónomos" han presentado recursos en la Suprema Corte contra la aplicación de las normas constitucionales en materia de remuneraciones de servidores públicos. Y todos ellos han argumentado que su alto sueldo es garantía de probidad e imparcialidad. Esto incluye al presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, quien ha ejercido su atribución de presentar acción de inconstitucionalidad en materia justamente de derechos humanos, pero en este caso con motivo de la reducción de su sueldo. Esto nos recuerda aquello del conflicto de intereses y de la ética del servicio público.
Los gobernadores del Banco de México han recurrido a la Suprema Corte en procura de protección, pero no para defender el ejercicio de sus funciones sino sus sueldos. Es evidente que objetan una disposición constitucional, lo cual debería ser intransitable, pero lo peor es que, para ello, utilizan un recurso asignado al Banco como institución. No obstante, el ministro instructor de la Corte les concedió una suspensión, la cual no procede según la ley. Influencias políticas, nada más.
Los actuales integrantes de los “órganos autónomos” tuvieron que recurrir a un partido o un alto funcionario de gobierno para llegar a donde están, aún los que pasaron por un mecanismo de examen previo de conocimientos.
En otros países los integrantes de los órganos reguladores no discuten asuntos políticos, no postulan mediante sus cargos opiniones sobre su país y el mundo, sino que realizan funciones para las cuales, estrictamente, fueron designados. En México, sin embargo, esos organismos son diferentes porque el sistema político los ha llevado por otros caminos.
La creación de órganos “técnicos” declarados “autónomos” ha llegado a su agotamiento.
No obstante, se propone ahora que, en lugar del malogrado Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, se forme otro, pero igualmente “autónomo”, cuyos integrantes serían designados por el Senado. De nuevo se quiere el mismo reparto político.
Es preciso dejar de caminar sobre huellas de reformas pasadas y abrir la posibilidad de que, dentro de la administración pública, puedan existir órganos colegiados, sin personalidad jurídica propia pero con independencia en sus decisiones. Definidas sus funciones, el punto relevante sería diseñar el método de su designación.
En ocasión de la reforma educativa que se discute ahora en la Cámara de Diputados, se abre la oportunidad de intentar algo nuevo, sin repartos partidistas o burocráticos, en el diseño de organismos regulatorios y técnicos.
El autor del desafuero ataca de nuevo.
Excelente #cartón del maestro #Helioflores
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NACIONAL

Venezuela, la no intervención, los derechos humanos y la prudencia

mié 27 feb 2019 18:15
 
  
 
COLUMNAS

Jorge Ramos (@jorgeramosnews) y la basura

@NietzscheAristojue 28 feb 2019 17:21
 
 
Ramos ha dicho que decidió establecer el tono de la entrevista a Nicolás Maduro, con la primera pregunta: _ ¿Cómo quiere que le llame, presidente o dictador?
Ramos ha dicho que decidió establecer el tono de la entrevista a Nicolás Maduro, con la primera pregunta: _ ¿Cómo quiere que le llame, presidente o dictador?
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El tono de la entrevista

A raíz del escándalo protagonizado por Jorge Ramos en el Palacio de Miraflores, residencia del presidente de Venezuela -que se extiende aún y amenaza con ser explotado y exprimido hasta la náusea en entrevistas, notas, columnas y acaso algún libro sensacionalista-, en las redes sociales, sobre todo, queda la impresión de que su “drama” no ha convencido a muchos; que su periodismo ha descendido al nivel del desperdicio que tanta presencia mediática le está regalando ahora mismo: la basura.
Si bien en el pasado he valorado en dos ocasiones de manera positiva su trabajo en general, su estilo provocador, crudo y virulento, su acoso al entrevistado, nunca fue de mayor gracia para mí; no despertó mi simpatía, por lo contrario, mi rechazo. Porque no es la inteligencia y el valor lo que priman sino la ramplonería. El periodismo no tiene por qué ser escudo para el envalentonamiento de cabaret. El acoso no es sinónimo de buen periodismo.
Ramos ha dicho que decidió establecer el tono de la entrevista a Nicolás Maduro, con la primera pregunta:
_ ¿Cómo quiere que le llame, presidente o dictador?
Esto sería equivalente a que Ramos o cualquier otro periodista rabioso fuera invitado a distintas casas presidenciales y estableciera el tono con la primera pregunta a:
AMLO, ¿cómo quiere que le llame, presidente o mesías y peligro para México?
Trump, ¿…, presidente o payaso racista?
Iván Duque, ¿…, presidente o narco-títere de Trump?
Bolsonaro, ¿…, presidente u homofóbico violador?
Kim Jong-un, ¿…, presidente o dictador asesino destazador de su tío con sus perros?
Independientemente de que las premisas de las preguntas del “tono” fueran correctas, dudo que Ramos llegara hasta el final con el coreano sin haber sido desgarrado a dentelladas por sus canes amaestrados. Lo que ha hecho con Nicolás Maduro ha sido un “pasarse de la raya”; por decirlo amablemente. Y no por estilo ni por pendejo. Su acto fue más allá del estilo o la torpeza. Fue más que periodístico.
Ha sido por convicción militante en favor de la causa de Juan Guaidó, el autoproclamado presidente de Venezuela. Y se especula que acaso haya sido parte del plan fallido de derrocamiento de Maduro el pasado fin de semana que incluyó el “concierto” “Venezuela Aid Live”, el incendio autogenerado de los camiones con “ayuda humanitaria”, el pase de algunos desertores del ejército venezolano, el encuentro del Grupo de Lima, el “ultimátum” de Mike Pence a México, Uruguay y los países del Caricom, y las incendiarios llamados del senador Marco Rubio (Rusia ya da por hecho de que se trató de un plan concertado). Por cierto, cuestionado por el periodista Max Blumenthal, Ramos, de vuelta en Miami, afirmó que tanto Rubio como Pence apoyaron lo que él hacía en Venezuela; lo que significa asumir el llamado al asesinato de Maduro por parte del senador gringo-cubano.
Yo no he sido en realidad pro Chávez ni pro Maduro. No defiendo al régimen venezolano, pero es tan abrumador el acoso a Venezuela, que no dudo un segundo en rechazar el ímpetu intervencionista contra ese país. Estoy en total acuerdo con la política exterior de México de frente a este conflicto conforme al Mecanismo de Montevideo: No intervención militar, autodeterminación y diálogo. De hecho, México está siendo proactivo al grado de convertirse en un factor importante en contra del intervencionismo estadounidense y el golpe de Estado; un factor que acaso lo ha contenido.
Y no se puede explicar el evento de Ramos en Venezuela como el acto de un “periodista independiente” como él se autoproclama, sino como el de un militante del intervencionismo por su tono de agresividad, provocación y acoso justo cuando se había llegado a un punto álgido del conflicto. Al fallar el plan de derrocamiento el fin de semana pasado, acaso haya asimismo fallado el plan de cubrir periodísticamente el “triunfo” de los intervencionistas, de Guaidó y los golpistas; la entrada victoriosa a Miraflores. Y a cambio hubo que planear una entrevista de tal agresividad y provocación en la propia casa del presidente. Porque recientemente Maduro ha concedido muchas entrevistas, muy duras muchas de ellas, pero no acosadoras ni virulentas. Y las ha respondido bastante bien; coherentemente, con un buen discurso. De hecho, mejor de lo que ha hecho a su vez Guaidó. Pero con Ramos no contuvo la indignación, se levantó y detuvo la entrevista; lo que me parece natural, en tanto que otros lo analizan como una debilidad (Ramos presume que Maduro “se rompió” cuando le presentó el video de la basura). El enviado de Univisión aún osó espetarle “eso es lo que hace un dictador, no un demócrata” (sabe con quién se mete o es muy pendejo). En consecuencia, lo retuvieron un par de horas y le confiscaron el material de la entrevista. Y aunque Ramos muy probablemente viajó como ciudadano estadounidense trabajando para una empresa de su país, recibió el apoyo del personal diplomático mexicano, lo cual tuvo que haber hecho su nación de procedencia, Estados Unidos. Pero en fin, al menos no se le dio material a los que instigan contra el gobierno de López Obrador; incluyendo al propio Ramos, que ha acorralado al presidente mexicano con el asunto venezolano.

