sábado, 30 de marzo de 2013


Dinero
 Un año para hacer que baje la violencia
 La mayoría no cree que se logre
 El problema está fuera de control
Enrique Galván Ochoa
U
n año pide el presidente Peña Nieto para bajar los niveles de violencia. Su sexenio ha tenido un arranque que no se distingue del anterior, incluso algunas cifras muestran que la situación ha empeorado. Nuestros entrevistados de esta semana, en 79 por ciento, piensan que no habrá resultados positivos; 10 por ciento opina que un año es demasiado tiempo, y 5 por ciento cree lo contrario, que no es tiempo suficiente.
Metodología
Enviamos 3 mil cuestionarios a los buzones electrónicos de un número igual de foristas. Contestaron mil 454. En seguida, fragmentos de algunas opiniones que emitieron. Su versión sin editar puede leerse en el foro.
e@Vox Populi
No quisiera ser pesimista, pero a esto no le veo una pronta solución. Un año es mucho para quienes vivimos sin la protección que los políticos traen a su alrededor, pero poco para establecer los programas que fomenten el empleo para que ya no haya tanta maldad.
Arturo Díaz Benítez / Distrito Federal
Dudo mucho ver resultados en cualquier rubro. Son los mismos intereses de siempre. Un gatopardismo a la mexicana. Nosotros somos los que tenemos que dar resultados manifestando y exigiendo lo que el país necesita: justicia, transparencia, legalidad, cero impunidad y un cambio en el modelo económico y social.
Román López Vilchis / Guanajuato
Fox dijo que en 15 minutos resolvería el conflicto de Chiapas y... nunca sucedió. Ahora EPN pide un año para que se vean los resultados en la campaña contra el crimen. Si seis años no alcanzaron para resolver lo que se planeaba en 15 minutos, ¿cuánto tiempo se necesitará para resolver lo que se propone en un año...?
Rey David Díaz / Distrito Federal.
No es suficiente un año. El crimen organizado se está moviendo, actualizándose, mientras EPN piensa igual que hace 18 años, cuando el PRI seguía en la Presidencia. Estrategias viejas para organizaciones nuevas de jóvenes (40 años) dentro del narco. Los intereses son muchos tanto en México como en Estados Unidos.
Patricia Razo Cruz / Monterrey
Si en mi trabajo pido un año de plazo para lograr resultados, al siguiente día ya no tengo empleo. Se evidenciaría mi nivel de incompetencia.
Socorro Solís Tejada / Veracruz
Difícilmente cambiará esta deplorable situación de violencia, sobre todo cuando no hay una estrategia clara para combatir el problema de raíz que, como sabemos todos excepto quienes (des)gobiernan, tiene su origen en la pobreza, la corrupción y la impunidad. Creen –y al parecer esa es su única estrategia– que con obligar a los medios de comunicación a no difundir la cruenta realidad van a disminuir los actos delictivos.
Foto
Filiberto Frausto Orozco / Zacatecas
¿Pues no que ya tenían todo planeado? Se supone que para eso son las campañas, para ofrecer a los ciudadanos lo que van a hacer en cuanto tomen el poder. Pero qué podíamos esperar de los priístas. Ni modo, otro sexenio de horror.
María Chavero Rosas / Morelia
Duele admitirlo, el México bronco tardará décadas en apaciguarse, y antes de hacerlo empeorará aún más la situación. Nuestro desprecio por la vida ajena se parece tanto a la de esos fanáticos musulmanes que vemos en algunos videos pronunciando "Alá es grande" cada vez que disparan sus armas. El combustible que mueve sus actos no ha sido acotado en lo más mínimo, todo lo contrario, el consumo de drogas va en exponencial aumento y los precios que alcanza debido a su prohibición son apetitosos. Tengo hijos que no consumen, pero me explican con cuánta facilidad la mayoría de sus amigos y compañeros las obtienen y usan. Nada ha logrado la moral católica ni protestante y sectas que les acompañan en términos de respeto por la vida ajena, por el medio ambiente, por la convivencia humana. El dios de la avaricia lo domina todo, desde la vida privada hasta las más celebradas concertaciones públicas que festinan los medios. El dinero manda y el poder distorsiona. El gobierno dispone de todos los medios y recursos para afrontar este caos, pero se reduce a ejercer selectivo el monopolio de la violencia legal; su falta de legitimidad y aceptación por el pueblo más agraviado, los gremios siempre ignorados, los trabajadores echados a su suerte, los profesionistas sin esperanza, etcétera, produce un vacío que, como todo vacío, es llenado por reacciones infecciosas que no paran en consideraciones sentimentales. Convivimos con la muerte. Un año, imposible, si acaso una generación habrá de consumir este proceso en sanar, o en acabar de infectarlo todo.
Carlos Lara/Guanajuato.
Ya todos sabemos la definición de locura: locura es hacer lo mismo y esperar resultados diferentes.

No hay comentarios: