sábado, 30 de marzo de 2013



Después de un líder carismático, ¿qué sigue?
Immanuel Wallerstein
E
l presidente Hugo Chávez, de Venezuela, ha muerto. La prensa mundial y el Internet fueron inundados con evaluaciones de sus logros –y éstas van de la alabanza sin fin a la denuncia interminable. Ciertas personas expresan un grado de alabanza o denuncia más cuidado o restringido. La única cosa en que todos parecen coincidir es que Hugo Chávez era un líder carismático.
¿Qué es un líder carismático? Es alguien que tiene una muy fuerte personalidad, una visión política relativamente clara y una gran energía y persistencia en impulsar esta visión. Los líderes carismáticos atraen gran respaldo, primero que nada en su país. Pero los mismos rasgos de su persona que atraen respaldo son también los que movilizan una oposición profunda hacia sus políticas. Todo esto es cierto en el caso de Chávez.
La lista de líderes carismáticos a lo largo de la historia del mundo moderno no es tan larga. Piensen en Napoleón y De Gaulle, en Francia; Lincoln y F.D. Roosevelt, en Estados Unidos; Pedro El Grande y Lenin, en Rusia; Gandhi, en India; Mao Tse Tung, en China, y Mandela, en Sudáfrica. Y, por supuesto, Simón Bolívar. Tan pronto se consulta una lista así son evidentes varias cosas. Estas personas son líderes controvertidos durante sus vidas. La evaluación de sus méritos y fallas ha variado constantemente a lo largo el tiempo histórico. No parecen desaparecer de la visión histórica. Y, por último, no fueron para nada idénticos en cuanto a su política.
La muerte de un líder carismático siempre crea un vacío de incertidumbre, en el cual sus simpatizantes intentan garantizar la continuación de sus políticas institucionalizándolas. Max Weber llamaba a esto la rutinización del carisma. Una vez rutinizadas, las políticas evolucionan en direcciones siempre difíciles de predecir. Para evaluar lo que podría pasar en el futuro inmediato uno tiene que comenzar, por supuesto, haciendo una evaluación de los logros de Chávez. Pero uno necesita también hacer la evaluación del rapportde las fuerzas internas y de los contextos culturales y políticos más grandes en los que Venezuela y América Latina se hallan hoy.
Sus logros parecen claros. Utilizó la enorme riqueza petrolera de Venezuela para mejorar significativamente las condiciones de vida de los estratos más pobres –expandiendo su acceso a las instalaciones de salud y educación–, lo que redujo la brecha entre ricos y pobres de modos muy notables. Además utilizó la enorme riqueza petrolera para subsidiar las exportaciones de crudo a un gran número de países, especialmente en el Caribe, lo que ha permitido que sobrevivan mínimamente.
Es más, contribuyó sustancialmente a construir instituciones latinoamericanas autónomas –no sólo la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba ), sino la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que agrupa a todos los países del continente americano, con excepción de Estados Unidos y Canadá, y el Mercosur (la estructura económica confederada que incluye a Brasil y Argentina, al que Chávez se unió. No estuvo solo en estos esfuerzos, sino jugó un papel particularmente dinámico. Fue un papel por el que lo felicitó constantemente el ex presidente Lula, de Brasil. El gran número de presidentes de otros países que asistieron a su funeral (unos 34), especialmente de América Latina, da fe de este aprecio. Al buscar la creación de estructuras latinoamericanas fuertes por supuesto jugó un papel antimperialista, uno esencialmente antiestadunidense, y como tal no fue nada querido en Washington.
Debemos resaltar, en particular, el aprecio positivo que el presidente conservador del vecino Colombia tuvo por Chávez. Esto se debió al importante y muy positivo papel que Chávez jugaba como mediador entre el gobierno colombiano y su enemigo: el movimiento guerrillero de largo tiempo, las FARC. Chávez era el único mediador aceptable por ambos bandos, y él buscaba una solución política para poner fin a los combates.
Sus detractores lo acusaron de fomentar un régimen corrupto, autoritario, incompetente económicamente. Sin duda hubo corrupción. Siempre la hay en cualquier régimen en el que hay dinero abundante. Pero cuando pienso en los escándalos de corrupción, en el pasado medio siglo, en Estados Unidos, Francia o Alemania, donde hay aun más dinero, no puedo tomar estos argumentos demasiado en serio.
¿Fue autoritario su régimen? Ciertamente. Esto es lo que se obtiene con un líder carismático. Pero de nuevo, a como van los líderes autoritarios, es notable todo lo que Chávez se refrenó. No hubo purgas sangrientas o campos de concentración. En cambio, hubo elecciones, que la mayoría de observadores externos han considerado tan buenas como otras (piensen de nuevo en Estados Unidos o Italia, o... ), y Chávez ganó 14 de 15. No debemos olvidar tampoco que confrontó un serio intento de golpe de Estado, el cual tuvo respaldo de Estados Unidos, al que sobrevivió con dificultad. Sobrevivió debido al respaldo de la gente y del ejército.
Y en cuanto a la incompetencia económica, sí cometió errores. Y sí, el actual ingreso del gobierno venezolano es menor de lo que era antes. Pero recordemos que estamos en una depresión a escala mundial. Y casi todos los gobiernos en el mundo enfrentan dilemas financieros y hacen llamados a la austeridad. No resulta obvio que un gobierno en las manos de sus opositores hubiera podido hacerlo mejor en términos de optimizar las entradas económicas. Lo cierto es que un gobierno en las manos de sus opositores habría hecho menos por redistribuir internamente la riqueza entre los estratos más pobres.
La única área en la cual no brilló fue en su continuado apoyo hacia una política económica extractivista, pasando por encima de las protestas de los pueblos indígenas en torno al daño ecológico y a sus derechos en pos de un control autonómico de sus localidades. Pero compartió su falta con cada uno de los gobiernos del continente americano, sean de izquierda o de derecha.
¿Qué es lo que puede pasar ahora? Por el momento, tanto los chavistas como la oposición han cerrado filas, por lo menos hasta las próximas elecciones presidenciales. Casi todos los analistas parecen concordar en que el sucesor elegido por Chávez, Nicolás Maduro, ganará estas elecciones. La cuestión interesante es qué ocurrirá después, primero que nada en cuanto a las alineaciones internas. Ningún bando deja de tener divisiones internas. Sospecho que habrá algún barajar de cartas y habrá defecciones en todos los campos hacia el otro bando. En unos cuantos años veremos un despliegue muy diferente de las fuerzas.
¿Qué ocurrirá con el socialismo del siglo XXI –la visión que Chávez tenía de lo que Venezuela necesita hacer en América Latina y por todo el mundo? Hay dos términos en esta visión. Uno essocialismo. Chávez buscó rescatar este término del oprobio en el que había caído, debido a las múltiples fallas incurridas tanto por el comunismo realmente existente como por la socialdemocracia posmarxista. El otro término es siglo XXI. Éste fue el claro repudio de Chávez de la tercera y segunda internacionales, y fue un llamado en pos de repensar la estrategia.
En ambas tareas, Chávez apenas si estuvo solo. Pero su llamado resonó con gran fuerza. Para mí, este esfuerzo es parte de una tarea mayor que todos enfrentamos durante esta crisis estructural del capitalismo histórico y en la bifurcación de dos posibles resoluciones del caos en el que ha caído nuestro sistema-mundo. Necesitamos debatir cuál es la naturaleza del mundo mejor que nosotros, o algunos de nosotros, estamos buscando. Si no podemos clarificar más lo que queremos no es probable que ganemos la batalla ante aquellos que buscan crear un sistema no capitalista que, sin embargo, reproduzca los peores rasgos del capitalismo: las jerarquías, la explotación y la polarización.

