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El súper frac —de sastre global— que Reforma, Trump y Vargas Llosa le cortan a AMLO… y la ‘maglia nera’ del PRI
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Foto propiedad de: Oooo‘Frac (Del fr. frac.): Vestidura de hombre, que por delante llega hasta la cintura y por detrás tiene dos faldones más o menos anchos y largos’. Diccionario de la lengua española.
Fracazo: Súper frac. Un frac tan elegante que genera envidia.
Fracaso: Lo que no funciona. Existe un Museo del Fracaso en la ciudad sueca de Helsingborg, que ha sido definido como un sincero homenaje al fracaso como parte del proceso creativo.
“En una cierta ‘Cumbre de las Naciones’ en Venezuela, un expresidente de México fue elegantemente vestido con un ‘frac’ que se le confeccionó en el mismo país. Para ese entonces su gestión casi terminaba y, después de la reunión oficial, en las tertulias, un colega suyo (creo que de Venezuela) se acercó y le comentó: ‘¡Qué fracaso, señor presidente!’, refiriéndose a la mermada economía en la que dejaría a México. El interpelado, creyendo que se referían a su ‘frac’ (fracazo, súper frac), le respondió con orgullo: ‘Sí, es de sastre mexicano’; lo que el otro mandatario interpretó como ‘sí, es desastre mexicano’…”. Maximiliano Mena Pérez en etimologias.dechile.net
“La mayoría de los proyectos de innovación fallan, los estudios demuestran que los nuevos productos fracasan con una tasa de entre el 40% y el 90%, dependiendo de la categoría, y que el 47% de las empresas pioneras ha fracasado. Además, estas probabilidades se han mantenido razonablemente constantes en los últimos 25 años”. Victoria Pérez en hipertextual.com. ¿Aplica esto a los proyectos políticos que todo quieren cambiarlo? Es pregunta que debe hacerse Andrés Manuel
La fiesta lopezobradorista
Seis meses de gobierno. Primer aniversario del histórico triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador. Habrá fiestas. Informe de medio año en Palacio Nacional. Reunión multitudinaria en el Zócalo. Inclusive, se ha anunciado, ya todos los integrantes de la familia del presidente de México —su esposa Beatriz Gutiérrez Müller y su hijo menor de edad— dejan su domicilio ubicado al sur de la capital del país para ir a vivir a un apartamento en Palacio Nacional.
En los discursos de los festejos, el presidente de México repetirá su más firme convicción: nuestro país ya cambió, se acabó la corrupción, las finanzas nacionales van muy bien y pronto la República Mexicana será una potencia económica con sentido social.
Le creo, desde luego le creo. Los siguientes hechos son suficientes para estar optimistas:
1.- La popularidad de Andrés Manuel se mantiene en niveles altísimos.
2.- La gente, el pueblo lo apoya, como quedó más que demostrado después de la agresión reciente de Donald Trump.
3.- El partido del presidente López Obrador, Morena, ganará este domingo dos gobiernos estatales.
4.- Este instituto político domina aplastantemente el poder legislativo.
5.- Las reformas que AMLO necesita para sacar adelante su proyecto ya se hicieron, al menos las más importantes.
6.- Andrés y Morena no mandan en el poder judicial, pero tienen ahí suficientes aliados como para controlar cualquier problema serio que se le presente al presidente de la República.
El problema es que ya empezaron los problemas. Bastante tiempo antes de lo que se pensaba. Veamos:
El "amigo" Donald Trump
La buena fe de Andrés Manuel resultó traicionada. El presidente de Estados Unidos no cambió: sí era el peor enemigo de México. Su amenaza de imponer aranceles a todos los productos mexicanos representa una crisis para la sociedad mexicana, desde el punto de vista que quiera vérsele e independientemente de los efectos dañinos que puedan sufrir los estadounidenses. No será sencillo salir de esta crisis. Ojalá Marcelo Ebrard vuelva de Washington como un general triunfante. Si no es así, el presidente López Obrador tendrá que replantear muchos de sus proyectos de gobierno, además de responder con toda energía a la agresión
Los efectos no deseados de la medicina de la austeridad
Sin duda, la austeridad, un medicamento que México necesitaba para no morir, desgraciadamente ha provocado —como todos los remedios en la historia de la farmacología— fuertes efectos adversos. El más notable y perjudicial, un freno al crecimiento económico. No será sencillo acelerar al sistema, pero se puede. Tendrá Andrés Manuel que ser muy hábil para que la inversión privada se active de nuevo.
