Jesús Ramírez y Poncho Romo: despertar a rayuelazos… y las cifras de ComScore sobre sitios de internet

FEDERICO ARREOLA@FedericoArreolajue 27 sep 2018 08:22

 

  

 

Que toda la vida es sueño, y los sueños sueños son, dice el poeta

Foto propiedad de: Internet

“Pero lo malo del sueño no es el sueño. Lo malo es eso que llaman despertarse…”. De Rayuela, de Julio Cortázar

A rayuelazos de su siempre sabia e interesante Rayuela el periódico La Jornada ya ha despertado de sus sueños ¿guajiros? a dos de los colaboradores más importantes del presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador

El rayuelazo contra Jesús Ramírez

Hoy, en El Financiero, Raymundo Riva Palacio recuerda la Rayuela del martes pasado, dirigida a Jesús Ramírez, futuro director de comunicación social del poder ejecutivo federal: “No hay mayor ciego que quien no quiere ver. Asombra que el portavoz de AMLO haya dicho lo que dijo en la Cámara. Para sonrojarse”.

A partir de ello, @rivapa analiza —en mi opinión, con ciertas ganas de joder un poquito de más— la complicada tarea que espera a Ramírez:

1. “Jesús Ramírez Cuevas fue reportero desde que salió de la universidad, en 1991”. 

2. “Durante poco más de una década colaboró en La Jornada y con agencias internacionales de prensa”.

3. “Incursionó en el documentalismo y se fue acercando a Carlos Monsiváis, quien lo arropó intelectualmente y lo recomendó al sempiterno candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador, quien lo invitó a trabajar con él”.

4. “Ramírez Cuevas se convirtió en uno de sus más cercanos y de los pocos que podían contradecirlo sin caer en el ostracismo”.

5. “López Obrador lo hizo director de Regeneración, el periódico que le sirvió a Morena como vehículo de movilización permanente, y le redactaba discursos”.

6. “Por su pasado en la prensa, no fue raro que el presidente electo lo nombrara su vocero y próximo director de Comunicación Social de la Presidencia”.

7. “Ahí es donde comenzaron sus problemas”.

8. La Rayuela de La Jornada, dice Raymundo, de plano descalificó a su ex colaborador Ramírez, que se hizo bolas al hablar de la prensa fifí y de la necesidad de que los medios hagan explícitas sus líneas editoriales.

9. Para Riva Palacio, el señor Ramírez sabe poco acerca de cómo transparentan los medios sus líneas editoriales.

10. “Ramírez Cuevas debía saber más del tema. Es muy imprecisa su analogía y, quizás, como durante casi una década ha practicado una prensa militante –que es legítima, por cierto–, piensa que sin importar los géneros periodísticos, todos deben hacer explícitas sus posiciones políticas”.

11. Pero Ramírez se equivoca: “Un medio que no es militante busca acceder a un público plural mediante una información justa, balanceada y plural. Un medio militante, que es el que expresa su posición política y filiación, no cumple ese propósito, porque es excluyente. Es útil para sus simpatizantes e inútil para el resto. Es exactamente lo contrario de lo que ha postulado en otras ocasiones como la responsabilidad del medio para informar mejor a la sociedad”.

12. Después, muy en su estilo de periodista de mundo, Raymundo le da una lección a Jesús acerca de cómo son las cosas en Estados Unidos, Francia y Reino Unido.

13. También @rivapa acusa a Jesús Ramírez de que, cuando era periodista, “se mal acostumbró” a mezclar en “sus textos la opinión y sesgaba la información”.

14. Termina el columnista de El Financiero calificando a Ramírez de “bisoño en el campo de la comunicación social”, por lo que “tendrá que aprender a que sus palabras tienen costo si yerra y pensar mejor lo que declara”.

15. Al final, Ray le da una sobadita a Ramírez para que no le duela tanto la joda que le puso en toda la columna: “varias de sus ideas sobre publicidad y responsabilidad social de los medios merecen atenderse y apoyarlas”.

16. Luego de la sobadita, don Raymundo le da un último llegue al portavoz de AMLO: pero sus buenas ideas no deben “perderse en discusiones ociosas sólo porque su conocimiento en estos momentos es limitado”.