Dinero
 Un año para hacer que baje la violencia
 La mayoría no cree que se logre
 El problema está fuera de control
Enrique Galván Ochoa
U
n año pide el presidente Peña Nieto para bajar los niveles de violencia. Su sexenio ha tenido un arranque que no se distingue del anterior, incluso algunas cifras muestran que la situación ha empeorado. Nuestros entrevistados de esta semana, en 79 por ciento, piensan que no habrá resultados positivos; 10 por ciento opina que un año es demasiado tiempo, y 5 por ciento cree lo contrario, que no es tiempo suficiente.
Metodología
Enviamos 3 mil cuestionarios a los buzones electrónicos de un número igual de foristas. Contestaron mil 454. En seguida, fragmentos de algunas opiniones que emitieron. Su versión sin editar puede leerse en el foro.
e@Vox Populi
No quisiera ser pesimista, pero a esto no le veo una pronta solución. Un año es mucho para quienes vivimos sin la protección que los políticos traen a su alrededor, pero poco para establecer los programas que fomenten el empleo para que ya no haya tanta maldad.
Arturo Díaz Benítez / Distrito Federal
Dudo mucho ver resultados en cualquier rubro. Son los mismos intereses de siempre. Un gatopardismo a la mexicana. Nosotros somos los que tenemos que dar resultados manifestando y exigiendo lo que el país necesita: justicia, transparencia, legalidad, cero impunidad y un cambio en el modelo económico y social.
Román López Vilchis / Guanajuato
Fox dijo que en 15 minutos resolvería el conflicto de Chiapas y... nunca sucedió. Ahora EPN pide un año para que se vean los resultados en la campaña contra el crimen. Si seis años no alcanzaron para resolver lo que se planeaba en 15 minutos, ¿cuánto tiempo se necesitará para resolver lo que se propone en un año...?
Rey David Díaz / Distrito Federal.
No es suficiente un año. El crimen organizado se está moviendo, actualizándose, mientras EPN piensa igual que hace 18 años, cuando el PRI seguía en la Presidencia. Estrategias viejas para organizaciones nuevas de jóvenes (40 años) dentro del narco. Los intereses son muchos tanto en México como en Estados Unidos.
Patricia Razo Cruz / Monterrey
Si en mi trabajo pido un año de plazo para lograr resultados, al siguiente día ya no tengo empleo. Se evidenciaría mi nivel de incompetencia.
Socorro Solís Tejada / Veracruz
Difícilmente cambiará esta deplorable situación de violencia, sobre todo cuando no hay una estrategia clara para combatir el problema de raíz que, como sabemos todos excepto quienes (des)gobiernan, tiene su origen en la pobreza, la corrupción y la impunidad. Creen –y al parecer esa es su única estrategia– que con obligar a los medios de comunicación a no difundir la cruenta realidad van a disminuir los actos delictivos.
Foto
Filiberto Frausto Orozco / Zacatecas
¿Pues no que ya tenían todo planeado? Se supone que para eso son las campañas, para ofrecer a los ciudadanos lo que van a hacer en cuanto tomen el poder. Pero qué podíamos esperar de los priístas. Ni modo, otro sexenio de horror.
María Chavero Rosas / Morelia
Duele admitirlo, el México bronco tardará décadas en apaciguarse, y antes de hacerlo empeorará aún más la situación. Nuestro desprecio por la vida ajena se parece tanto a la de esos fanáticos musulmanes que vemos en algunos videos pronunciando "Alá es grande" cada vez que disparan sus armas. El combustible que mueve sus actos no ha sido acotado en lo más mínimo, todo lo contrario, el consumo de drogas va en exponencial aumento y los precios que alcanza debido a su prohibición son apetitosos. Tengo hijos que no consumen, pero me explican con cuánta facilidad la mayoría de sus amigos y compañeros las obtienen y usan. Nada ha logrado la moral católica ni protestante y sectas que les acompañan en términos de respeto por la vida ajena, por el medio ambiente, por la convivencia humana. El dios de la avaricia lo domina todo, desde la vida privada hasta las más celebradas concertaciones públicas que festinan los medios. El dinero manda y el poder distorsiona. El gobierno dispone de todos los medios y recursos para afrontar este caos, pero se reduce a ejercer selectivo el monopolio de la violencia legal; su falta de legitimidad y aceptación por el pueblo más agraviado, los gremios siempre ignorados, los trabajadores echados a su suerte, los profesionistas sin esperanza, etcétera, produce un vacío que, como todo vacío, es llenado por reacciones infecciosas que no paran en consideraciones sentimentales. Convivimos con la muerte. Un año, imposible, si acaso una generación habrá de consumir este proceso en sanar, o en acabar de infectarlo todo.
Carlos Lara/Guanajuato.
Ya todos sabemos la definición de locura: locura es hacer lo mismo y esperar resultados diferentes.

