lunes, 25 de febrero de 2019




senador del Grupo Parlamentario del PRD, Omar Obed Maceda Luna, durante el Primer Foro de Víctimas de Crímenes de Lesa Humanidad, en el Senado de la República.


Ciudad de México, 22 de febrero de 2019
Versión del senador del Grupo Parlamentario del PRD, Omar Obed Maceda Luna, durante el Primer Foro de Víctimas de Crímenes de Lesa Humanidad, en el Senado de la República.
Gracias, ante todo este dolor, el volver a recordar todo esto, es muy grave.
Cuando a mí me plantearon esto, créanme que la posibilidad de que las víctimas tuvieran voz, me emocionó, y cometí un error porque salí corriendo a buscar a muchas senadoras que se dicen defensoras de los derechos humanos, que se toman la foto, que publican que están haciendo tal o cual cosa y que convocamos el día de hoy.
Quiero apostarle a la buena fe de que tuvieran en su agenda algo más importante que el día de hoy, yo cancelé lo que tenía porque esto era importante, quería hacerlo la otra semana pero me dijeron “urge” y me di a la tarea de hablar personalmente con quien nos presta el espacio, porque también estamos y pedí que estuviéramos en vivo, en cadena nacional en el Canal del Congreso y en el Canal Judicial, entonces, esto es importante.
Retomando, desde luego que va a haber el camino de las iniciativas pero ahora les voy a platicar un poquito de mí, yo sé que nos perciben como personas inalcanzables, con seguridad y todo pero al menos en mi caso, no es así, pueden preguntar en la entrada, llego todos los días en Uber si no es que en taxi.
Decidí no tocar los recursos que se asignan a los senadores y dejar intocable la estructura del personal porque no me interesó ni siquiera meter un familiar, o un amigo, o un colaborador aquí, de poco vale, pero a veces hay que decirlo.
Y hay algo que me alentó a decir lo que voy a decir enseguida, que es por ahí la madre de una víctima que fue policía, porque también hay policías buenos, también hay ministerios públicos buenos, todos han mostrado aquí parte de su dolor.
Esta es mi placa que entregué a la Procuraduría General de la República, porque antes de ser senador fui policía municipal y antes de estar aquí, serví nueve años en la institución y lo que les voy a decir, escuchando su dolor; primero, sigo viviendo en el mismo lugar, el día martes, noticia de ayer, hubo una ejecución del crimen organizado a 10 metros de mi domicilio, donde vivo con mis padres, con mi familia, es preocupante y no me he querido ir porque se pierde la sensibilidad.
Entregar esta placa no fue fácil, porque les voy a decir una cosa y seguramente en algún momento saldrá, estuve detenido al menos en una ocasión, esposado, golpeado y también fui consignado tres veces por querer hacer la diferencia; y al igual que alguien me recordó que se pierden los expedientes, ¿qué creen?, que el mío se perdió en San Luis Potosí después de que me consignaron.
Nadie sabe quién me detuvo, nadie sabe por qué me detuvieron y nadie sabe, ni siquiera estoy en los registros pero sí aparecí en un periódico esposado y golpeado y acusado de tener un carro robado, armas y droga en un vehículo que se perdió también de un corralón; y como no entendía me mandaron a Michoacán, donde eran los tiempos violentos a ver qué me pasaba, y también, como Lázaro Cárdenas, no me presté a muchas de estas cosas.
Un día se me ocurrió ir a rescatar a mis compañeros a Guerrero, sin permiso, porque sabía que sus vidas estaban en riesgo, gracias a Dios lo logramos pero después también se me fabricaron delitos y también se me consignó.
Decidí dejar la Procuraduría por la oportunidad de participar en este camino y no he estado exento, porque mis padres han sufrido el miedo de que llegue una camioneta de estos agentes de la Fiscalía a buscarme, de irme a notificar uno y mil procedimientos que seguramente todavía están por ahí, y acosarme, porque a veces también habemos en las instituciones quienes queremos hacer la diferencia.
No ha llegado al extremo y lo agradezco y lo digo públicamente, gracias a Dios que no se ha perdido la vida, pero conozco; todo lo que ustedes me dicen, me recordó mis años allá, me recordó a estas personas que no puedo llamar compañeros, porque he escuchado eso y lo escuchaba a veces del lado del escritorio y me decían mis jefes “a ti que te importa, tu turno ya se acabó, ¿por qué vas a ir si no te toca?, ¿para qué vamos?, ¿para qué lo hacemos?”
Todo esto que ustedes han sufrido de las autoridades yo lo escuchaba del otro lado del escritorio y un día decidí que estaba ahí por una función y la hice con mucho gusto y por eso hoy no me avergüenzo de decir que también fui un perseguido y están por ahí las carpetas.
Y donde me detuvo una policía, donde se me golpeó, donde se me pasó de una Procuraduría estatal a la delegación de la PGR, hoy he pedido mi expediente y ya se perdió, hoy, quienes armaron esto, espero, que tengan días o ya hayan presentado sus renuncias porque no es posible que esta gente, cuando uno quiere hacer la diferencia desde adentro, se nos persiga.
