domingo, 31 de diciembre de 2017

CUIDADO!! SACALE EL BULTO AL CHORO MAREADOR....TU VOTA POR YA SABES QUIEN!! Y GANAREMOS CON CONTUNDENCIA !!

SERA?? EL PUEBLO SI QUIERE!!!



Afortunadamente ya se van y los pondrá en cintura
Ya se acabó el año y agárrense que el otro viene bien cargadito. Vayan por sus profecías 2018 en su revista #375 con la pesadita portada de
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El despertar
 La crisis de México antaño y hogaño
José Agustín Ortiz Pinchetti
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n los años cincuenta, el México de la elite vivía casi en el paraíso. Lo presidía una familia revolucionaria que a Salvador Novo le divertía concebir como: una familia real y reinante, cuyo escudo de armas ostenta una 45 y un garrote electoral. Lo político ejercitaba una fabulosa inercia. Novo dijo al final del periodo presidencial de Adolfo Ruiz Cortines: Como que nos da muchísima pereza la política, como que estamos muy contentos así como estamos y nos importa poco lo que venga. Y se preguntaba: ¿No será equilibrio el aparente letargo? ¿Por qué no le importa al hombre común la política? Pensaba que después de la lucha armada México había crecido como civilización y que se habían atenuado las diferencias de clase. La prosperidad general desvanecía odios, desactivaba las causas del resentimiento, hacía sonar hueca, caduca y mezquina a la oposición.
Frente a esta apología del conformismo, Daniel Cosío Villegas había escrito un ensayo publicado a finales de 1946, pero enteramente vigente, penetrante y certero en las décadas siguientes: México viene padeciendo hace algunos años una crisis que se agrava día con día; pero como en los casos de enfermedad mortal, nadie de la familia habla del asunto, o lo hace con un optimismo trágicamente irreal. La crisis proviene de que las metas de la revolución se han agotado, al grado de que el término de revolución mismo carece ya de sentido. Y, como de costumbre, los grupos políticos oficiales continúan obrando guiados por los fines más inmediatos, sin que a nadie parezca importarle el destino lejano del país.
Por desgracia Cosío tenía razón, nadie escuchó su voz y menos que nadie los políticos. Aunque éstos no se dieran por aludidos, la crisis de México como fenómeno social y político determinó sus trayectorias y sus biografías. La crisis erosionó los cimientos del régimen y se extendió lentamente como una grieta cada vez más profunda. Los gobiernos fueron cada vez más ineficaces, padecimos en 50 años 10 gobiernos fallidos, hasta llegar al día de hoy, al peor de todos con un deterioro que abarca todas las áreas de la vida nacional, al punto que, para muchos, ya no tenemos remedio. Por fortuna yo creo que los pesimistas están equivocados y México podrá iniciar un renacimiento que le permita superar su crisis histórica.
Twitter: @ortizpinchetti
La insurgencia plutocrática y la LSI
Carlos Fazio
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n 2011, Robert J. Bunker señaló que “la insurgencia plutocrática (…) involucra a las élites globales y carece de los rasgos tradicionales de una insurgencia; es decir, la lucha armada. Es la contraparte del concepto insurgencia criminal, desarrollado inicialmente por John Sullivan con dedicatoria a México. Sin embargo, en vez de estar basada en economías ilícitas y de naturaleza ascendente, de abajo hacia arriba (bottom up), deriva de economías libres de cualquier soberanía (sovereign free), y es de naturaleza descendente, de arriba hacia abajo (top down).”
Según Bunker, profesor del Instituto de Investigaciones Estratégicas del Colegio de Guerra del Ejército de Estados Unidos, los ganadores de la globalización−representados por las corporaciones multinacionales y la clase capitalista trasnacional− buscan retirarse de la autoridad reguladora, fiscal, y –en última instancia− política de los Estados (mientras utilizan a sus instrumentos coercitivos por excelencia: las fuerzas armadas, policiales y de espionaje, así como a los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial para transformarlo e instrumentalizarlo en su favor).
El mecanismo utilizado para ello es promover una economía allende la soberanía del Estado nación (extra-sovereign) usando paraísos fiscales foráneos; jugando a poner a los países unos contra otros para maximizar utilidades; convirtiéndose en ciudadanos no residentes con la finalidad de no pagar impuestos, y empleando a una bandada de abogados y cabilderos dentro de los Estados para obtener privilegios especiales y ventajosas consideraciones económicas.
A su vez, como señala Nils Gilman, una de las tendencias globales más importantes de las últimas décadas ha sido la proclividad de las élites acaudaladas a enquistarse en enclaves amurallados. Para ellas, la función primaria de la sociedad es servir como fuente de mano de obra barata, servil; como un recurso a ser explotado.
Por otra parte, las comunidades amuralladas son una pauta más extensa de los enclaves económicos extraídos del Estado nacional y habilitados para jugar acorde con un conjunto de reglas fundamentalmente distintas de aquellas imperantes en un territorio circundante. Por sí mismas, añade Gilman, esas comunidades amuralladas no equivalen a una insurgencia plutocrática; pero éstas emergen donde quiera que uno ve a las élites financieras y económicas utilizando tales enclaves como base estratégica a partir de la cual librar la guerra en contra de los bienes públicos.
Ése es el atributo definitorio político-económico de una insurgencia plutocrática: el intento por parte de los ricos para dejar sin fondos el aprovisionamiento de bienes públicos con el propósito de dejar sin dientesa un Estado que amenaza sus prerrogativas, pero al que utilizan como instrumento policiaco-securitario en defensa de sus intereses.