TRASCENDIÓTrascendió Nacional

:Que nada fácil será la reunión del consejo rector del Pacto por México, que presidirá el perredista Jesús Zambrano el próximo lunes, pues en la mesa están pendientes por resolver las objeciones de un sector del PAN y la izquierda en el Senado, que buscan modificar la minuta en materia de telecomunicaciones.
Pero la rebelión de la disidencia magisterial en Oaxaca y Guerrero también es un tema a resolver entre los líderes partidistas y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, sobre todo porque el gobierno quiere impulsar las leyes secundarias a la reforma constitucional y el PRD apoya a la CNTE.
:Que, hablando del Pacto por México, éste logró unificar a las corrientes perredistas leales una aAndrés Manuel López Obrador y otra a Marcelo Ebrard… pero en contra de los JesúsOrtega y Zambrano—, principales promotores y defensores del acuerdo.
En el PRD, el grupo mayoritario de Nueva Izquierda observa con preocupación el acercamiento entre sus adversarios para impulsar a Ebrard como próximo dirigente nacional del partido, incluso antes de que concluya el periodo de Zambrano al frente del partido.
:Que la Secretaría de Desarrollo Social comenzó a desmantelar, con cambios de delegados federales, la estructura política panista que se levantó desde hace 12 años.
Los que tomaron posesión son de Campeche, Carlos Oznerol Pacheco; en Colima, Carlos Cruz Mendoza; en Morelos, Jorge Meade Ocaranza; en Quintana Roo, Fabián Enrique Vallado, y en Nuevo León, Pablo Elizondo García, con lo que suman 22 los nuevos funcionarios.
:Que, por cierto, es en Nuevo León donde los cambios en la secretaría que encabeza Rosario Robles no se han dado de manera tranquila, ya que muchos de los nombramientos de los panistas en funciones concluyen hasta fines de este año y éstos se niegan a desocupar las oficinas.
:Que el diputado y segundo de a bordo de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, se reunió por largo rato con la disidencia del sindicato del Seguro Social, que encabeza Miguel Ángel Van Dick, tras los fuertes cuestionamientos de los que ha sido objeto la administración del líder Manuel Vallejo Barragán.
¿Se estará fraguando un nuevo relevo en ese gremio?

Cuando el antisemitismo es un sofisma

HÉCTOR PALACIO@NietzscheAristosáb 30 mar 2013 09:02
  
El riguroso y brillante filósofo francés Michel Onfray deconstruye el mito de Sigmund Freud, lo disecciona y lo reduce a la justa condición humana. En otras palabras, lo hace pedazos, lo pulveriza. En vernáculo mexicano, no baja al médico de hijo de la chingada. Esto, en la monumental obra Freud. El crepúsculo de un ídolo (2010, Taurus; en francés, Le crépuscule d’une idole. L’affabulation freudienne).
¿Existe el antisemitismo? Por supuesto, pero no es el tema de esta columna. El asunto aquí es establecer con claridad la posición de quien ejerce la crítica sobre alguien que racialmente pudiera ser judío, pero que no la realiza en función de ello sino en razón de la crítica misma, y el criticado, al no lograr argumentar razones válidas y sólidas, atribuye al racismo, al antisemitismo, la crítica vertida. Aquí es cuando el antisemitismo es un sofisma.
Esto viene a cuento no sólo por el sugestivo debate entre Alfredo Jalife y algunos mexicanos de origen judío como Enrique Krauze Kleinbort y Jorge Castañeda Gutman. Sobre todo, porque al caminar sobre “terreno minado”, corresponde a todo crítico establecer de una vez y para siempre ciertas verdades; al menos para sí.
En mi caso, para evitar confusiones, recurriré al filósofo francés, quien en uno de los capítulos de su valiosa obra, “Un cerrojo sofístico”, expone las argucias de Sigmund Freud para defender su posición como “padre” del psicoanálisis como “ciencia” universal (“ciencia” de la cual no inventó el nombre ni “la cosa”; Onfray propone a Antifonte de Atenas).  Cada vez que Freud es objeto de crítica, no responde con razones. Se llama atacado, obstaculizado, impedido, habla de una resistencia contra el psicoanálisis. Cuando en realidad tuvo todo a favor suyo. Incluso, el psicoanálisis continuó trabajando en  Alemania durante el régimen nazi vía el Instituto Göring, supervisado por el propio Sigmund. Cito a Onfray:
Tercer sofisma: toda crítica del psicoanálisis se apoya en una crítica a Freud, que era judío, y por ende siempre es sospechosa de antisemitismo. Como Freud no dejó de afirmar a lo largo de toda su vida que ésta y el psicoanálisis se confundían, ‘el psicoanálisis se convirtió en el contenido de mi vida’…; como agregó que a veces podía dar la impresión de alejarse del judaísmo por no respetar sus usos y costumbres, sus ritos y tradiciones, pero que en el fondo de su ser, lo más íntimo, era judío; como en el prólogo de la edición en hebreo de Tótem y tabú sostuvo que inscribía su trabajo en el ‘espíritu del nuevo judaísmo’…, y como en vida tomó la pérfida precaución de recurrir él mismo al argumento, para criticar las críticas…., cualquier oposición queda bajo la sospecha de camaradería consciente –o inconsciente, claro está, y con ello el ataque se ve facilitado- con el antisemitismo.” (ob. cit. p. 368).
Onfray conoció la obra de Freud desde joven; la ha explorado en absoluto (excepto los documentos ocultos y las cartas quemadas por el médico austriaco). Lo asumió y enseñó durante 20 años. Suficiente tiempo como para anidar rigurosamente la crítica y emprender su desenmascaramiento. Nietzsche fue cristiano e hijo de un pastor, y creó así la más despiadada y descarnada (o acaso en-carnada) crítica contra ese mundo (por cierto, se pregunta Onfray, “El freudismo, un nietzscheanismo?”; en una vertiente, el sentido biológico, respondo que así es, Freud, negándolo, se “fusila” a Nietzsche).
Ahora sólo falta que en México acusen los interesados a Michel Onfray de antisemita.
En México, la crítica en general se toma a mal. Y en el caso de ciertos judíos-mexicanos, transforman la crítica recibida en antisemitismo; ante la crítica, esgrimen a quemarropa el escudo del holocausto. Ellos tienen el derecho a ejercer la crítica contra los demás; pero no los demás contra ellos; ¡cuidado! Eso no se vale. En realidad, toda crítica debiera valer.
La crítica debe ser universal. Así como un judío-mexicano despliega la crítica contra un mexicano a secas (especialidad de Krauze, ejemplos sobran), no por mexicano, sino por ser todo ente objeto potencial de crítica y por ejercerse el derecho a la misma (aunque políticamente sea cuestionable, desde una posición interesada), un mexicano no judío tiene derecho asimismo a ejercitarla sobre un judío, mexicano o no.
Krauze y Castañeda deben aceptar la crítica que ellos  practican todos los días. Sin inventar sofismas a la manera de Sigmund. Y no por ello debieran despertarse las pasiones ni “desgarrarse las vestiduras” en el sentido del antisemitismo o antimexicanismo. A menos que sin fanatismo y rigurosamente, con pruebas, se demuestre lo contrario, que es posible. Siempre y cuando la razón  y no el fanatismo de cualquier tipo, esté por delante. 