Y hoy tengo la obligación, como mexicano, de apoyarlos a todos ustedes, hay una ruta que por ahí ya hemos platicado, me reuní con quienes vinieron un día y me di cuenta que andaban piso por piso, pasillo por pasillo, oficina tras oficina y nadie les hacía caso, sí se tomaron la foto, sí tuitearon, sí dijeron “estamos con las familias de las víctimas de feminicidio y vamos a hacer y vamos a impulsar”.
¿Pero por qué no abrieron este foro?, alguien dijo, “oigan, pues es un hombre el que está ahí”, ¿y las senadoras?, ¿y la Comisión de Derechos Humanos de nuestro Senado?, ¿y las personas que invitamos?, no hay esa voluntad.
No excuso, hay buenas personas, seguramente algunos de ustedes ya se encontraron con un comandante, con un ministerio público, con una persona sensible, pero somos los menos y es nuestra responsabilidad y hoy que puedo alzar esa voz, será la segunda iniciativa, porque por ahí urgí a la secretaria de Gobernación, a la magistrada Olga Sánchez Cordero, a que nombrara a la titular de esta Comisión que todavía no se ha definido y que nos hace falta, y que sea sensible.
Y que hace algunos días, cuando presenté esta iniciativa, este exhorto, este punto de acuerdo, esta llamada de atención a la secretaria de Gobernación, les dije, “salgan un día, crucen la calle y vean lo que es la realidad”, el metro, el camión, micro, quien viene del Valle de Chalco seguramente usamos mototaxis, todo esto se vive afuera pero a veces algunos se han privado de esto, entonces, en mayor o menor medida algunos hemos visto esto de cerca.
Vuelvo a insistir, no excuso a estos malos servidores públicos, pero es tiempo de hacer las cosas y es tiempo también, de uno en un millar, de reconocer a quien a veces lo hace y a veces, a muchos, está el testimonio de la compañera, su hija, por denunciar a sus jefes, le costó la vida.
A mí me costó mi libertad y me costó la persecución de una institución que aún con todo eso, me enorgullezco de haber sido y cada vez que voy en la calle o cada vez que alguien no me conoce, de lo que más mal hablan es de la policía y del Ministerio Público, no nos quieren, siento feo, porque digo pues yo era uno de los buenos, yo era uno de los que participé.
Me esposaron, me golpearon, me hicieron, me corrieron, van a mi casa a buscarme los agentes, tengo miedo como todos ustedes, veo una camioneta, ¿y ahora quién me vino a buscar?, pusieron una cámara, “hijo, te vienen a buscar los de la PGR, ¿qué hiciste?”, tengo amparos, hoy es público, pueden googlear y ahí tengo un sinnúmero de amparos que llegué a promover por estas persecuciones.
Es un sistema que se debe de empezar a cambiar pero desde aquí, desde donde tenemos esta voz que son las voces de todos ustedes; hoy que sea un precedente, no es necesario que yo esté en la segunda, que se sensibilicen y a lo mejor (…), quienes hoy no nos pudieron acompañar, démosles el beneficio de la duda, que la agenda, que el tiempo, que no lo tenían previsto, que fue muy próximo; invitemos, organicemos y continuemos en estas rutas.
Por ahí voy a generar algunas situaciones con la maestra Alma que está aquí presente, para que se acerquen, tomen datos, y algunas, ya les habrán contado que ya iniciamos este seguimiento, pero no en el Face, no en el Twitter, no en los medios, por eso pedí que no estuvieran muchos medios hoy.
Que realmente si hoy mi voz en Tribuna puede ser, desde luego que será una prioridad para las siguientes sesiones, y si es el caso, y puedo desde una vez darle seguimiento, es una hojita, es una firma que no me cuesta absolutamente nada quedarme un par de minutos más, es una vida que ya se perdió, con nada la vamos a reponer, ninguno, pero vamos a continuar aquí, en este espacio que va a ser abierto para todos.
Gracias, gracias por estar aquí, gracias por confiar en mí, porque es raro que digan “pues como vamos a ir con un senador, no es senadora, regularmente una mujer es la que debe de ayudar mujeres”, también habemos hombres sensibles, también habemos quienes a pesar de haber estado donde estuvimos, tenemos la sensibilidad y también expusimos la vida.
Porque, ya para cerrar, hay 17 de mis compañeros que jamás voy a volver a ver, hay 17 de mis compañeros que nos vimos en la mañana y tuve que hacer la diligencia y reconocerlos y meterlos, como ustedes dicen, en un expediente, hay 17 de mis compañeros que era muy fácil decir mejor que estaban desaparecidos y así ya no los indemnizábamos, hay 17 de mis compañeros que las familias iban a buscarlos a las oficinas y nadie les daba siquiera un vaso de agua, una sombra, una esperanza, yo lo hice.
En memoria de ellos, sumémosla a las hijas de ustedes, no podemos dejar que las cosas sigan así, gracias.

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