Los sucesos de Jalisco vuelven a dejar de manifiesto que el régimen de corrupción no sólo engendra pobreza, sino también inseguridad y violencia.
Pero aunque parezca increíble, Peña sigue con la misma estrategia de Calderón, de querer enfrentar el problema solo con medidas coercitivas sin atender el fondo, es decir, la falta de crecimiento económico, el rescate al campo, el desempleo, el abandono de los jóvenes.
Un dato: hace dos años a los productores de maíz de Jalisco y Michoacán les pagaban a 4 mil pesos la tonelada, ahora a 2 mil.
Reiteramos: la paz y la tranquilidad son frutos de la justicia.
Hoy visitamos Jiquilpan, Zamora y Puruándiro, Michoacán.
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