AMLO se va a La Chingada, pero…

HÉCTOR PALACIO@NietzscheAristomar 26 mar 2013 22:04
  
Es sabido que en días de vacaciones o reposo, AMLO se va a La Chingada.
También es sabido que AMLO y su MORENA significan hoy el único frente opositor al gobierno actual; es decir, a prácticamente todo el sistema.
Y no se ignora que el “Pacto por México” ha unificado al gobierno priista con la “oposición” PAN-PRD en las políticas que se llevan a cabo en el presente.
La Chingada, como todos conocen, es un rancho en Palenque Chiapas donde López Obrador suele descansar. Ahora no ha sido la excepción, la prensa ha registrado que este año ha pasado días allá. Y mientras la vida y el tiempo continúan imperturbables, ya sea desde La Chingada o durante su empeñosa nueva gira nacional en la construcción de su organización, ha establecido una y otra vez la crítica, la férrea oposición al poder vigente en lo general y en temas particulares de la “agenda nacional”.
Así por ejemplo, trascendió que el 18 de marzo pasado salió de La Chingada hacia la Plaza de Armas de Villahermosa no sólo para conmemorar el 75 aniversario de la nacionalización petrolera de Lázaro Cárdenas, sobre todo, para expresar que realizará la defensa del recurso mexicano contra el objetivo privatizador de Peña y el PRI.
En su cuenta twitter establecería el 21: “EPN miente. Dice no privatizar PEMEX, cuando negocia en lo oscurito con petroleras extranjeras para extraer el crudo y compartir ganancias”.
Sobre la reforma en telecomunicaciones escribiría un poco más tarde allí mismo: “Van aprobar la nueva Ley Televisa. Los patrocinadores de EPN llevan mano. No bajarán los precios ni darán voz a los opositores no paleros”.  
Después, desde Jalisco, continuando con su incansable labor, ha dicho que esa reforma es una farsa, pues quienes han controlado los medios de comunicación hasta ahora, continuarán haciéndolo, se trata de un pequeño grupo, parte de “la mafia del poder”, que no dará voz a la mayoría de los ciudadanos. (Grupo Fórmula, 23-03-13).
La gira prosigue y profundiza su discurso cuando condena la aprehensión del ex diputado Felipe Rodríguez, dirigente de la Unión Popular Revolucionaria Emiliano Zapata: 1. “Libertad a Felipe Rodríguez, dirigente social de la UPREZ, encarcelado injustamente por consigna del gobernador del Edo. Mex. y de EPN”. 2. “El mundo al revés: Felipe Rodríguez, honesto defensor de los pobres, está preso acusado de pandillerismo por Murillo Karam, Eruviel y EPN”.
Y así continuará. Se irá poco o mucho a La Chingada, pero su tenacidad persiste infatigable.
Entendido el concepto de izquierda desde el relativismo expuesto por Daniel Cosío Villegas, López Obrador representa la oposición de izquierda en México. Y acaso la única oposición que existe.  El aglutinamiento de “las fuerzas políticas” en el “Pacto por México”, lo confirma.
Así pues, en gira nacional en la construcción del MORENA o desde La Chingada, contrario a quienes un día sí y otro también elogian y celebran a Peña, López Obrador persiste en su incansable papel de opositor en la búsqueda, desde su perspectiva y la de millones de personas, de un mejor país para los mexicanos. 

