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El Consejo Coordinador Empresarial ofrece postura tras el anuncio del presidente electo Andrés Manuel López Obrador sobre la cancelación aeropuerto de Texcoco
Se dice:
1. "Viene una catástrofe económica, por la cancelación del Nuevo Aeropuerto en Texcoco."
Curiosamente, ninguno de los que la afirman la vaticinaron con Peña, que nos está dejando una devaluación de casi 50%, por cierto.
En todo caso, la catástrofe económica será de los que querían un negocio redondo y permanente con el relleno del subsuelo lacustre y para quienes compraron los terrenos alrededor del aeropuerto. A los inversionistas actuales se les tendrá que pagar lo que indiquen los contratos ya firmados, y aún así, perdemos menos con Santa Lucía.
Se van a ahorrar 100 mil millones de pesos. Se va a contar con Santa Lucía en tres años y no en 2024, como se pretendía con Texcoco. Y se podrá recuperar el lago y mantener las especies de aves que viven gracias a él.
2. "La decisión del aeropuerto correspondía sólo al Ejecutivo."
¿Por qué? Porque la costumbre era ignorar la existencia de los intereses de la población y creer que empresarios y gobierno no tienen nada qué explicar a la ciudadanía. Aunque el presupuesto venga de quienes pagamos impuestos, o sea, todos los mexicanos.
Ese es el enojo mayor, que el próximo gobierno está anunciando una nueva relación en la que los intereses económicos no serán los únicos que dialoguen, negocien y ganen del poder político.
Eso es lo más positivo de la consulta: 1) se anuncia que se acabó la connivencia, si no franca subordinación, del poder político al económico; y 2) el gobierno tomará decisiones con base en lo que piense su pueblo, no mediante la imposición del interés del más fuerte.
Democracia, le llaman. No debería asustar a nadie.
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