Uranio y torio, opciones limpias
ara nadie es sorpresa en la actualidad que la República Popular China lleve la delantera en la investigación sobre como optimizar el uranio, así como en la construcción de reactores nucleares de torio. La razón por la que desde hace ya varios años se está utilizando y se sigue indagando sobre este último elemento químico es que existe en mayor cantidad en el mundo, es más barato y mucho menos contaminante que el uranio.
Entre los países que cuentan con grandes depósitos de torio están Venezuela, Australia, Brasil, Canadá, Egipto, Estados Unidos, Groenlandia, India, Noruega, Rusia y Sudáfrica. En cuanto a los beneficios que traerá para el ambiente, China se ha adelantado en la experimentación con los reactores de torio.
Como se ha informado en diversos medios especializados, en las playas de India existen yacimientos de torio, probablemente los más grandes del mundo. No obstante ser tóxico, la importancia de este metal radiactivo es que resulta menos contaminante que el uranio, es más barato su procesamiento y tiene un potencial nuclear considerable.
De acuerdo con las exploraciones del gobierno indio, éste tiene en puerta la extracción de entre 300 mil y 850 mil toneladas del químico que está, básicamente, en sus playas. Se considera que India posee 12 por ciento de la cantidad concentrada en los países mencionados.
Así como este país y Rusia, que ya lo han empleado con buenos resultados, China también ha optado por el torio como combustible nuclear y ha comprobado su menor toxicidad. Calculan que la radiación que emite es, por lo menos, 50 por ciento más baja que el uranio.
Sin embargo, éste seguirá utilizándose por los grandes intereses comerciales e industriales alrededor de las millonarias ganancias que ha generado este elemento. La tecnología para mejorar el uso de la energía nuclear continúa desarrollándose en diversos países. En México todavía dependemos del uranio enriquecido que se compra a Estados Unidos.
Si bien es importante el desarrollo tecnológico, algo primordial y necesario es informar a la población sobre las características de la energía nuclear, así como las propiedades y peligros de los químicos utilizados. Tanto del uranio, como del torio, se debe informar a la población con claridad sobre los riesgos, cómo evitarlos y enfrentarlos, así como su utilidad y sus beneficios.
Hace cuatro años, en Holanda construyeron y empezaron a utilizar el primer reactor de torio, y aunque fue de forma experimental, se obtuvieron buenos resultados, por lo que varias empresas se interesaron en la construcción para su uso cotidiano. Sin embargo, en China es donde se está terminando de erigir un pequeño reactor con tecnología más avanzada. Se empleará exclusivamente el torio, y en lugar de agua, sal fundida. Desde el uso de este tipo de sal, por lo menos desde hace seis décadas, se observó que el aislamiento de la radiación es más completo. Posteriormente, en Dinamarca avanzaron en la técnica del enfriamiento del reactor a través de la sal de flúor que es más efectiva. Cuando ésta se funde a 500 grados Celsius, permite que el uranio se disuelva y de esa forma se libera menos radiación. Este método se replicará en los reactores de torio.
Con el empleo de una planta nuclear de éste comprobarán, entre otros, la seguridad y la efectividad de la sal de flúor aplicada como enfriador. Cuando ésta se solidifica al contacto con el aire, el torio es aislado y se genera una especie de escudo que minimiza el nivel de radiación emitido. Otra ventaja de este método es que la planta nuclear se puede construir en lugares secos, en desiertos y lejos de asentamientos humanos.
Concretamente, es en el desierto del Gobi –entre el norte de China y el sur de Mongolia– donde se construye el primer reactor de torio de baja emisión radiactiva, sin emplear agua para el enfriamiento y de un tamaño mucho menor que los normales de uranio.
La fabricación de este tipo de reactor será un paso de gran importancia para la sanidad humana y ambiental. El gasto inicial, propuesto por China, fue de 3 mil 300 millones de dólares, con el fin de construir uno perfeccionado sin utilizar uranio ni agua. Éste podrá ser el modelo a seguir para asegurar el abasto de electricidad y cumplir con los estándares de seguridad; por ello se debe pensar que para su comercialización y para cumplir con los compromisos mundiales sobre el calentamiento global, tendrá que ser antes de 30 años, según han manifestado los físicos e ingenieros que llevan a cabo este proyecto. La meta es beneficiar con electricidad menos costosa a millones de personas y disminuir al máximo el nocivo exceso de bióxido de carbono como consecuencia de la combustión de energía fósil.
Comprometido con los programas internacionales y la demanda nacional de saneamiento ambiental, México tiene un camino que recorrer lo más pronto posible. El uso de la energía nuclear a base de uranio o de torio es un paso avanzado en la recuperación de la soberanía energética y el mejoramiento ambiental.
La propuesta lógica del gobierno de la 4T es un reto, pero también una buena oportunidad para reactivar todas las fuentes posibles de energía, porque se necesita y porque el país tiene los recursos naturales para optimizar la industria energética: litio, uranio, torio, celdillas fotovoltaicas, geotermia, gas natural, hidroeléctricas, petróleo y energía eólica.
Twitter: @Antonio.Gershenson
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