Más fuerte que nunca, AMLO sigue siendo atacado por Jaime Sánchez Susarrey

LA NAVIDADsáb 30 mar 2013 06:09
  
Ideólogo de la peor derecha mexicana, el señor Jaime Sánchez Susarrey, que publica sus artículos en Reforma, se ha especializado en calumniar e insultar a Andrés Manuel López Obrador. Hoy, sábado de Semana Santa, vuelve a hacerlo. Esto significa que el Peje sigue siendo un líder poderoso, seguido por millones, al que se le tiene miedo, no solo por su carisma y autoridad moral que es capaz de retar como nadie a los poderosos, sino porque ha construido al que será pronto el segundo partido político en México, Morena, que en el corto plazo solo será superado por el PRI, pero que en 2015 obtendrá más votos que el PAN y el PRD juntos.
Veamos lo que afirma Sánchez Susarrey:
Para explicar el hecho de que AMLO fue el candidato presidencial porque el que más votaron, en 2012, los jóvenes universitarios, el analista de Reforma afirma que “el fenómeno causa intriga a la luz de la biografía y la historia recientes. ¿Cómo se pudo olvidar o ignorar la larga lista de barbaridades que López había cometido en los últimos 12 años?”. Las enumera el calumniador:
1.-  “Si se piensa en lealtad, basta recordar la persecución que inició contra Rosario Robles y Cuauhtémoc Cárdenas, al día siguiente de su toma de posesión como jefe de Gobierno”.
2.- “Si se piensa en la honestidad valiente, basta evocar el video donde René Bejarano afirma que López Obrador sabe todo lo que él hace, al mismo tiempo que se embolsa cientos de miles de pesos”.
3.- “Si se piensa en transparencia, basta pensar en Gustavo Ponce, en Las Vegas, apostando decenas de miles de dólares, para luego -bajo el manto protector de AMLO- huir y esconderse”.
4.- “Si se piensa en responsabilidad, basta escuchar el grito: ‘¡Al diablo las instituciones!’. Y luego las reiteradas amenazas y desafíos a la Suprema Corte de Justicia”.
5.- “Si se piensa en Estado de derecho, basta referirse a las condiciones escandalosas en que Carlos Ahumada fue procesado y detenido en la Ciudad de México, después de haber sido chantajeado por el gobierno de AMLO”.
6.- “Si se habla de un político veraz, basta revisar la serie de mentiras que construyó y difundió después del 2 de julio de 2006 para denunciar un inexistente fraude electoral”.
7.- “Si se habla de rigor intelectual, basta visualizar el papelón que hizo en el programa de Televisa, Tercer grado, cuando descalificó al INEGI y se sacó de la manga una serie de datos falsos”.
8.- “Si se habla de salud mental, basta rememorar su toma de posesión como ‘presidente legítimo’, el 20 de noviembre de 2006, y luego la instalación de su gobierno patito, con todo y águila republicana”.
Calumnias, patrañas, insultos. No ha hecho otra cosa el señor Susarrey. Se nota que AMLO preocupa, y mucho, a la derecha. Qué miedo le tienen al crecimiento de Morena.


De la gran Reforma, a la negociación de intereses (Primera Parte)

Escrito por  el 30 marzo 2013 a las 11:26 am en DestacadasSociedadTelecomunicaciones