El acto de la basura

El acto de la basura en que algunas personas aparecen comiendo de un transporte de desechos (que habría “roto” a Maduro, según insiste en presumir Ramos), ha sido descalificado por varias razones. Muchos lo ven, por distintos elementos analizados del video tomado por el periodista con su celular, como un montaje de Ramos y Univisión. Pero aunque no haya sido un burdo montaje sino una realidad, la mayoría concuerda en que ese acto no demuestra nada, pues en todas partes, en Colombia, México, Perú, Brasil, Haití, en todo el mundo, en Estados Unidos mismo, se ve a gente sacando comida de la basura para comer; desgraciadamente. Y nadie dice nada ni se escandaliza y mucho menos promueve “ayuda humanitaria”; no Ramos ni Univisión. Qué hipocresía, qué conveniencia política e ideológica.
Yo que viví varios años en Nueva York, puedo afirmar que la mayor parte del producto que realiza Univisión y Telemundo, las “cadenas hispanas”, es poco menos que basura. Alimentan la ignorancia y la trivialidad de la población latinoamericana que llaman hispana o latina. Jorge Ramos es parte de ese mundo parasitario y frívolo que ahora se transforma en golpista. De esa basura mediática, esa chatarra sensacionalista que no es sino maniqueísmo, manipulación periodística y entretenimiento de la peor especie. Ahora mismo, Ramos se convierte una vez más en la vedette de moda de la temporada (ya lo fue con Trump, aunque a este no lo agredió verbalmente, no  le dijo “payaso racista”; con una señal, su personal de seguridad lo echó a patadas).
En su papel de vedette, Ramos es el personaje que suplanta la noticia, la información. Como cuando el director de orquesta reemplaza a la música y se convierte en bailarina del podio importándole muy poco el compositor y la obra que dirige. Se convierte así, el director de orquesta o el periodista, en farsante. En basura frente a lo sustancial.