A diferencia de la cleptocracia, que involucra a las instituciones del Estado para saquear a la población, la insurgencia plutocrática desea crear un Estado a modo para facilitar la desposesión o el despojo generalizados (utilizando incluso la guerra híbrida). Aunque en la práctica, ambas modalidades pueden entremezclarse.
No existe en la actualidad autoridad soberana capaz de hacer frente a la insurgencia plutocrática, consecuencia no intencionada del capitalismo depredador y criminal, que resulta en crecientes desigualdades económicas en los Estados occidentales. Una insurgencia que durante los últimos 11 años se disfrazó de guerra a las drogas en México, con el salto conocido, y que en su nueva fase podría utilizar legalmente a las fuerzas del orden para suprimir protestas y manifestaciones antiplutocráticas.
En ese contexto, conviene tomar en cuenta las declaraciones de Joseph Mark Mobius, un germano-estadunidense radicado en Singapur y presidente ejecutivo de Templeton Emerging Markets Group −una división de Franklin Templeton Investment, el mayor fondo de inversión del mundo para mercados emergentes, México incluido− en el sentido de que “el mejor momento para comprar es cuando hay sangre en las calles (…) incluso si es tu propia sangre”, porque usualmente, cuando hay guerra, revolución o problemas políticos y económicos, los precios de los valores bursátiles bajan, y esa gente, que compró cuando aquellos habían tocado fondo, ganó mucho dinero.
Como otra faceta del mismo fenómeno, Emir Sader dice que los gobiernos de derecha, todos neoliberales, se dedican a cuidar a los ricos. Ya no les basta ser ricos, tienen que ser cuidados para que no abandonen (totalmente) sus países por algún paraíso fiscal en las Islas Vírgenes, Panamá, Luxemburgo, Nevada o Delaware (en EU), o alguna de las 30 empresas fantasmas del Barclays Bank de Londres.
México no es la excepción: los intereses de la plutocracia local también deben ser cuidados en sus antiguos y nuevos enclaves económicos hidrocarburíficos, eléctricos, mineros, agroindustriales y maquiladores, incluidos los que irrumpirán en breve en las Zonas Económicas Exclusivas (ZEE) del sur-sureste del país.
Con el añadido de que a los cuidadores de la plutocracia también hay que cuidarlos. A eso responde la Ley de Seguridad Interior (LSI) de Enrique Peña Nieto, quien pasará a la historia como el autor intelectual de un esperpento jurídico diseñado bajo presión de los mandos de las secretarías de Defensa y Marina por algunos leguleyos civiles y militares del régimen.
Porque por más que ahora Peña Nieto pretenda utilizar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación como condón, tapadera y cómplice de su torpe y anticonstitucional iniciativa, sobre él recaerá la responsabilidad histórica del nuevo paradigma punitivo del Estado que regulariza el estado de excepción y supedita a las autoridades civiles a mandos militares por tiempo indefinido y sin la obligación de éstos de rendir cuentas a nadie.
Toda decisión de seguridad integrará institucionalmente a las fuerzas armadas en el proceso informativo, deliberativo y ejecutivo. Como afirma la propia ley, el papel de los militares no será el de suplantar a la policía, sino resolver problemas de seguridad interior en términos militares. Visto así, la LSI es un extraordinario éxito desde la óptica plutocrática y de sus fondos de inversión. Expandir la aplicación de lógicas de guerra como instrumento preponderante de gobierno derivará en una mayor perpetración de crímenes de lesa humanidad. Con ello, Peña habrá cerrado el trágico ciclo de absolutismo, violencia estatal, corrupción, simulación e impunidad impuesto por Felipe Calderón desde 2006.
Las pruebas del crimen económico contra Venezuela
Alfredo Serrano Mancilla
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rohibido ver lo evidente. Esta suerte de sentencia encontrada en un mural callejero le viene como anillo al dedo a todo aquel que ignora la continuada agresión económica que viene sufriendo Venezuela en los últimos años. Se puede legítimamente estar a favor o en contra de las decisiones económicas tomadas por el presidente Nicolás Maduro. Todo debate económico es bienvenido. Sin embargo, el desconocimiento del conjunto de acciones orquestadas desde múltiples ámbitos en contra de la economía venezolana resta rigor a cualquier tipo de análisis. Dejar de lado lo que Venezuela está afrontando en forma de multi-agresión permanente en materia económica es un acto de irresponsabilidad deliberada. Pero además sería un análisis parcial y sesgado. Sería lo mismo que analizar la economía mexicana sin considerar que tiene a Estados Unidos como vecino del norte. O suponer que un país tiene mar a pesar de no tenerlo. ¿Cómo debería leerse un estudio o una propuesta en base a premisas falsas, inexistentes, eclipsando buena parte de lo que sucede?
Lo apropiado es tener un panorama integral para tener un diagnóstico certero, y en función de ello realizar las recomendaciones que cada quien considere oportuno. Ninguna de las pruebas esgrimidas a partir de ahora deben ser consideradas como excusas ni como parches que sirvan para esconder otros desequilibrios estructurales de la economía venezolana. De lo que se trata en este artículo es de demostrar con pruebas manifiestas que la economía venezolana no es como otra cualquiera. Por muchas razones geopolíticas está sometida a un constante hostigamiento que es obligatorio conocer en detalle. He aquí un listado de estas pruebas irrefutables.
1. El riesgo país (RP) otorgado por las agencias de calificación es improcedente con el cumplimiento de Venezuela con el pago de la deuda externa. En los pasados cuatro años la república ha honrado sus compromisos de pago por un total de 73 mil 359 millones de dólares. Y el RP ha seguido subiendo. Se han encontrado 32 meses en los últimos 14 años en los que el RP contra Venezuela ha subido a pesar del incremento del precio del petróleo. En la actualidad, el RP dado por JP Morgan (EMBI +) se encuentra actualmente en 4.820 puntos, es decir, 38 veces más de lo que le asignan a Chile a pesar que este país tiene un ratio de deuda/PIB similar al venezolano.