La prensa fifí
Esto es, el diario Reforma, ha sufrido cierto desprestigio por las críticas —justas, casi todas— que Andrés Manuel le hace en sus conferencias de prensa mañaneras. Pero, lo que sea de cada quien, el rotativo de la familia Junco no solo ha resistido, sino que sigue sembrando dudas —que deben tomarse en cuenta con toda seriedad— relacionadas con los proyectos de infraestructura más importantes de la 4T y aun con la honestidad de algunos de los militantes más destacados de Morena.
Hoy domingo, en su portada impresa Reforma insiste en que la construcción de la nueva refinería costará el doble de lo presupuestado y en su página de internet destaca, como todos los días desde hace por lo menos una semana, el sospechoso enriquecimiento en muy poco tiempo del superdelegado en Jalisco, Carlos Lomelí, quien en otra época fue acusado de presuntos nexos con el crimen organizado. Este aliado del presidente de México, la verdad sea dicha, ya está provocando daños en el principal pilar que sostiene al gobierno de Andrés Manuel, la honestidad de todos sus integrantes.
Andrés Manuel tendrá que mostrar todos los detalles de la ingeniería de Dos Bocas, incluyendo la manifestación de impacto ambiental, y deberá ser absolutamente estricto en el juicio que su secretaria de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, haga del señor Lomelí.
La violencia heredada
Las mafias siguen enlutando al país. Urge que la Guardia Nacional empiece a dar resultados, sobre todo en las regiones más inseguras. Alfonso Durazo tiene que probar que es cierto lo que muchos pensamos de él: que es el mejor hombre de López Obrador, el más experimentado, el más competente, el que más sabe. Debe exhibir sus éxitos ya, a la brevedad posible.
Vargas Llosa ataca
En efecto, con el apoyo de un promotor cultural destacado —Raúl Padilla, fundador de la Feria Internacional del Libro, quien, como político, que lo es, ha sido enemigo de López Obrador—, el escritor Mario Vargas Llosa organizó en Guadalajara un evento de su Fundación Internacional para la Libertad, que es una organización abiertamente de derecha que a veces me parece poco defensora de los verdaderos valores liberales.
Ello no tendría nada de malo si no fuera por la intención, a mil juicio antidemocrática, de Vargas Llosa, Padilla, dos pensadores mexicanos mayores (Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín) y un grupo numerosos de otros participantes bastante menores, morralla intelectual de la que abunda en nuestro país. ¿Intención? Sí, no la de analizar lo que pasa en México, sino simplemente golpear al presidente López Obrador y a su 4T.
Entiendo que Krauze esté molesto con el gobierno de Andrés Manuel —yo lo estoy por la misma razón que él. Se excedieron con el historiador algunos colaboradores del presidente de México. Lo he denunciado y lo seguiré denunciando. Pero, ni hablar, no me gustó el tono de los discursos en el foro "Desafíos a la libertad en el Siglo XXI".
Este domingo, Krauze en Reforma y Vargas Llosa en El País —supongo que Aguilar Camín mañana en Milenio y los otros cuando les toque en sus espacios mediáticos—dicen lo mismo: que soplan vientos autoritarios en México debido a la llegada de Andrés Manuel a la Presidencia de la República, quien según ellos triunfó en las elecciones de hace un año "por la vía de la democracia y en un marco de libertad", y que ya en el gobierno "tiene el designio de acabar con ambas".
No compro esa tesis. Desde luego, estoy molesto con el presidente de mi país porque algunos de sus colaboradores me calumniaron; como a Krauze, sí. Pero en el futbol una falta no anula todo el juego ni el Giro de Italia iba a suspenderse o a considerarse inválido nada más porque un aficionado entusiasmado en exceso tiró al suelo al Supermán López y este ciclista, furioso, le dio de bofetadas a su atrabancado admirador.
No veo por ningún lado un déficit democrático en la administración de López Obrador. Todo lo contrario, sobran libertades para expresar puntos de vista distintos a los del presidente de México. Cualquiera que se tome la molestia de levantarse temprano puede ir a las mañaneras a debatir cara a cara con el presidente de México, quien con paciencia atenderá el reto, escuchará con educación y dará sin exaltarse su propio punto de vista.
El propio Vargas Llosa lo admite en El País. Raúl Padilla le había dicho que "tal vez habría incidentes", es decir, que los chairos iban a tratar de sabotear el evento. Pero en nueve horas que duró el foro no hubo ningún incidente. El escritor ganador del Nobel pensó: “Esto es la civilización... un mundo de ideas y razones, tan distinto a lo que estamos acostumbrados en otras partes, a las banalidades y lugares comunes de que suele estar cada día más trufada la política en nuestros días”.
Maravilloso que Vargas Llosa, Krauze, Aguilar Camín y los otros hayan hablado tan fuertemente contra el gobierno y el presidente de México sin que nadie los molestara. Todo lo contrario, contaron con facilidades de sobra para difundir masivamente sus mensajes. Creo que este "mundo de ideas y razones" que es nuestro país y que tan correctamente describió Vargas Llosa, no se parece nada al mundo autoritario y antidemocrático que diagnosticaron Vargas Llosa, Krauze, Aguilar Camín y los otros en Guadalajara con el auspicio del señor Padilla.
Peo una cosa es que sea falso el diagnostico de Vargas Llosa, Krauze, Aguilar Camín y sus amigos de la morralla intelectual, y otra muy distinta que no tenga peso en la opinión pública nacional y global. Los tres escritores identificados con sus nombres tienen obra de calidad que les da credibilidad en cualquier lugar del mundo. Por lo tanto, hace daño lo que dicen. A los tres les pediría más prudencia y, por supuesto, al presidente López Obrador que los invitara a dialogar en un ambiente de total libertad. No vale la pena que se insista en la falsedad de que a México llegó el populismo y la democracia murió. Ese juicio perjudica a México, entonces debe desaparecer. Conste, no se trata de que todos ellos piensen lo mismo: eso no ocurrirá. Pero las diferencias deben expresarse sin la histeria que en mi opinión caracteriza a Vargas Llosa cuando analiza realidades políticas.
La "maglia nera" del PRI
Vi la etapa final del Giro de Italia en Univisión TDN. Desde luego, estoy feliz por la victoria de un ciclista ecuatoriano, Richard Carapaz. Se trató de una competencia contrarreloj en Verona. Salieron en orden inverso, es decir, el primero que partió fue el último de la clasificación y así hasta que le tocó el joven Carapaz.
Antes del inicio de la etapa le dieron la “maglia nera” (jersey negro) al japonés Sho Hatsyuma, último en la general. Según entendí a los comentaristas de Univisión TDN, ese "premio" volvió a darse después de que se eliminó hace más de 50 años.
Como se sabe, en el Giro al líder se le da la "maglia rosa" (jersey rosa) y, como una especie de broma para motivar al peor competidor, se le daba la "maglia nera". El problema es que llegó a tener tanta notoriedad —además de que recibía muy buenos premios—el "ganador" de la "maglia nera" que había ciclistas que se esforzaban no por mejorar sus tiempos, sino por empeorarlos.
Cuentan los que conocen la historia del ciclismo que hubo Giros en los que era tan interesante la disputa por el último lugar entre los malos ciclistas Carollo y Malabrocca, que opacaba la durísima competencia en las montañas entre los extraordinarios Coppi y Bartali.
En las elecciones de este domingo habrá dos notas principales: la victoria de Morena ("maglia rosa" para el partido de AMLO) y el hundimiento del PRI ("maglia nera" para el partido que pronto dirigirá Alejandro Alito o AMLITO Moreno).
Ante la imposibilidad de ganar, el PRI renunció a pelear el segundo lugar con el PAN. Prefieren los priistas ser nota llamativa por quedar en último lugar que la irrelevancia de estar en la segunda posición.
El gran beneficio que los priistas esperan lograr y a partir del cual Alito o AMLITOempezará a reconstruir al PRI, será el de que en Morena y en el PAN los desprecien.
El PRI calcula que cuando despierte Morena de su sueño de que las victorias políticas son para siempre y el PAN del suyo propio de que es la única oposición, el dinosaurio tricolor, como en el cuento de Monterroso, todavía seguirá ahí.
Por ningún motivo deben Andrés Manuel y los suyos pensar que el PRI ya murió. El monstruo tiene mil vidas y solo espera para manifestarse que a la 4T las cosas empiecen a fallarle.
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