P.d. En nombre de la libertad de expresión acaso se tenga derecho a cualquier estilo, pero el estilista tiene que ser consecuente y asimilar la respuesta. Perogrullada: la violencia atrae casi siempre mayor violencia; trátese de un país democrático o no.
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Venezuela: ¡Es el petróleo, estúpido!
¿P
or qué Estados Unidos (EU) no está en guerra con Venezuela si tienen todo ese petróleo y están justo en nuestra puerta trasera? Donald Trump hizo las preguntas en julio de 2017, en sesión de trabajo con funcionarios de seguridad nacional. Los medios no les dieron difusión, pero Andrew McCabe, ex director -entonces en funciones– de la FBI, con una relación profesional y personal difícil y tensa con Trump, las dio a conocer en su libro The Threat (St. Martin 2019), escrito bajo el lema: entre un mundo en caos y otro en orden, está la vigencia del Estado de Derecho. Poco después McCabe, entrevistado por Lawrence O’Donnell de MSNBC amplió el dato: Las palabras del presidente iban con el argumento de un: no entiendo por qué no estamos centrándonos en Venezuela y ¿por qué no estamos en guerra con Venezuela?
Esa ha sido obsesión de Trump desde antes de su arribo a la Casa Blanca, armado de su negacionismo climático al gusto de ExxonMobil, Shell, Chevron-Texaco, BP y Conoco Phillips. En julio de 2018, reforzando a McCabe, Jeremy Diamond de la CNN reveló que según un testigo, Trump había consultado la posibilidad de invadir Venezuela en una reunión de 2017 con expertos en política exterior sobre las sanciones diplomáticas contra la República Bolivariana de Venezuela (RBV).
En 2018/19, John Bolton entrevistado por Trish Regal de Fox Business, en la misma línea y tono de su jefe, habló de lo mucho que está en juego en la crisis política venezolana y mencionó al petróleo venezolano y los beneficios que podría derivar EU. Ese petróleo significará una gran diferencia económica para EU, si lográramos que las compañías petroleras de EU inviertan y gestionen las capacidades del petróleo en Venezuela. (Textual: “ It will make a big difference to the US economically if we could have American oil companies invest in and produce the oil capabilities in Venezuela”). Enseguida EU pidió a sus lacayos, Grupo de Lima (GL), Canadá y Unión Europea, estrechar el cerco a PDVSA, la petrolera venezolana.
Recibe rechazo general la arrogancia y la pose de matón de barrio de Mike Pence hacia México exigiendo, desde el GL, que haga a un lado su política exterior de diálogo, no intervención, resolución pacífica de conflictos y que reconozca a Guaidó, un autoproclamado presidente interino. Ante la ruptura de relaciones de Venezuela con Colombia y Duque teniendo a Guaidó en territorio colombiano, dice la ironía popular desde las redes: ¿no será que Duque teme que Guaidó se autoproclame presidente interino de Colombia?
Trump, Pence, Pompeo, Abrams y Bolton bajo el lema de a PDVSA como al Pemex neoliberal, van por la desintegración de la petrolera venezolana y por la explotación de la magna reserva de petróleo y gas natural.
¿Qué otra cosa sino un vil despojo es el plan, luego del golpe para que sean las petroleras de EU las que, en palabras de Bolton inviertan y gestionen las capacidades del petróleo en Venezuela? Se trata no sólo de la codicia de magnates por lanzar recursos naturales y activos de la RBV al piso de remates y apuestas de Wall Street. El asunto se agrava para EU y lleva a Bolton a exclamar: ese petróleo significará una gran diferencia. ¿Ante la crisis del capitalismo monopólico junto a la debacle del liderato moral e intelectual de un EU bajo el nacionaltrumpismo y la aceleración de un catastrófico calentamiento global?
La debacle hegemónica se agudiza bajo el creciente impacto de los límites geológicos –y financieros– del gas en lutitas. En EU hay gas natural para 95 años sólo desde una muy improbable reserva potencial. Con mucha perforación y suerte, apenas unos 21 años (contados a partir de 2011) de la reserva probable y probada y cuando mucho, hasta el 2022 de la reserva probada. El pronunciado declive y alto efecto invernadero del gas natural (en lutitas o no) es advertido y medido por el geólogo Arthur Berman y por Anthony Ingraffea en materia de fugas de metano.
En los estudios de la prospectiva del gas natural de la Energy Information Administration (EIA) publicados en 2011 mostrando una presunta abundancia del recurso, la EIA, advirtió que sus cálculos contienen “un alto grado de incertidumbre, empezando con la proyección sobre la dimensión de lo que es técnicamente recuperable en relación al gas shale” y advirtió que los cálculos contienen muchos supuestos que a largo plazo pueden resultar falsos. Esas advertencias fueron desoídas por el big oil, en su afán de cabalgar la ola shale, contra las energías limpias y desactivar toda regulación de los gases de efecto invernadero, un afán del capitalismo omnicida endosado por una clase lumpenburguesa imperial y periférica en pos de ganancias vía la aniquilación biológica. Con el largo plazo encima, el big oil y secuaces buscan salidas, con alta criminalidad de guerra, en los activos y riquezas del pueblo venezolano.
Jorge Beinstein, in memoriam.
Facebook: JohnSaxeF
Pasta de Conchos no se olvida
P
obreza, necesidades extremas, amargura y dolor han tenido que superar las familias de los compañeros mineros fallecidos en la mina de Pasta de Conchos, Coahuila. El sufrimiento y la carga emocional de los deudos han sido inmensos. Difícil de soportar no haberle dado el derecho a las familias de una digna sepultura a sus seres queridos, no poder acudir a rezar, a llorar, a llevarle flores al esposo, al padre, al hermano o al amigo que perdió la vida en la fatídica explosión de la mina 8 de San Juan de Sabinas, aquel 19 de febrero de 2006.
Este hecho fue un oprobioso homicidio industrial que el ex presidente Vicente Fox Quesada utilizó como botín político, económico y persecutorio contra el Sindicato Nacional de Mineros y contra mí para proteger a su amigo y cómplice Germán Feliciano Larrea Mota Velasco.
Este ruin –y totalmente falto de valores– empresario intentó ocultar su responsabilidad en este homicidio industrial, así como la complicidad que le prestó el gobierno del señalado Fox Quesada.
Han pasado 13 largos años desde el estallido en Pasta de Conchos, tiempo en que los trabajadores mineros, metalúrgicos y siderúrgicos hemos luchado por tres puntos fundamentales, que hoy volvemos a revivir: primero, el rescate de los cuerpos de los compañeros caídos en Pasta de Conchos; segundo, la indemnización justa y digna para todas y cada una de las familias afectadas por este homicidio industrial, y tercero, que se reabra una investigación para averiguar las causas que motivaron esta tragedia y se sancione con rigor a los responsables de la negligencia criminal cometida en esta mina.
En esos 13 años, tanto los tres sucesivos presidentes de México –Fox, Calderón y Peña Nieto–, como los directivos del consorcio Grupo México, han hecho oídos sordos a la demanda de rescate de los cuerpos de los compañeros mineros. Esto ha mantenido en tensión absoluta las relaciones de dicha empresa con sus trabajadores, y con el Sindicato Minero en particular, que en protesta ya se ha desligado de toda relación contractual con dicha empresa.
En la actualidad se respiran aires de esperanza. El 19 de febrero pasado el presidente Andrés Manuel López Obrador declaró que no descarta la opción de pedir que se haga una excavación para recuperar los cuerpos de los mineros fallecidos en Pasta de Conchos, Coahuila. Declaró nuestro Presidente que “todo lo que signifique hacer justicia y dejar en libertad los procedimientos para que las autoridades competentes resuelvan, lo vamos a hacer… que no se descarte, incluso que mediante una decisión voluntaria, concertada, la empresa lleve a cabo una exploración para sacar los restos de los que quedaron atrapados en la mina en aquella fecha fatídica”.
“Creo que eso ayudaría mucho en la reconciliación entre las partes… que especialistas del mundo puedan opinar para que se hagan, si es posible, las excavaciones y se rescaten los restos de los fallecidos. Es curar heridas, todo lo que hagamos en ese sentido, estamos dispuestos a plantearlo a la empresa”, indicó López Obrador. En los pasados 13 años los directivos de Grupo México han querido ocultar su responsabilidad, así como su despreciable esencia, corrompiendo a abogados, a políticos, a jueces, a periodistas y medios de comunicación, a despachos de especialistas, así como muchas otras organizaciones y personas, para que esta tragedia quedara sepultada, para que no se supiera más de ella y que no se volviera a mencionar.
Esta vil empresa ha querido desviar la atención de su responsabilidad en Pasta de Conchos, así como en el peor desastre ambiental que ha visto esta nación, ocurrido en Sonora en 2014, tratando de dar una imagen de ser socialmente responsables, cuando ya las mexicanas y los mexicanos claramente se han percatado de su perversidad.
Las palabras de nuestro Presidente son de gran alivio y esperanza para los deudos de los 65 compañeros mineros fallecidos ese infame 19 de febrero de 2006. Son un gran impulso hacia la justicia y hacia lo que humanamente se puede lograr para aminorar los efectos negativos de esta irreparable pérdida.