2. La palabra default es usada contra Venezuela con independencia de su significado. Dos ejemplos sucedidos recientemente a pesar de haberse cumplido con el pago de la deuda externa: a) Fitch Ratings dijo que Venezuela tenía un default selectivo, b) Standard & Poor’s bajó la calificación de CC/C a SD/D (default selectivo). Pero esto viene de lejos. Otro ejemplo menos reciente: en febrero de 2016, Bloomberg afirmaba que Venezuela tenía 76 por ciento de probabilidades de entrar en default en un año. Y así tendríamos miles y miles de testimonios que ratifican que las calificaciones contra Venezuela no siguen un criterio de racionalidad económica.
3. Donald Trump dictaminó una orden ejecutiva (amparándose en un decreto previo de Obama) en contra de la economía venezolana. Solo basta leerla en detalle para darse cuenta que se trata de un boicot explícito con la intención de impedir el relacionamiento de Venezuela con socios privados estadunidenses al mismo tiempo que restringe el cumplimiento de los pagos de deuda externa, así como las posibilidades de refinanciación de la misma.
4. Gran parte del sistema financiero internacional ha venido propiciando en años recientes un esquema de bloqueo hacia las operaciones financieras de Venezuela; limitando el accionar de múltiples instituciones nacionales (públicas y privadas) para ejecutar pagos a proveedores, recibir pagos, ejecutar transacciones, administrar carteras de inversión, cumplir obligaciones financieras y acceder a fuentes de financiamientos internacionales. Se han sucedido cancelaciones unilaterales de contratos de corresponsalía bancaria en contra de Venezuela (Citibank, Comerzbank, Deutchzbank). Desde julio de 2017 el agente de pago de los bonos emitidos por Pdvsa, Delaware, informó que su banco corresponsal (PNC Bank) en Estados Unidos se negaba a recibir fondos provenientes de la estatal petrolera. Por su parte, Novo Banco (Portugal) notificó en agosto de 2017 la imposibilidad de realizar operaciones en dólares por partes de instituciones públicas venezolanas por bloqueo de intermediarios. La empresa Euroclear, encargada de la custodia de una parte importante de los bonos de Venezuela, mantiene importantes operaciones de transacciones de bonos retenidas en proceso de revisión; por presiones hechas por la OFAC (más de mil 200 millones de dólares). El banco aliado de Venezuela, Bank of China Frankfurt, no ha podido realizar una operación destinada al pago de unos compromisos con la empresa minera canadiense Gold Reserve por 15 millones de dólares.
5. Se han producido bloqueos para pago de alimentos y otros bienes básicos. Por ejemplo, la tercera semana de noviembre fueron devueltos más de 23 operaciones de pago por 39 millones de dólares en alimentos, porque bancos intermediarios de proveedores no querían aceptar recursos desde Venezuela. Situaciones parecidas han ocurrido en compras navideñas, medicamentos (insulina, fármacos contra la malaria y el paludismo), semillas, transporte de deportistas venezolanos (el banco Wells Fargo impidió la operación), comunicación (el banco holandes Rabobank negó el pago para la operatividad de Telesur alegando que el ordenante se encontraba sancionado por la OFAC).
6. La evolución del tipo de cambio ilegal paralelo no tiene ningún paralelismo con ninguna variable macroeconómica. El valor de este tipo de cambio se ha multiplicado por mil 410 veces desde agosto de 2014 hasta la actualidad, mientras la cantidad de billetes y monedas se multiplicó por 43, la cantidad de liquidez se multiplicó por 64 y el tipo de cambio implícito por 141. Ni siquiera la ortodoxia neoclásica sirve para explicar el comportamiento de esta arma política de destrucción económica, utilizada para inducir un aumento desmedido de la inflación.
Podríamos añadir a este listado de pruebas todo los intentos del Mercosur por aislar a Venezuela y las sanciones de la Unión Europea o Canadá, así como la retirada de compañías aéreas como Avianca o Aerolíneas Argentinas. Y además a eso cabe sumarle la caída estrepitosa del precio del petróleo de 2014 a 2016 (pasando de un precio promedio anual por barril de 88 a 35 dólares).
Esta realidad es innegable y no cualquier país está sometido a este tipo de asedio económico de alta intensidad y persistencia.
El más bello regalo: la vida de Margit Frenk, dice su biógrafo Rodrigo Ávila
Elena Poniatowska
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Margit Frenk es la tercera mujer en entrar a la Academia Mexicana de la Lengua y es integrante de la Real Academia EspañolaFoto proporcionada por Poniatowska
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as mujeres que se enamoran con pasión siempre me producen una enorme envidia. Hace años leí: Women in love (Mujeres enamoradas),de TH Lawrence y sentí por ellas una admiración desmedida, la misma que siento ahora por Margit Frenk.
–Ramón Xirau fue mi gran amor, Ramón. De los 18, 19 años, ya en la Facultad de Filosofía y Letras, en Mascarones. Ese amor fue una cosa muy intensa y de muchísimo sufrimiento para mí, marcado por la muerte del padre de Ramón, Joaquín Xirau, atropellado frente a la facultad, en la Ribera de San Cosme. Era profesor en la facultad, un gran filósofo, una cabeza magnífica, y aunque eso sucedió cuando ya no éramos novios Ramón y yo –mi amor por él fue total, pero no podría decir que de parte de él sucedió lo mismo. Yo me enamoré perdida, perdida, pero no hace mucho releí algunas de sus cartas y me dice claramente que él no está seguro de quererme cuando yo moría por él…
—Él te hizo sufrir.
