Velasco Arzac ¿por la libre?
lunes, 21 de abril de 2008 Indice Político
Francisco Rodríguez
La mañana del 11 de enero de 2006, Guillermo Velasco Arzac pasaba lista de presente en un desayuno al que invitaban Manuel Espino y Juan Camilo Mouriño, en la sede del Partido Acción Nacional. Junto con un centenar de “distinguidos” miembros de la sociedad civil -Coparmex, el Frente Agropecuario Nacional, la Asociación Nacional de Veterinarios, el Instituto Nacional de Doctrina Social Cristiana, la Asociación Nacional Cívica Femenina, Asociación de Alumnos de la Universidad La Salle, Red Nacional de Organizaciones y Empresas Sociales, entre otras organizaciones- acudirían horas más tarde a registrar la candidatura presidencial del señor Felipe Calderón en la sede del IFE.
Tras el desayuno los asistentes pasaron a saludar al señor Calderón y, todos juntos, se dirigieron a la confluencia del Viaducto Tlalpan con Periférico Sur a protagonizar el trámite y la ceremonia en la que Luis Carlos Ugalde -ahora asesor del ocupante de Los Pinos- hacía las veces de anfitrión.
Velasco Arzac, ex cabecilla del MURO, ex dirigente de la Coparmex, ex funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública comandada por Gertz Manero, ex asesor de Fox en cuestiones de seguridad nacional (?) y alguna vez propuesto desde Los Pinos para integrar el IFAI, acudía entusiasta a apoyar a quien no era su candidato -lo fueron Marta Sahagún, de quien su hijo fue una suerte de ayudante, y claro Santiago Creel-, pero con quien, por conveniencia, se tenía que alinear.
Y se alineó. Fundador incansable de membretes -útiles para pasar la charola entre las élites financieras y empresariales-, “prestó” varios de ellos para que los estrategas hispanos que diseñaron la campaña del miedo y la confrontación sobre la que giró su campaña electoral el señor Calderón, los utilizaran como fachada para atacar al señor Andrés Manuel López Obrador.
Los servicios prestados a la causa electoral de Calderón, quién podría dudarlo, fueron invaluables. No tuvieron precio.
Hábil, eso sí, Velasco Arzac buscó dar valor político a su “colaboración”. Por ello, el 4 de octubre del 2006, representando a “organizaciones civiles” que apoyaron la candidatura de Calderón, exigieron al ya para entonces Presidente electo, que las incluyera en el ejercicio de su gobierno.
Como presidente de la organización Mejor Sociedad, Mejor Gobierno, Velasco Arzac llamó al futuro Presidente a tomar en cuenta la agenda política de su agrupación: “No le hemos pedido ningún premio, no estamos cobrando facturas (je, je, je), pero que tome en cuenta la agenda de los ciudadanos que lo apoyamos, que fuimos muchos”.
Por lo que hoy se aprecia, el señor Calderón, ya ocupando Los Pinos, no sólo ha tomado en cuenta la agenda. Todo indica que también se ha ocupado de la tesorería de Mejor Sociedad, Mejor Gobierno, y puede ser que hasta haya franqueado el acceso del membrete a las pantallas de la televisión donde ahora le transmiten -pese a la prohibición constitucional ya en vigor- otro spot infamante a Velasco Arzac.
Con tantas facilidades y recursos, cabe preguntarse si Velasco ¿va por la libre o, como ya sucedió, es ahora fachada de la Administración del señor Calderón?
¿Qué le pedirá después? ¿Un partido político?
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