Nuestro más ferviente deseo es que no vuelvan a ocurrir estas tragedias. Que no vuelvan a suceder estos abusos, estas violaciones a los derechos laborales, todo por tener ganancias a costa de lo que sea, incluso de la vida y de la salud de los trabajadores. Resulta inexorable que se haga justicia en Pasta de Conchos, y de eso habremos de estar muy pendientes.
Astillero
Guiño de Grupo Monterrey a AMLO // Salazar Lomelín al CCE // El PRI busca dirigente nacional // ¿Alito u Osorio Chong?
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▲ ALIANZA DEL PRI, "SÓLO CON LA CIUDADANÍA". El PRI calificó al actual gobierno de autoritario, excluyente y errático, y aseguró que será una oposición responsable, no complaciente.Foto Marco Peláez
S
onrisas, abrazos, aplausos y promesas. El presidente Andrés Manuel López Obrador tomó protesta a Carlos Salazar Lomelín como nuevo dirigente del Consejo Coordinador Empresarial que, con esta carta regiomontana, aspira a mejorar sus relaciones con Palacio Nacional.
Dos veces dijo cerrar trato el tabasqueño con el nuevo representante de los grandes capitales nacionales. En cuanto a más inversión y combate a la pobreza, en dos ocasiones habló de trato hecho. En la apariencia, en lo inmediato, un intento de reposición de la luna de miel que Alfonso Romo, jefe de la Oficina de la Presidencia de la República y ahora concertador de inversiones, creyó irrompible hasta que llegó la crisis de la cancelación del proyecto del nuevo aeropuerto internacional.
Salazar Lomelín es una pieza del Grupo Monterrey, también llamado Grupo de los Diez. Específicamente, de Fomento Económico Mexicano, Femsa, cuyo presidente del consejo de administración es José Antonio Fernández Carbajal. En ese consorcio, Salazar fue director general de la Cervecería Cuauhtémoc-Moctezuma y de la División Coca-Cola Femsa.
Con este movimiento, el sector empresarial busca prolongar una tregua de conveniencia con el Presidente de la República. El nuevo líder se comprometió a ayudar al gobierno federal en la lucha contra la corrupción y la pobreza: En la difícil tarea de transformar al país, usted y sus colaboradores no están solos, estamos los empresarios como mexicanos. Me interesa decir que en esta misión no buscamos ningún privilegio, queremos acompañarlo y estamos preparados y capacitados para ayudar.
Desproveído de sus atractivos históricos, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) considera realizar en agosto próximo una desangelada elección de su nuevo dirigente nacional. Claudia Ruiz Massieu Salinas de Gortari, quien semanas atrás paseó por Madrid con su polémico tío que fue presidente de la República, al fin dejará un cargo que nunca pudo ejercer a plenitud y se concentrará en sus tareas como senadora.
Ahora, el PRI está en la lona. Pero no sólo ha sido derrotado sino que lo ha sido de manera casi grotesca. Tenía con Enrique Peña Nieto la Presidencia de la República, luego de 12 años de desierto a causa de la llegada de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón a Los Pinos, y perdió hasta la camisa (aunque Peña Nieto y su pandilla se llevaron los ajuares completos), siendo superado como principal fuerza opositora por Acción Nacional y llegando a niveles tan bajos de votación en las cámaras legislativas federales que quedó en las tallas mínimas denominadas la chiquillada.
Para suplir a Ruiz Massieu se han mencionado extraoficialmente seis aspirantes, los cuales pueden ser ubicados en tres grupos: el primero lo forman tres ex gobernadores que se colocan en la mesa de juego a sabiendas de que no ganarán, pero deseosos de alcanzar algún premio de consolación: la yucateca Ivonne Ortega (especializada en estos regateos), el oaxaqueño Ulises Ruiz Ortiz (siempre recordado por la sangrienta represión al movimiento social encabezado por la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca) y el duranguense Ismael Hernández Deras (de historias sombrías, como casi de manera natural lo han sido los mandatarios de aquella densa entidad norteña); en un extraño apartado aspiracional está el ex secretario de Salud y ex rector de la UNAM, José Narro, quien de alguna manera intenta dar continuidad a su reciente carrera como priísta) y, en un tercer grupo, los aspirantes reales: el gobernador de Campeche, Alejandro Moreno, llamado Alito, asociado al grupo de los Murat y acusado de pactos con dirigentes de Morena o de la 4T para hacerse del timón tricolor y propiciar más alianzas con el nuevo partido en el poder, y el ahora senador y antes secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien acaba de mostrar, en el proceso de negociaciones de la Guardia Nacional en el Senado, una menor disposición que Alito para alinearse a los planes y deseos de Palacio Nacional.
Twitter: @julioastillero