–Sí, él me hizo sufrir, sufrí horrores por mucho tiempo pero, de hecho, yo corté el noviazgo porque pensé: Yo no puedo contra los padres de Ramón. Me contó Ramón que una amiga española –refugiada también– le dijo a su madre: “Tú no vas a permitir que tu hijo se case –¿quién pensaba en casarse?– con una judía”.
–¡Híjole! Está fuerte. Pero luego encontraste a Antonio Alatorre.
–Bueno, entre tanto me fui a Estados Unidos y allá tuve un novio israelí.
–Lo quisiste pero no tanto.
–Exacto. Regresé a El Colegio de México y fue cuando conocí a Antonio Alatorre. Estuvimos casados de 1949 a 1977. Tuvimos tres hijos: Gerardo, Claudio y Silvia.
–A lo largo de los años te hiciste muy reconocida.
–Nunca me hice muy reconocida.
–Sí, todo el mundo te quiere en El Colegio de México, en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); en Bellas Artes te han hecho un montón de homenajes y eres la tercera mujer en entrar a la Academia Mexicana de la Lengua, además de ser integrante correspondiente de la Real Academia Española…
–José Luis Martínez, quien era director de la Academia, fue mi maestro y sinodal de mi examen, y me invitó a entrar a la Academia.
Margit Frenk llegó a mi casa acompañada por su biógrafo Rodrigo Ávila Bermúdez, quien ya tiene años de dedicarse a la literatura a pesar de su juventud. En Bellas Artes todos lo recordamos por su gentileza cuando coordinaba actos de literatura y se preocupaba por recibirnos con una gran sonrisa y atender a Silvia Lemus de Fuentes, a quien sentaba en primera fila. Antes que a Margit, Rodrigo conoció a Mariana Frenk Westheim, madre de Margit, quien murió a los 106 años. Margit apenas tiene 92. A Rodrigo se le ocurrió proponerle escribir su biografía y le preguntó si alguien lo había hecho antes, y ella respondió en francés: personne.
–Mira, Elena, estamos trabajando Margit y yo en este proyecto desde hace dos años. Le propuse a Margit escribir su biografía, a lo que ella me respondió: Sí, cómo no, a nadie se le había ocurrido –me explica Rodrigo Ávila. Nuestra amistad surgió primero durante sus sesiones en la Academia Mexicana de la Lengua, pero lo que la convenció es que yo le comentara que había conocido a su mamá, Mariana, y me había parecido fascinante. Yo sabía quién era Mariana, había leído sus libros de aforismos, sus cuentos y mil aventuras. Sabía que era la primera traductora de Rulfo al alemán, y cuando conocí a Margit me fue ampliando el mundo de su madre y accedí al suyo. Entonces le dije: Margit, vamos a escribir tu vida. Nos reunimos todos los sábados desde hace dos años, en su casa y a base de entrevistas estructuramos esta biografía. Margit tiene ahora 92 años, pero dejamos su biografía en 90. También recurrí a documentos, libros, fotografías, etcétera, y establecimos su árbol genealógico porque hablar de Margit es remontarse al antiguo reino de Bohemia en el siglo XIX. Peinamos el siglo XX, y para mí ha sido enriquecedor conocer su historia.
–Él se metió en berenjenales para investigar todo –interviene Margit entre risas.
–Pero él te cayó bien, porque tiene que haber una empatía entre el entrevistado y el entrevistador.
–Ciertamente la hubo, claro, claro.
–¿Naciste en Alemania?
–Mis padres, mi hermano y yo vinimos a México cuando yo tenía cuatro años. Llegamos de Hamburgo, muy a tiempo, en 1930, si tardamos un poco más Hitler nos hubiera echado. No recuerdo si en esa época había ya campos de concentración, creo que empezaron en 1938, por ahí. Un incidente desagradable que tuvo mi papá, quien era médico, hizo que emigráramos mis papás, mi hermano Silvestre, de seis años, y yo, de cuatro, así que me siento mexicana, totalmente. Es cierto que en casa hablábamos alemán, esa cosa chistosa de los judíos alemanes que no siendo ni tan judíos y tan alemanes como antes, no cambiaron a pesar de la persecución de Hitler.
–¿En el sentido de no esconderse?
–No, en toda su sicología, en su manera de ver el mundo. Mi papá era médico, eso ya lo sitúa en cierto lugar. A mi mamá ya le daba por escribir, traducía del inglés, del francés, del alemán, del español, gusto que después se convirtió en profesión.
–Ahora me doy cuenta –interviene Rodrigo– que cuando uno quiere escribir la biografía de alguien no escoge a su biografiado, el biografiado lo escoge a uno. Conocí a Mariana, una vez que fuimos a su casa, hace algunos años, tendría como 102, 103 años. Cuando conocí a Margit mi primera impresión fue decir: ¡Es el espejo de Mariana! Comencé a acercarme a Margit, le comenté que conocí a su madre y le conté que nos ofreció un platito de cerezas, yo no las conocía y me las empecé a comer como papas fritas, y le pregunté: Mariana, ¿no quieres una cereza?, y ella me respondió: No hay que abusar de lo que nos hace felices, y yo me quedé como regañado. Con Margit hicimos muy buena amistad. No creas que fue nada más empezar a contar su vida, sino remontarnos muchos años atrás y recorrer el fascinante mundo de los Frenk, que es también parte de la historia de México. Partimos desde el antiguo reino de Bohemia hasta llegar a Hamburgo; de Hamburgo migramos desde Holanda en un barco carguero, el Spaardam, que atravesó las tempestades del Atlántico hasta llegar a La Habana, y de La Habana a Veracruz; de ahí en tren hasta la ciudad de México, a su primera morada, que fue el hotel Geneve, en la colonia Juárez, para después mudarse a su primer hogar en la calzada de Tacubaya número 10. Recorrer todo ese México que Margit vivió de niña en la colonia Condesa. Estudió en el Colegio Alemán, en la antigua calzada de la Piedad (hoy Cuauhtémoc), y después en el colegio Alberto J. Correa, en la plaza de la Cibeles, donde estudió la primaria con sus compañeras y vecinas Lupe y Ruth Rivera Marín, hijas de Diego Rivera.
