domingo, 23 de enero de 2011

El Panal no es el partido de los maestros



Ante las afirmaciones de algunos analistas respecto al sindicalismo, el sindicato y el magisterio, enfatizamos que repudiamos las acciones que realiza Elba Esther Gordillo y el Panal; la manipulación de los infantes y adolescentes en las escuelas de educación básica con el reparto de cuadernillos disfrazados de enseñanza de derechos de los niños, que en realidad son materiales de proselitismo político, realizado entre un público inocente e indefenso.

Igual repudio nos merece su accionar contra la escuela pública y el magisterio, por tanto rechazamos que el Panal sea el partido de los maestros. Aclaramos que:

1. La gran mayoría de los maestros estamos comprometidos con una educación integral pública, laica y gratuita, a pesar de la presión de las autoridades y las precariedades en que muchas veces ejercemos nuestra labor, ya que la SEP no dota de total infraestructura las escuelas (falta de bancas, vidrios en ventanas, papelería, etcétera), por lo que junto con los padres de familia sostenemos las escuelas. Sostienen los maestros toda la carga de la enseñanza con magros salarios, mientras funcionarios como el secretario Alonso Lujambio tiene un sueldo mensual de más de 200 mil pesos y más bien parece empleado de Elba Esther Gordillo.

2. La salida a las calles es en defensa al derecho a plaza de base, por incremento salarial y para exigir condiciones materiales necesarias para sobrevivir y sostener a nuestra familia. Más allá de la cúpula amafiada, el sindicato lo concebimos como instrumento de defensa de nuestros intereses como trabajadores.

3. Como ciudadanos tenemos los mismos derechos que la llamada clase política para hacer prevalecer nuestras demandas políticas, ideológicas y económicas, por tanto, rechazamos que Elba Esther Gordillo y su camarilla pretenda hablar a nombre de los maestros para su beneficio personal o de grupo, lo que origina las confusiones de aquellos que piensan que todos los maestros del país somos iguales y pretenden acabar con nuestra herramienta de defensa que es el sindicato y el sindicalismo.

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