COLUMNAS
La India María, la política mexicana y los Velasco de Chiapas
En varias de sus películas, La India María (María Nicolasa) exhibe la discriminación, el clasismo, la corrupción y la simulación política de México.
Recientemente, se han dado dos acontecimientos de personajes antagónicos pero relacionados y no solamente por la coincidencia en el apellido. Velasco María Elena, La India María, y Velasco Manuel, el encargado de la gubernatura de Chiapas. La primera acaba de fallecer. El otro, ha contraído matrimonio con la cancionera Anahí.
Curiosamente, por la manera en que se conducen, estos personajes tan opuestos: un criollo del siglo XXI-XIX y una india del siglo XX-XXI, se encuentran.
En varias de sus películas, La India María (María Nicolasa) exhibe la discriminación, el clasismo, la corrupción y la simulación política de México. Y por supuesto, su amor al país ya sea como discurso del personaje y/o como convicción personal. Encarna a una indígena pícara, acosada por la sociedad y el poder pero a final de cuentas y hasta cierto punto, saliendo adelante pese a todo; pero de manera individual.
Velasco gobierna a un estado de alta densidad indígena como personaje criollo del siglo XIX: maltrata empleados, simula perdones, gobierna para los privilegiados, es populista con los pobres, se hace coronar de flores y asimismo acarrear en transportes de palo a hombros de indígenas. Se ha casado con una estrella del show business emulando a Peña y La Gaviota con la expectativa puesta en la misma meta. La foto de la ceremonia no puede ser más elocuente: vestido de charro en Chiapas, casa con la mujer más codiciada; rodeados de indios con miradas expectantes y bendecidos por el cura del pueblo. Bien pudo tratarse de una película campirana de los años cuarenta (o una telenovela): el charro se casa con la muchacha bonita y virginal; afuera espera un carruaje tirado por caballos y su chistoso chalán, el bufón que le hará divertido y pasable el camino y la vida.
El mundo exhibido por María Nicolasa, el de los indios jodidos y los criollos ricos y prepotentes, discriminatorios, clasistas, racistas, abusivos, existe aún en México; ¿no? Antes de morir, tal vez haya leído las noticias o visto la nota de televisa desde Chiapas.
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