martes, 27 de septiembre de 2011

A Ebrard le conviene esperar al 2018-- H. E. CAVAZOS ARÓZQUETA

El candidato presidencial del PRD, PT y Movimiento Ciudadano se definirá por encuestas. Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard son quienes se disputan dicha candidatura. La gran mayoría de las encuestadoras ponen al tabasqueño por encima del actual Jefe de Gobierno del Distrito Federal en relación con las preferencias de los izquierdistas; en cuanto a los independientes, se da un empate técnico. No obstante, según los últimos resultados arrojados por Mitofsky, sumando a independientes con izquierdistas, AMLO aventaja al mandatario capitalino por 7. 5 puntos. Además, la misma encuestadora establece que los tres punteros son Peña Nieto, Andrés Manuel y Vázquez Mota. Y todas las encuestadoras, con excepción de GEA/ISA, arrojan casi los mismos resultados.



A resultas de lo previamente expuesto, considero que el candidato de los partidos de izquierda, junto con el Movimiento de Regeneración Nacional, debe ser Andrés Manuel López Obrador. También porque este último, a diferencia de su contrincante, Ebrard Casaubón, cuenta con más de 170 mil operadores electorales, una enorme popularidad, presencia en los rincones más marginales del país y, sobre todo, con una trayectoria como político, luchador social y gobernante excepcional.



Será difícil que el jefe de gobierno del DF logré vencer, de forma honesta, a su predecesor en la búsqueda por la candidatura presidencial de las izquierdas. A menos que se concrete una alianza entre Acción Nacional y el PRD, y él la encabece. Pero, de darse esto último, perdería, sin remedio alguno, el Partido de la Revolución Democrática el Distrito Federal, ya que se fracturaría la izquierda tanto en la elección presidencial como en la de Jefe de Gobierno capitalino. ¿Será capaz ‘el Carnal’ de sacrificar el logro electoral consumado más grande de la izquierda por saciar su aspiración, ambición, presidencial?



Ebrard, sin embargo, aún es joven. Puede esperar. Quizá si decidiese irse por una senaduría y esperar a 2018 estaría tomando una importantísima decisión para su carrera política. Y es que entre él y López Obrador podrían concretar un pacto: este último buscar la Presidencia de la República y aquél ocuparse en no perder la capital; esto claro, con cualquiera que sea su ‘gallo’ al GDF y su gente. Y si el tabasqueño llegase a perder la elección presidencial, ‘el Carnal’ se quedaría como líder de la izquierda, con el control del DF y tranquilo en el Senado, esperando un sexenio para ser el próximo Presidente de México. Dirán que esto es pragmatismo, y sí lo es. Pero Marcelo siempre ha sido pragmático y racional.



Desgraciadamente esto suena a que el vencedor inexorable de los próximos comicios federales será el PRI. También pareciera ser que hablo del DF como si fuera un negocio; que recurrir al pragmatismo a veces es inteligente hacerlo. Quizá sí. Y me duele. La realidad actual es trágica y dolorosa. Pero no todo está perdido. La esperanza de mejora, cambio, progreso, no debe extinguirse. Yo creo que esto último anida en el movimiento que encabeza AMLO. A crear conciencia.

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