–Empezamos ahí en el Colegio Alemán –dice Margit. De mis recuerdos más tempranos es ir de la manita con mi papá a la escuela y de pronto verlo pararse en seco y decirme: Margit, ya no vas a ir a la escuela. Después supe que habían puesto la suástica de adhesión a Hitler en el muro de la escuela. Yo no la llegué a ver, pero mi papá entró a hablarle por teléfono a mi mamá y nos retachamos a mi casa. Fue muy impresionante y me queda el recuerdo exacto de cómo se paró en seco y cómo me dijo: Margit, ya no vas a ir a esa escuela. Luego fuimos a una escuela de gobierno, muy buena.
–Dicen que antes las escuelas de gobierno eran excelentes.
–Sí –dice Rodrigo–, sobre todo porque a Margit le tocó el cardenismo, cuando Cárdenas convirtió las escuelas en mixtas. Asistían tanto niños como niñas, convivencia que generó una transformación educativa y social en México…
–Una cosa curiosa de mis papás, de mi hermano y de mí, es que hubo mucho contacto con la gente de México, porque en 1930 no había refugiados. Éramos poquísimos, los contabas con los dedos de la mano.
–¿Por qué te inclinaste por la filología?
–Yo era la sombra de mi mamá.
–Era una personalidad muy absorbente.
–Sí. Me sentía identificada con ella. Porque ella estudió literatura española también estudié letras en la UNAM, y en el Colegio de México conocí a Antonio Alatorre. Como al año de casarnos, don Alfonso Reyes –no le puedo decir sino don– nos mandó a Europa a Antonio y a mí, primero a París y luego a Madrid con una beca muy pequeña, y Raymundo Lida –nuestro maestro– nos escribió que ya nos regresáramos, si no, nos hubiéramos seguido. Fuimos muy felices allá, todavía no teníamos hijos y estuvimos casi un año metidos en la Bibliotheque Nationale. Yo insistía en que ciertos días, dos a la semana, los dedicáramos a recorrer las calles, y sí lo hacíamos, Antonio a regañadientes; años más tarde me lo reprochó, porque él quería estar en la biblioteca todo el tiempo.
–Bueno, pero también se aprende mucho en las calles.
–Sí, mucho más.
Margit le dice a Rodrigo, sentado junto a ella: “Oye, tú tienes que andar conmigo todo el tiempo para contestar preguntas que yo no puedo.
–Bueno, aquí te doy una ayudadita –responde Rodrigo. Margit publicó Entre la voz y el silencio, todo un estudio, Elena, en el que se cuestiona por qué la gente en la época de la Colonia iba al teatro, si no sabía leer ni escribir. Margit concluye que si la gente no dejaba de ir al teatro era por la conexión entre el oído y la lectura. Se trata de un libro bellísimo: Entre la voz y el silencio: la lectura en tiempos de Cervantes.
“Considero que la vida y la obra de Margit son indispensables en nuestro legado cultural, en la historia de la filología y en la de nuestro país, México. Margit es un testigo privilegiado de su tiempo y gracias a su longevidad es de las pocas personas que pueden dar testimonio de viva voz. A Margit se le aprende el rigor de la investigación y la humildad. Ser sabio te hace humilde.
Todavía tengo varios proyectos en la UNAM, además de la docencia. Ojalá encuentre en mi camino otras biografías tan bellas como la de Margit Frenk. Escribir la vida de otros es un placer y es una responsabilidad, pero sobre todo uno de los mejores regalos que te pueden hacer como escritor. Margit me regaló su vida.
Bajo la lupa
 ¿Librará Trump una guerra para ganar las elecciones intermedias de 2018?
Alfredo Jalife-Rahme
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En días pasados el presidente Donald Trump invitó a miembros de la Guardia Costera de Estados Unidos a jugar en su club de golf en West Palm Beach, FloridaFoto Ap
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l año 2017 concluyó para Donald Trump –quien se ha vuelto el centro de gravedad y/o el atractor fatal tanto a escala doméstica como global– con estratosféricos beneficios para Wall Street, las trasnacionales y su sustancial recorte impositivo, las petroleras del fracking desregulado y el supremacismo del primer Netanyahu de Israel: Estado racista/paria/ apartheid, si eso significa ganar, cuando la política exterior de Estados Unidos sufre reveses no vistos desde hace 70 años y su tejido social se disgrega en forma alarmante.
Sin la ominosa defenestración ( impeachment) de por medio, la dinámica que llevará del 1º de enero hasta las cruciales elecciones intermedias del 6 de noviembre estará correlacionada con la probabilidad de la primera guerra de Trump en el extranjero.
Cada presidente de Estados Unidos deja el sello de su guerra. Dígase lo que se diga, a lo largo de 2017 el pugnaz Trump no ha librado en forma sorprendente ninguna guerra, pese a sus bravatas nucleares de cantina barata, aunque sí ha contribuido y ha dejado sembradas todas las semillas bélicas para una conflagración en cualquier momento: desde la península coreana, pasando por Ucrania (con la reciente entrega de armas letales al gobierno de Petró Poroshenko, lo cual ha indispuesto al zar Vlady Putin) hasta el repudio universal a su reconocimiento de Jerusalén como capital fake de Israel (https://goo.gl/AMzAfG).
