martes, 27 de octubre de 2009

Calderón intentó ocultar verdaderas intenciones en desaparición de LFC

De acuerdo con un documento que Felipe Calderón envió al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Ramírez Acuña, y del cual el diario La Jornada tuvo acceso, el costo de la operación de LFC subió este año a 107 mil millones de pesos, por lo que el pago de energía a CFE duplicó el costo total de operación de la extinta compañía “y, por tanto, las transferencias presupuestales”.
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Nacional Ciudad de México México Luz y Fuerza del Centro
Redacción/SDP | 27 de Octubre, 2009 - 07:40

Felipe CalderónLa extinción de Luz y Fuerza del Centro no se debió a la carga económica que representaba el contrato colectivo de trabajo, sino al alto costo de la compra de energía a la Comisión Federal de Electricidad y el precio de combustible para su generación.

De acuerdo con un documento que Felipe Calderón envió al presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, Francisco Ramírez Acuña, y del cual el diario La Jornada tuvo acceso, el costo de la operación de LFC subió este año a 107 mil millones de pesos, por lo que el pago de energía a CFE duplicó el costo total de operación de la extinta compañía “y, por tanto, las transferencias presupuestales”.

El documento fue enviado el lunes 12 de octubre, un día después de dar a conocer el decreto de extinción, sin embargo, Ramírez Acuña no lo presentó en la sesión del martes 13, sólo envió una copia hasta el viernes 16 al presidente de la Junta de Coordinación Política, Francisco Rojas Gutiérrez.

En dicha misiva, Calderón asegura: “La Secretaría de Energía llevó a cabo un diagnóstico sobre el organismo descentralizado Luz y Fuerza del Centro, en el que se muestra claramente la problemática de la situación financiera y operativa (…) y en el que se concluye que la situación financiera del organismo no resulta sostenible”.

De acuerdo con Benjamín Contreras Astiazarán, subsecretario de Electricidad de la Sener, y quien fue encargado de realizar el diagnóstico de LFC para justificar su desaparición, aunque la problemática financiera y operativa de la compañía no podría remediarse, los costos de la desincorporación de la empresa serían importantes principalmente en los pasivos laborales.

El Diagnóstico de Luz y Fuerza, documento que Calderón clasificó como reservado, “se centra en las cargas financieras resultado del contrato colectivo de trabajo, e incluso presenta una curva del crecimiento de nuevas plazas, que comenzó a repuntar en 1998, en el sexenio de Ernesto Zedillo, cuando había 35 mil trabajadores afiliados al SME, pero que registró su principal crecimiento en la administración de Vicente Fox, cuando había 41 mil. De 2006 a 2009, la planta laboral se incrementó en 3 mil 600 trabajadores”.

Aún así, el informe concluye que la principal carga financiera se debe a los cada vez más altos costos de venta de electricidad de CFE a Luz y Fuerza.

“En este caso, informó que en 2008 la nómina, que incluye salarios más prestaciones, representó 15 por ciento del costo total del organismo, mientras que el pasivo laboral, donde se consideran pensiones, compensaciones por antigüedad, indemnizaciones y seguro sindical, constituyó 64 por ciento”, destaca el diario.

Y puntualiza que de acuerdo con el documento la extinción también se debió “a la energía comprada y el costo de combustibles, el costo total del organismo (costo total de explotación) en 2008 se incrementa en casi 2.5 veces, y como es de esperarse el porcentaje que representan la nómina y el pasivo laboral de los costos del organismo disminuyen a 6 y 27 por ciento, respectivamente”, explica el documento”.

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