martes, 30 de noviembre de 2010

El PRD capta las señas de Los Pinos


Rubén Cortés
Como una buena catcher, Amalia García sí sabe captar las señas del pitcher: para zafarse de facturas que la involucran en la compra de tres mil 448 botellas de mezcal con dinero público, la ex gobernadora de Zacatecas repite las frases del Presidente Calderón.
“Con esas acusaciones ha regresado una vieja forma de hacer política que había sido superada… es la época negra del PRI, que utiliza todo el poder de un Ejecutivo contra sus adversarios”, argumentó ayer Amalia en El Universal.
Casi lo mismo que 24 horas antes había declarado Calderón: “México no merece quedar parado a mitad del cambio, menos reencontrarse con el pasado y lo antiguo, que representa lo autoritario, irresponsable y que va aparejado a la pobreza y la corrupción”.
No importa que el gobierno de Amalia autorizara gastar 999 mil 920 pesos para comprar mezcal reposado, pues la táctica está planteada: culpar al pasado, al fin que es “negro”, “irresponsable” y “corrupto”.
En cambio, en el lenguaje oficial, el presente es un dechado de virtudes y parece más bien el de Noruega… no un presente en el que el gobierno gasta 90 millones de pesos en traer unas marionetas usadas desde Chile para mostrarlas como si fueran nuevas en las pasadas Fiestas Patrias.
Festejos del Bicentenario en los que, por cierto, fueron gastados sin licitar un total de tres mil millones de pesos del presupuesto, adjudicados a empresas nacionales y extranjeras, en especial francesas.
Como sea, el PRD de Amalia, el mismo de Ebrard, captó la seña de “culpar al pasado”. El propio Jefe de Gobierno dio el banderazo el sábado al elogiar por primera vez en público a Calderón, aunque sin llamarlo “Presidente”… un regateo que parece no molestar del otro lado.
“A Calderón hay que reconocerle la decisión de entrarle. Durante mucho tiempo nadie le quiso entrar o le entró de ladito al tema y no sería justo decir que el Ejército o la Marina han fallado, porque mucha gente ha caído”, dejó claro Ebrard.
Y por ese camino se irá (por lo menos hasta conocer el resultado las elecciones del Edomex en 2011) la flamante sincronía del Presidente con Ebrard y su PRD: el del pasado que lleva “aparejadas la pobreza y la corrupción” y “la época negra del PRI”.
Un discurso de progresismo de café, por pueril, pues en el México de Felipe Calderón, de cada 100 niños que ingresan a la escuela, sólo 62 terminan la primaria, 45 la secundaria, 25 bachillerato y apenas 13 acaba la universidad.
Además, sólo una cuarta parte de la actual generación está preparada para los retos profesionales del siglo XXI.
Y son cifras frescas. No del “pasado que representa lo irresponsable”.
Publicado el Martes 30 de Noviembre de 2010Comenta esta información

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