Protestas durante la discusión de la reforma en el Congreso.
Protestas durante la discusión de la reforma en el Congreso.
La reforma constitucional a telecomunicaciones y radiodifusión fue sobrevendida por sus impulsores del Pacto por México como el “parteaguas” en la materia. No era para menos. La iniciativa modifica los artículos 6, 7, 27, 28, 73, 78 y 94 de la Constitución Política y, por primera vez, plantea una legislación única para los dos grandes sectores dominados por intereses monopólicos.
Sin embargo, la reforma fue defendida por sus redactores e impulsores como un “techo” y no como un piso, a partir del cual era necesario mejorar, corregir e incorporar elementos que fueron descartados o minimizados por los impulsores. Esos elementos ignorados finalmente quedaron fuera, a pesar de un largo diálogo de sordos en la sesión de la madrugada del 21 para el 22 de marzo en la Cámara de Diputados.
Entre los elementos ignorados están: los derechos de las audiencias y el compromiso de una legislación secundaria en la materia (originalmente estaba en uno de los borradores del texto del artículo 6 Constitucional); la definición de medios públicos, así como los derechos de las concesiones indígenas y comunitarias (simplemente se ignoraron o minimizaron las figuras que no entran en el esquema de la competencia del mercado); mecanismos de contrapeso institucional a las decisiones que adoptará el nuevo regulador autónomo (IFETEL); compromisos puntuales para mejorar los contenidos desde sus tres flancos principales: publicidad, información y entretenimiento. Sólo de última hora se incorporó una promesa para abrir los espacios a la producción independiente, pero única y exclusivamente en los medios gubernamentales que administrará el nuevo Sistema de Radio y Televisión.
Los avances son importantes y no pueden ser ignorados. Ahí están los logros que incorpora la reforma constitucional: la creación de un organismo autónomo que regulará la industria de telecomunicaciones y de radio y televisión (el IFETEL); elevar a rango constitucional el derecho de acceso a internet; prohibir la publicidad integrada que durante años han negado tanto los concesionarios, los comentaristas como los clientes políticos (especialmente, el PRI y Peña Nieto); ordenar la partición accionaria en los llamados “agentes dominantes” (con una clara dedicatoria hacia Telmex-Telcel); regular los mercados convergentes de telefonía fija y móvil, televisión abierta y restringida, internet y satélites; comprometer la licitación de dos cadenas de televisión digital abierta (el plazo para la convocatoria se prolongó de 120 a 180 días, a partir de la creación de IFETEL); así como permitir la inversión extranjera directa hasta en un 100 por ciento en telecomunicaciones y 49 por ciento en radio y televisión.
Justo el tema de la inversión hasta 100 por ciento en telefonía, satélites e internet fue uno de los puntos que generó un mínimo debate a lo largo de la maratónica sesión. Las bancadas del PRD, PRI y PAN defendieron esta apertura, mientras legisladores del PT y del MC indicaron que esta apertura viola la soberanía y desmintieron que en todos los países se permita una apertura hasta ese porcentaje.
Sólo en radiodifusión, el dictamen estableció un “candado de reciprocidad” para abrir la televisión y la radio a una inversión de hasta 49 por ciento, siempre y cuando los países de origen garanticen lo mismo. No se fijaron candados mínimos de contenidos (como una cuota de acceso a producción nacional independiente), y menos calidad y ética en la información que divulguen.
Las negociaciones cupulares
La sesión de la Cámara de Diputados inició hasta las 20 horas del 21 de marzo, con siete horas de retraso. Durante este lapso se especuló con la posibilidad de prolongar el debate en el pleno hasta después del periodo vacacional de Semana Santa.
Las formas para presionar y negociar los últimos cambios a la minuta fueron una demostración clara de que la “gran reforma”, en realidad, se trató de un encuentro entre cúpulas: cabilderos de las televisoras, especialmente de Grupo Televisa, para buscar candados a la gratuidad en el tema del must carry y del must offerdirigentes de los tres principales partidos firmantes del Pacto por México que querían cumplir con el ordenamiento de sacar la reforma antes del 30 de marzo; y un personaje singular del gobierno federal de Enrique Peña Nieto que se convirtió en la “línea” de Los Pinos: el jefe de la Oficina de la Presidencia, Aurelio Nuño.
Para muchos diputados fue ofensivo ver que sus coordinadores negociaban con enviados del Consejo Rector del Pacto por México (esa figura que se ha vuelto supralegislativa), además de Aurelio Nuño, un joven de ascendente carrera política. Nuño se inició como redactor de discursos de Enrique Peña Nieto, muy cercano a Luis Videgaray, el virtual vicepresidente desde la Secretaría de Hacienda, y ahora se volvió el vínculo entre las negociaciones de la industria y de los legisladores.
Entre los temas que atoraban las negociaciones de última hora estaba precisamente el must carry y el must offer, así como los reclamos de incorporar criterios que obligaran a los monopolios de televisión (y no sólo a los de telefonía), así como eliminar en el artículo 28 constitucional la obligación de que IFETEL tuviera una “consulta previa, no vinculante” con el titular del Ejecutivo. Este último punto era, en buena medida, la clave de la autonomía del organismo y de la promesa peñista de sacar a la presidencia de la República del reparto de concesiones en la industria.
En esta negociación también intervino el titular de la SCT, Gerardo Ruiz Esparza, viejo lobo de mar del Grupo Atlacomulco, ex funcionario cercano a Emilio Gamboa Patrón (en los tiempos de éste como titular de la SCT con Carlos Salinas de Gortari). Ruiz Esparza y Arturo Nuño convencieron a los negociadores que no se podía excluir por completo al Ejecutivo federal. Eliminaron la consulta directa con el presidente, para que ahora fuera con la SCT (parte del Ejecutivo federal) y le agregaron el calificativo de “opinión técnica”.
En la discusión a puerta cerrada, se rechazaron varias de las propuestas y observaciones de legisladores y especialistas, incluyendo las que provinieron del Senado de la República. Entre esos temas que quedaron al margen estuvieron el “derecho de las audiencias”, los derechos de los comunicadores y periodistas (como el secreto profesional), la definición de los medios públicos, los plazos para negociar las nuevas licitaciones en radiodifusión y el tema de la soberanía en relación con la inversión hasta el 100 por ciento en satélites.
Las rondas de negociaciones estaban determinadas por los intereses económicos no por los derechos ciudadanos. “El temor a Slim”, según confió uno de los testigos de esta ronda de negociaciones, fue uno de los ánimos principales para ponerle todo tipo de candados a la posibilidad de que el magnate de la telefonía pudiera competir en televisión abierta y televisión restringida con su némesis, Grupo Televisa.
“Era una negociación de cárteles”, opinó otro observador. Se refería a cárteles económicos, aunque la guerra entre ambos más bien parecía una disputa digna de los cárteles del crimen organizado.
Slim les dio la vuelta ese mismo día con una maniobra espectacular: el Comité Organizador Internacional de los Juegos Olímpicos anunció que la exclusividad para los derechos de transmisión de las Olimpiadas de Brasil y de las Olimpiadas de Invierno de Rusia en 2016 y 2018, para todas las plataformas de contenidos en América Latina (internet, radio, televisión, telefonía)se las ganó América Móvil, la firma controladora de Slim en todo el continente.
De golpe, Slim avanzó fuera del Congreso a competir en materia de distribución de contenidos con Televisa y TV Azteca. El anuncio fue un balde de agua fría. El empresario les demostró que si le ponían candados legales y le partían el monopolio, él tiene la fuerza (y el dinero) suficientes para competir agresivamente en el terreno global de los contenidos. Sobre todo, en el de las Olimpiadas, el evento que más interés genera para los publicistas.

