miércoles, 11 de junio de 2008

conclusiones inteligentes

Es, no cabe duda, hasta peligroso para la soberanía energética pensar que se puede continuar con una plataforma de exportación del actual volumen (1.5 mmdbd) a costa de subsidiar a los que no cumplen con sus obligaciones fiscales. Actores, empresas, grupos y personas específicas, que se han enseñoreado de los bienes y recursos nacionales para su propio provecho y poder. Ésta, la debilidad fiscal, es el verdadero, el primigenio núcleo de los problemas, de las deformaciones que padece la industria petrolera. Sin enfrentarla de manera directa no se podrá impulsar una reforma que sea autosostenible, independiente y pilar del desarrollo de la nación.

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