1. Ayer viernes, en burro, la policía bajó a los muertos de una loma ubicada a un lado de la carretera que va de Matehuala a San Luis Potosí.
2. Es que, lo vieron muchos viajeros, en ese pequeño cerro se habían refugiado algunos sicarios que, minutos antes, habían atacado a miembros del ejército y de la policía federal.
3. No resistieron demasiado tiempo los pistoleros, sobre todo porque las fuerzas armadas, mejor organizadas, pidieron el apoyo de helicópteros.
4. Al terminar el enfrentamiento, los militares y los elementos policiacos subieron al montículo, con animales de carga, para retirar los cadáveres.
5. Después, la carretera se abrió y los viajeros siguieron su camino con toda normalidad.
6. ¿Normalidad? Pues sí. Porque lo normal en México, hoy en día, es vivir entre las balas.
7. Lo peor es que no se ve la salida. Al menos no en el corto plazo.
8. ¿Deben seguir el ejército y la policía federal combatiendo a los narcos? Deben, sin duda.
9. Si fue una estupidez iniciar una guerra contra el narco sin estrategia como lo hizo Felipe Calderón, sería ahora una estupidez mucho mayor abandonarla a cambio de nada. Algo así dijo Bertrand Russel sobre el asunto de Israel y Palestina, si no recuerdo mal.
10. En el mediano plazo la solución está en la generación de empleos. Eso lo logrará, después de 2012, un buen gobierno... si es que los grupos de poder empresarial, mediático y político permiten la llegada de un buen gobierno, y no veo más opción que el que pudiera encabezar Andrés Manuel López Obrador, no tanto por las virtudes particulares de este político, sino por la base social con la que cuenta.
11. Pero mientras llegan los empleos que acabarán con la guerra, no hay opción: el ejército y la policía federal tienen que seguir haciendo su trabajo, lo que significa que todos en México vamos a seguir con miedo.
Ni hablar.
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