LA IMPOSICION DE SALINAS EN CONTRA DE CUAUHTEMOC CARDENAS

viernes, 29 de marzo de 2013


Paramilitarismo, grupos armados y autodefensas comunitarias
Gilberto López y Rivas
D
urante años, el país ha sufrido una guerra social cuyo costo en vidas humanas ronda ya los 100 mil muertos, la mayoría pobre y joven, mientras la sociedad se encuentra presa de incertidumbre sobre el futuro de las familias –ciertamente hipotecado por los 70 millones de mexicanos viviendo en la pobreza–, y por la desesperanza de constatar que la alternancia priísta significa –en los hechos– el gatopardismo en el que todo cambia para que todo siga igual (o peor).
En este lapso, el monopolio de la violencia, que supuestamente corresponde al Estado, ha sido usurpado por grupos armados que asuelan calles, negocios, barrios, comunidades, regiones e incluso estados completos, que son abandonados en la indefensión y a merced de sus acciones delictivas. Asimismo, en territorios donde el Estado mexicano ha puesto en práctica estrategias contrainsurgentes o de guerra irregular, ha sido activado el paramilitarismo, con la aquiescencia, apoyo y complicidad de las autoridades y vinculado furtivamente a las fuerzas armadas, instituciones policiacas u organismos de inteligencia. Cuando fui miembro de la Comisión de Concordia y Pacificación (Cocopa), y en mi calidad de presidente en turno, presenté en 1998 ante la Procuraduría General de la República –con la asesoría de la abogada Digna Ochoa– una denuncia en torno a la existencia de grupos paramilitares, uno de los cuales fue responsable de la matanza de Acteal. En esa oportunidad, el propio procurador general Jorge Madrazo Cuéllar refirió a los miembros de la Cocopa sobre la presencia en Chiapas de al menos 12 grupos que eufemísticamente llamabagrupos de civiles presuntamente armados. Se creó una fiscalía especial para el caso, misma que desapareció sin pena ni gloria, años después.
Desde esos años, he reiterado que el vínculo estatal otorga un elemento fundamental para un análisis cabal del paramilitarismo, y he definido a los grupos paramilitares como aquellos que cuentan con organización, equipo y entrenamiento militar, a los que el Estado delega el cumplimiento de misiones que las fuerzas armadas regulares no pueden llevar a cabo abiertamente, sin que eso implique que reconozcan su existencia como parte de ese monopolio de la violencia estatal. Los grupos paramilitares son ilegales e impunes porque así conviene a los intereses del Estado. Lo paramilitar consiste, entonces, en el ejercicio ilegal e impune de la violencia estatal y en la ocultación del origen de esa violencia. Históricamente, el paramilitarismo ha sido una fase de la contrainsurgencia que se aplica cuando el poder de las fuerzas armadas no es suficiente para aniquilar a los grupos insurgentes, o cuando su desprestigio obliga a la creación de un brazo paramilitar, ligado clandestinamente a la institución castrense. Ejemplo claro de este tipo de agrupamientos es la temible Brigada Blanca, extensión criminal del Estado durante la guerra sucia, cuyos mandos fueron el coronel Francisco Quiroz Hermosillo, el capitán Luis de la Barreda Moreno y Miguel Nazar Haro.
Aunque el paramilitarismo está ligado estrechamente a las estrategias de la contrainsurgencia, puede ocurrir que el Estado utilice –por omisión, pasividad o corrupción de sus funcionarios– a los grupos armados delincuenciales para sus propios fines de control social, criminalización o agresión violenta de opositores, pasando por esta vía de articulación estatal, a también constituirse en grupos paramilitares. Este podría ser el caso de las llamadas guardias blancas, que conformaron en muchas regiones rurales el sicariato o apéndice armado de terratenientes y oligarquías regionales, y que por las lealtades de clase, el Estado ha tolerado y protegido.
Cuando el Estado no cumple con la responsabilidad legal y constitucional de preservar la seguridad de los ciudadanos ni administrar justicia y, por el contrario, utiliza al Ejército, a los contingentes policiales y al aparato judicial como medios de control y mediatización político-territorial de la población por las vías de una militarización de la sociedad y una justicia venal en todos los niveles, tiene lugar el surgimiento de mecanismos de autodefensa y justicia comunitarias de variada naturaleza que cumplen las funciones que el Estado enajena o trastoca ilegalmente. Experiencias como la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRAC-PC), las que conforman la defensa del municipio de Cherán, Michoacán, las zonas de rebeldía autonómica protegidas por el EZLN y las surgidas en otras latitudes de la geografía mexicana, articuladas a las comunidades, que las controlan y monitorean, sin ninguna relación con el Estado pero sujetos a reglamentos internos y principios como el mandar obedeciendo, no sólo son legales y legítimas de acuerdo con la Constitución y el Convenio 169 de la OIT, firmado y ratificado por México, sino que constituyen los únicos espacios sociopolíticos donde se ha logrado controlar de manera efectiva al llamadocrimen organizado.
Por ello, se esperaría mayor rigor conceptual y seriedad institucional de organismos como la Comisión Nacional de los Derechos Humanos frente a la proliferación natural de las autodefensas comunitarias por supuestamente romper con el estado de derecho, cuando a todas luces ha sido el Estado el que sistemáticamente lo ha violentado a través de la práctica de la desaparición forzada, las ejecuciones extrajudiciales, la tortura, la corrupción-penetración por la delincuencia organizada de todas las esferas del poder público y la incapacidad total por parte de las autoridades para garantizar la seguridad pública y la administración de justicia.
También es grave la pretensión del Estado de someter a organismos como la CRAC-PC al control gubernamental, a través de leyes y reglamentos que subvierten el mandato de la asamblea, oficializan lo que es un servicio y rompen con la esencia misma de los sistemas normativos comunitarios.

Discutirán en la Asamblea Legislativa reducir la edad
Proponen reformas a la pensión de adultos mayores en la capital
Ángel Bolaño Sánchez
 