De milagro Trump no se enfrentó a la presencia de Rusia en Siria ni a la de Irán y Turquía (en menor grado) en Irak y hasta impidió la implosión del Líbano (https://goo.gl/VPU8wv).
Una cosa son los clásicos teatros de batalla convencionales ampliamente conocidos y dispersos por el mundo –desde Venezuela (con el fin de controlar la máxima reserva de hidrocarburos del planeta, sumada de su importante minería aurífera), pasando por Yemen, hasta el ascenso irresistible de Irán– y otra cosa sería una confrontación de las dos superpotencias nucleares, Estados Unidos y Rusia, de pronóstico reservado y en la que el primero no saldría para nada bien librado.
Hoy la debilidad de Trump en el ámbito doméstico jugará un rol determinante para que decida participar en una guerra en uno de los tantos teatros de batalla que se escenifican en el planeta, al estilo de lo que el asesor Nicolás Maquiavelo instigaba al príncipe Lorenzo de Médici en el siglo XVI: librar una guerra para desviar el malestar interno y aglutinar el jingoísmo.
Nada menos que el texano Ron Paul –anterior congresista y candidato presidencial, así como padre del influyente senador Rand Paul por Kentucky, quien dio lugar al Partido del Té, en el seno del Partido Republicano– aseveró que Trump puede ser vulnerable a un desafío en las primarias del Partido Republicano, además de prevenir que “Estados Unidos se encuentra al borde de algo similar al colapso del sistema soviético (¡ megasic!) en 1989”, que no sería la tan cantada balcanización por el decano de los diplomáticos rusos Igor Panarin (https://goo.gl/ky8bBf), sino versaría sobre un desastre de la política monetaria y el derrumbe de su “imperio de ultramar (https://goo.gl/CthMJw)”.
Del lado de los feroces turiferarios de Trump se escucha un diferente sonido triunfalista de campana y campaña, como el reporte de Mike Allen, quien considera que en 2018 habrá un “Trump desencadenado ( sic)” con varios despidos en su gabinete –el secretario de Estado, Rex Tillerson, y el consejero económico Gary Cohn– y el auge de sus ideas extremistas (https://goo.gl/GeuxU3): habrá un Trump pleno ( sic), en el que prevalecerán sus instintos (sic), su nacionalismo económico y su política antimigratoria, lo cual presagia pésimos momentos para el México neoliberal itamita.
En su reciente entrevista a The New York Times (NYT), Trump afirma que será relegido en 2020 (https://goo.gl/5jJs6g).
La humillante derrota del trumpiano supremacismo evangelista blanco en su feudo de Alabama en el Cinturón Bíblico significó una advertencia de lo que puede advenir en las elecciones intermedias (https://goo.gl/cceTsy), por lo que Trump intenta, en un experimento político similar al renacimiento evangelista born again, revivir la enjundia de su base de fieles, que muy bien puede ser a costa de los mexicanos transfronterizos, con la conclusión ignominiosa del muro iniciado por Clinton y Baby Bush.
Pese a la estéril intimidad de Jared Kushner, yerno judío ultraortodoxode Trump, con el controvertido Luis Videgaray, el México neoliberal itamita ha salido pésimamente librado: desde la espada de Damocles de la abrogación del TLCAN, pasando por la repatriación de capitales de las trasnacionales de Estados Unidos hasta la intensa devaluación del peso (https://goo.gl/UQEEFV).
Guerras y pretextos no faltan. El general Robert Neller, comandante de los marines, alertó a los soldados estadunidenses en Noruega que viene la guerra contra Rusia (¡ megasic!) o Corea del Norte, al unísono de la advertencia sobre el cielo encapotado en la península coreana del general James Mattis, secretario del Pentágono, en Fort Bragg (https://goo.gl/oFrF8x).
Tanto los portales de Rusia como de China enuncian que la jugada de Trump sobre Jerusalén puede provocar una guerra, como también alertó Alí Larijaní, presidente del Parlamento iraní, después de su reunión en Islamabad, Pakistán, con Vyacheslav Volodin, portavoz de la Duma rusa (https://goo.gl/m7uzRy). El portal oficioso chino Global Times previene que “el plan de Trump en Jerusalén puede desencadenar guerras regionales (https://goo.gl/RFVsDA)”.
El patriarca libanés Béchara Raï, de la comunidad católico-maronita adscrita al Vaticano, exhortó a Trump a revertir su peligrosa decisión sobre Jerusalén –que significa la judaización de Jerusalén, que le quita su carácter cristiano y musulmán– y que atiza la guerra en el Medio Oriente (https://goo.gl/TyGAkh).
Como si lo anterior fuera poco, The Times of Israel divulga que “Estados Unidos e Israel firmaron un pacto secreto (¡ supersic!)” en la Casa Blanca para lidiar con Irán(https://goo.gl/TNFCX5). ¿Y a poco Rusia y China se quedarían con los brazos cruzados?
The Financial Times augura una guerra comercial de Trump contra China, mientras el muy sesgado portal Stratfor pronostica la profundización de la colaboración entre Rusia y China, que significará una amenaza estratégica para Estados Unidos: la fluidez de los alineamientos entre las grandes potencias definirá el sistema internacional, mientras Estados Unidos operará un eje con Israel y Arabia Saudita contra Irán. Además, Trump ejercerá una “agenda comercial agresiva contra China, México ( sic), Corea del Sur y Japón” (https://goo.gl/tJCf3J).
¿Funcionará su apabullante agenda darwiniana cuando Estados Unidos naufraga en su decadencia? ¿Podrá con China aliada de Rusia?
Mark Landler, del NYT (https://goo.gl/Cpqz7t) y Global Times (https://goo.gl/esWLNS), coincide sobre la impredecibilidad de Trump, la cual, a mi juicio, es una técnica deliberada de su pasado como dueño y apostador de casinos, que resume la teoría del loco que marca más la debilidad de Estados Unidos que su elusiva fortaleza (https://goo.gl/MSjceS). Se trata de la trumpiana “geopolítica del bluff” que recrudeció el imperante caos global.

¿Así sueña con ser una opción?, publicó en @Ott02025
Tuit del titular de la SEP califica de orate a AMLO
Le sobra demagogia, falsedad e inmoralidad, agregó
De la Redacción
 
Periódico La Jornada
Domingo 31 de diciembre de 2017, p. 9
Sin mencionar su nombre, el titular de la Secretaría de Educación Pública (SEP), Otto Granados Roldán, calificó como orate al precandidato a la Presidencia de la República por la coalición Juntos Haremos Historia, Andrés Manuel López Obrador, luego que éste reiterara que de ganar la elección en julio próximo echaría abajo la reforma educativa.
La SEP no confirmó ni desmintió, pese a que se le solicitó en reiteradas ocasiones durante la jornada de ayer, si se trataba de la cuenta oficial del funcionario.
En la cuenta @Otto2025, Granados Roldán escribió la tarde del viernes: ¿Es posible debatir con un orate? ¿Y así sueña con ser una opción? Más allá de sus problemas de senilidad y salud mental, le faltan ideas, argumentos, razones, hechos, datos duros y verificables, le sobra demagogia, falsedad e inmoralidad.
Un par de horas después, agregó: “El orate me recuerda tanto la sabia admonición de Shakespeare cuando hace decir al conde de Gloucester: ‘desgraciados los tiempos en que los locos llevan de la mano a los ciegos’. Por México, tengámoslo en cuenta en 2018”.
Los tuits del funcionario provocaron reacciones encontradas. Hubo internautas que apoyaron su postura, pero otros le recordaron su condición de secretario de Estado, a lo que respondió que defendería la reforma educativa a capa y espada al considerar como un deber moral el garantizar una mejor educación a los niños de México. Nada más que eso, nada menos que eso.
Incluso difundió en otro tuit la definición de orate: Por las dudas, orate: Persona que ha perdido el juicio, Persona de poco juicio, moderación y prudencia. Fuente: RAE.
Este sábado, las expresiones del secretario continuaron generando debate en las redes sociales, a lo que él respondió: Vaya, vaya, vaya. Parece que algunos amanecieron hoy de mal humor. Ni hablar. Pásenla bien en este fin de año.
Hasta el cierre de esta edición el equipo de comunicación social de la SEP no había desmentido la autenticidad de la cuenta @Otto2025, pese a que en varias ocasiones se solicitó la información, sin obtener respuesta alguna, aduciendo que no era posible localizar al secretario Granados Roldán.

Rayuela
Esa sí es educación, señor secretario.
En #2018 se abre una ventana hacia la esperanza. La lucha por derrotar el fraude y colocar una persona honesta en Palacio Nacional debería concentrar todos nuestros esfuerzos. Ningún sacrificio es demasiado grande. Les deseo a todos y a todas una .

Malo vs Amlo, sobre la reforma educativa en plena campaña electoral

@NietzscheAristosáb 30 dic 2017 17:22
 
  
 
 La parte más clara de la columna es la de la intencionalidad política, también la más breve.
La parte más clara de la columna es la de la intencionalidad política, también la más breve.
Foto propiedad de: SDP Noticias
Uno de los temas que me ha interesado desde que colaboro en SDPnoticias es el de la educación en México. Por el tema mismo, interesante y fundamental, por haber realizado mi tesis de licenciatura en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM sobre uno de los educadores pilares de México junto con José Vasconcelos, Jaime Torres Bodet (ensayo que reviso por estos días para su publicación), y por haber desempeñado mi único trabajo profesional dentro del gobierno en la Secretaría de Educación Pública (mi segundo empleo, después de haber sido ayudante de profesor en la propia Facultad).
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Aparte de escribir sobre el tema, en particular en relación a la llamada reforma educativa ejecutada por Peña Nieto, he leído con interés lo que algunos colegas han publicado en SDP, entre estos, Anel Montero. Así que no deja de llamar mi atención el reciente texto de Verónica Malo Guzmán (“AMLO, sugiero aprenderte la lección. De lo contrario, volverás a reprobar”; 30-12-17), colaboradora del portal, que invita a lo que considero un debate tardío, por una parte, y por otra, a destiempo, sobre lo que ella llama “gran Reforma Educativa”.
Leo y releo el retórico y abigarrado texto, pero decidido acudir al llamado para fijar algunos puntos básicos en torno al mismo; sobre su intencionalidad y su contenido.
1. Intencionalidad del texto. El propósito declarado de Verónica Malo Guzmán es responder “de forma tajante” a López Obrador cada vez que este sugiera durante su campaña electoral, “con la necedad que le caracteriza”, la “barbaridad” de abrogar la reforma educativa de Peña Nieto. Pues aunque el candidato es una “persona testaruda”, ella es “paciente y persistente”. Y con su “madera de docente” da a entender que se encargará, a través de sus respuestas periodísticas, de educarlo para que aprenda, si no, “volverá a reprobar”. Es de suponerse que se refiere a que el líder absoluto de las encuestas no llegaría a la presidencia en 2018; como no pudo en 2006 por el fraude y en 2012 por la compra de la elección (esto lo digo yo). 
Y de inicio me parece que Malo Guzmán equivoca el sentido, que el debate a que convoca es tardío y a destiempo. Tardío, porque el debate sobre la reforma de Peña se hizo en los medios periodísticos y académicos antes de ser impuesta. En esos medios, sí, porque esa reforma jamás tomó como válida la consideración de los maestros y de los padres de familia, es decir, de la sociedad, parte esencial del proceso educativo. Por su parte, los legisladores de oposición no tuvieron los votos necesarios para contrarrestar la orden que la mayoría había recibido de levantar el dedo y aprobarla. Así, no tiene significación debatir ahora sobre la reforma en sí, pues ya se está ejecutando. A destiempo, porque López Obrador lo que hace en campaña es política, no está proponiendo en este momento un análisis sesudo de la reforma que está en marcha ni lo que contendría una nueva reforma bajo su posible gobierno. El candidato de Morena ha tenido dos posicionamientos recientes. El moderado, que revisaría lo rescatable de la reforma y que se consultaría a los maestros. El radical, que se eliminará para promover una con la participación de todos los elementos que intervienen en el proceso educativo. Simpatizo con la primera, para no radicalizar posturas de manera innecesaria. Es decir, el debate tendrá que darse en caso de que López Obrador gane la presidencia y Moctezuma Barragán llegue a la secretaría de educación; ese será el momento.
Si las declaraciones del candidato líder de las encuestas durante la campaña son de naturaleza política, las respuestas de Malo Guzmán, más que las de una experta en temas educativos que dialoga o debate con un colega sobre la reforma, serán también políticas, como lo podemos leer en la intencionalidad de su texto. Porque no hay materia ni es el tiempo. Pero responder como política cada vez que el político aborde el tema, es como si ella, defensora de la reforma, fuera su contraparte candidata, es decir Meade Kuribreña o Anaya; porque ni siquiera Nuño Mayer, coordinador de campaña del primero, entraría ahora a un debate sobre contenidos; a uno político, posiblemente sí (sobre todo ahora que López Obrador lo anda candidateando porque Meade no crece; por cierto, acaba de escribir Federico Arreola al respecto).
2. Contenido del texto. La parte más clara de la columna es la de la intencionalidad política, también la más breve. El resto, como decía, es retórica y abigarrada. Pero hagamos el esfuerzo. A pesar de que pretende plantearse sobre el tema de la educación, entrevera dos polos, el político (de nuevo) y el propiamente educativo.
Malo Guzmán pareciera estar más de acuerdo con López Obrador de lo que cree, pues sostiene lo que éste en muchas ocasiones: la educación como núcleo central de la sociedad y el cambio que urge, y la necesidad de incorporar en ella a alumnos, padres y maestros; es decir, lo que nunca hizo la reforma educativa vigente que ella defiende.
Plantea un concepto antiquísimo como algo novedoso y como la clave que resolverá todos los problemas: “la calidad educativa”. Concepto que data al menos desde 1992, cuando Salinas de Gortari lo impulsara como parte de su propuesta neoliberal. Pues la calidad educativa significó préstamos del Banco Mundial y programas educativos dirigidos por los especialistas de este organismo. ¿Y qué ha pasado después de 25 años con un concepto utilizado en programas y discursos por parte de Salinas, Zedillo, Fox, Calderón, sus respectivos secretarios de educación y Alba Esther Gordillo? Nada. Se sigue hablando de él como si fuera nuevo cada vez, confiando en que no hay registro ni memoria ni reclamo. Por cierto, Verónica Malo considera que México es el país del “YA”: “somos extremadamente impacientes. Se nos olvida que las grandes transformaciones, sobre todo si son de grueso calado, llevan mucho tiempo en consumarse; aún más en apreciarse. Si estamos hablando de procesos educativos, cuando menos lo que tarda en graduarse una generación de estudiantes; es decir, aproximadamente 25 años. El mínimo lógico.”. ¡25 años, el mínimo lógico!, justo lo que llevan los gobiernos del PRI y el PAN aplicando el modelo de la “calidad educativa”; más 25 que ella solicita para que la reforma de Peña dé frutos que puedan apreciarse. Total: ¡medio siglo de paciencia! No, pues sí.
En el país del “YA”, el “volvido”, el “abrido”, el “ler” y el “haiga sido como haiga sido” (¡de risa, hasta el Word automático me corrige!; debo resistir), se pide paciencia, ¡50 años al menos! –total, ya lo dijo Gardel, que 20 años no es nada-, para que quienes lo han gobernado y llevado al fracaso tengan una nueva “oportunidá”.
Malo Guzmán sugiere que la educación debiera ser “motor para mejorar las condiciones de vida de los mexicanos y para garantizar la movilidad social ascendente”. Cierto, esta condición se dio ya en el pasado. La explosión demográfica en los 70 y 80 y, sobre todo, el advenimiento de neoliberalismo salvaje aún vigente con su corrupción concomitante que desea prolongarse en las figuras de Meade y Anaya, acabaron con la promesa social basada en la educación. Concuerdo con Verónica, la educación mexicana debiera obedecer a una política de Estado y no estar sujeta a los vaivenes caprichosos de la política.
Y es que hay candidatos que en vez de tomarse en serio la educación, subraya Malo Guzmán, y de ponerla en “el centro de los objetivos del gobierno”, ven al magisterio como “un buen botín político”, hacen de ellos “un rehén político”. No quiero pensar que se esté refiriendo a López Obrador, porque quien acaba de pactar con Alba Esther Gordillo a cambio de su liberación y el apoyo del PANAL al PRI y a Meade, es Peña Nieto.
Pensaba hablar un poco de Sierra, Vasconcelos, Torres Bodet, Bassols, el artículo tercero constitucional, las campañas nacionales contra el analfabetismo, el Plan de Once años,…; pero ya no, un pato me espera en el horno.