Periódico La Jornada
Viernes 29 de marzo de 2013, p. 29
La Comisión de Desarrollos Social de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) recibió tres proyectos de reforma a la ley que instaura el derecho a la pensión alimentaria para los adultos mayores de 68 años residentes en el DF, en las que se plantea reducir la edad para recibir dicho beneficio, modificar la base para el cálculo del incremento anual y hasta abrogar esta ley para incorporarla a otra legislación.
La presidenta de la comisión, Ernestina Godoy Ramos, informó que en los dos primeros casos se pidió información y un estudio actuarial a las secretarías de Desarrollo Social y Finanzas sobre el impacto económico de ambas propuestas.
La primera la presentó el diputado perredista Arturo Santana Alfaro para disminuir de 68 a 65 años la edad en la que el adulto mayor podrá acceder a la pensión. La legisladora informó que en este caso la Desarrollo Social emitió una primera respuesta en la que señala que el impacto sería alto.
Explicó que se elevaría el padrón a más de 713 mil 700 adultos mayores, lo que significaría incrementar el presupuesto del programa en 2 mil millones de pesos.
Refirió que si bien el programa Pensión para adultos mayores del gobierno federal se otorga a partir de los 65 años, el programa es focalizado, excluye a quienes reciben alguna pensión o jubilación y la aportación mensual es de 525 pesos, mientras que en el Distrito Federal el programa es universal y se les entrega 971.40 pesos.
Otro proyecto es del panista Gabriel Gómez del Campo, quien propone modificar el mecanismo para fijar el incremento anual que se realiza al monto de la pensión, no en función del porcentaje en que se incrementa el salario mínimo, sino del índice nacional de precios al consumidor.
La propuesta plantea además fijar en la ley la obligación del gobierno de la ciudad de tener actualizado en Internet el padrón de beneficiarios y que el Registro Civil envíe mensualmente al Instituto de Atención a las Personas Adultas Mayores del DF las actas de defunción de las personas mayores de 68 años.

El DFecto Mancera

Escrito por  el 28 marzo 2013 a las 4:00 pm en DestacadasSociedad

Miguel Angel Mancera VaticanoViaja al Vaticano, se toma fotos con Peña Nieto, regaña a las tribus de su partido, da “madruguete” con la mayor alza a tarifas de transporte público desde 2008, ordena a los granaderos desalojar a los vendedores de la Merced, quiere dirigir el PRD capitalino sin afiliarse a él, se autocelebra sus 100 días de gobierno sin Ebrard ni López Obrador, cancela las “playas” urbanas, investiga desvíos de recursos en la Línea 12 del metro y decreta que la carrera por la sucesión del 2018 es “de resistencia, no de velocidad”. Ese es Miguel Angel Mancera, el procurador esquivo que se ha transformado en un jefe de Gobierno protagónico, pero errático.
Apenas hace dos semanas, al celebrar sus 100 días de administración, el periódico Reforma hizo un sondeo: 47.5 por ciento calificó de “buena” la gestión de Mancera; 42.4 por ciento de “mediocre” y sólo 5.3 por ciento de “excelente”. Cifras bajas para un político que llegó con más del 60 por ciento de los votos, con altas expectativas tras 15 años de gobiernos de izquierda y con un discurso conciliador que ha cedido a desplantes nada populares.
Su explicación del alza del transporte público generó una reacción tan adversa como su mentira “venial” sobre el viaje al Vaticano. Para Mancera, incrementar entre 20 y 33 por ciento las tarifas de taxis, metrobús y microbuses se justifica porque desde 2008 no se había registrado el alza. Afirmó que busca “la menor afectación posible” y que irá acompañada de una vigilancia estricta de la modernización de las unidades, especialmente de las micros, auténticas amenazas viales.
Sus palabras ya no tienen el efecto encantador de otras ocasiones. Mancera ha caído en el peor defecto de los gobernantes capitalinos: menospreciar la capacidad de reacción de los capitalinos y desgastar su palabra y sus acciones en eventos frívolos mal comunicados y peor explicados.
El alza del transporte se registra después de un pésimo manejo de comunicación sobre su visita a El Vaticano, para invitar al Papa Francisco a visitar la capital de la República. No se conformó con ir como turista, como creyente o quizá como adjunto de la comitiva de Peña Nieto. Afirmó que fue invitado por la Santa Sede. Y el mismo vocero de El Vaticano lo desmintió: no le pagaron ni avión ni hospedaje, y menos fue tomado en cuenta para un evento de jefes de Estado, no de alcaldes.
El enredo de Mancera con el episodio de El Vaticano estuvo precedido de los crecientes conflictos con su antecesor, Marcelo Ebrard. Las herencias conflictivas del marcelismo fueron administradas con poco tacto por Mancera: lo mismo las irregularidades en la Línea 12 del Metro, que el conflicto en la UACM, los sucesos del 1 de diciembre, la continuación de los parquímetros en la Colonia Roma y hasta la estatua del dictador armenio Aliyev.
El espejismo de la pantalla ha surtido efecto. Mancera aprovecha los múltiples favores que Televisa le debe (el caso Bar-Bar, la detención de Paula Cussi, los expedientes y licencias de las famosas camionetas “falsas” de la empresa) y comienza a escuchar el canto de la Sirena. ¿Será el próximo Peña Nieto para el 2018?, le susurran al oído. Quizá no lo crea, pero alienta las percepciones de un gobernante más preocupado por la foto que por la gestión capitalina, por la condescendencia con el gobierno federal y no por la sana distancia con una administración con un partido, un proyecto y un estilo supuestamente distinto a las izquierdas.
El “defecto” de Mancera es, quizá, menospreciar las lealtades del voto de las izquierdas para ir a conquistar a una clase media siempre caprichosa, para encontrar el “centro” más cargado hacia la derecha y convertirse en uno más de los acompañantes de la corte peñista y no en un punto de referencia. Distinguirse no es pelearse. Ser congruente no es radicalizarse. Volverse un líder no es un asunto de spots, mariachis ni confetis.
Ese es el “defecto” de Mancera. Comienza a aflorar en una ciudad que no olvida los excesos de los regentes de la era priista (Uruchurtu y su moralina, Hank González y el negocio patrimonial de los ejes viales, Oscar Espinosa y la cauda de corrupción, etc), que se ha agotado con las fórmulas tribales del perredismo clientelar para apropiarse del servicio público, que espera no sólo discursos sino hechos concretos, que no quiere diagnósticos catastrofistas sobre la contaminación, la falta de agua o la sobrepoblación sino un gobernante que ofrezca soluciones y no fugas hacia una adelantada sucesión presidencial.