El rayuelazo contra Poncho Romo

La Jornada es el principal diario de izquierda en México y uno de los más importantes en el mundo. Por eso llama la atención que cuestione a Jesús Ramírez, un hombre fundamental para el proyecto del nuevo gobierno, de izquierda desde luego, que además trabajó durante años en el periódico dirigido por la señora Carmen Lira, un periodista al que seguramente aprecian sus compañeros jornaleros.

Más natural resulta que La Jornada esté en contra del jefe de la oficina del presidente electo Andrés Manuel López Obrador.

Alfonso Romo no solo es un viejo, conocido y polémico representante de la mafia del poder —hasta colaboró, según lo ha confesado él mismo, en el fraude de 2006 para impedir la llegada de AMLO a la Presidencia—, sino que también es en el mejor sentido de la palabra un hombre fifí entre los fifís: Poncho vive entre lujos y, ni hablar, la costosísima elegancia es la característica principal de su personalidad. Se lo merece, lo ha ganado haciendo muy buenos negocios.

Ya uno de los editorialistas principales de La Jornada, Luis Hernández Navarro, le había dado un fuerte raspón en una columna que si no leyó Andrés Manuel López Obrador, debería leerla: “Ironías de la política, el empresario conservador Alfonso Romo, enemigo del aborto y de la propiedad social en el campo, será el segundo hombre más poderoso de un gobierno que ganó las elecciones con el voto de quienes rechazan las reformas estructurales, defienden el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y reivindican el ejido y la comunidad indígena”.

Ahora, alguna cosa perfectamente razonable para Estados Unidos o el Reino Unido dijo el señor Romo, pero en La Jornada, en la Rayuela, se encargaron de ubicarlo: “Y el astuto Alfonso Romo ya avisó que es urgente eliminar el uso de efectivo. ¿Pues en qué país vive?”.

La pregunta del párrafo anterior tiene sentido: ¿en qué país vive Poncho Romo? Pues ¡en el de sus sueños de progreso perpetuo basado en los valores del capitalismo y el neoliberalismo, en los principios y dogmas los de la más conservadora iglesia católica, en la convicción de que con trabajo y ahorro todo es posible, hasta sacar de la pobreza a millones de desheredados!

Muchos, neoliberales fifís, pensamos lo mismo que Poncho Romo. Compartimos ese sueño que estuvo detrás de las reformas estructurales, desde las de Carlos Salinas de Gortari hasta las de Enrique Peña Nieto.

Sin duda, se trata del sueño que ha sido una pesadilla para muchos otros mexicanos, casi todos de izquierda y partidarios del proyecto de AMLO.

El hecho es que a rayuelazos La Jornada está exigiéndole a Romo que sea serio y se olvide de sus sueños de un país inexistente que a muchos nos fascina, pero que para muchos otros ha sido la peor pesadilla.

ComScore, los medios más leídos

Ha dado a conocer Ciro Gómez Leyva este jueves los datos de la empresa ComScore. Son estos:

1. Con 13 millones 386 mil usuarios únicos, El Universal, de Juan Francisco Ealy Ortiz, dirigido por David Aponte.

2. Con 13 millones 090 mil usuarios únicos, UnoTV, de Carlos Slim, dirigido por Arturo Elías Ayub.

3. Con 8 millones 870 mil usuarios únicos, Televisa, de Emilio Azcárraga, empresa dirigida por Bernardo Gómez y Alfonso de Angoitia.

4. Con 8 millones 398 mil usuarios únicos, SDP Noticias, nuestro sitio de internet.

5. Con 8 millones 012 mil usuarios únicos, Milenio, de Francisco González, dirigido por su hijo del mismo nombre. Curiosamente, desde que Carlos Marín dejó la dirección, han crecido bastante las visitas del sitio de la familia González.

6. Con 6 millones 225 mil usuarios, Excélsior, de Olegario Vázquez Aldir, dirigido por Ernesto Rivera.

7. Con 5 millones 400 mil usuarios únicos, El País, de Grupo Prisa, compañía de medios española.

8. Con 5 millones 140 mil usuarios únicos, El Financiero, de Manuel Arroyo, dirigido por Enrique Quintana.

9. Con 4 millones 567 mil usuarios únicos, Proceso, de la familia Scherer y otros socios, publicación dirigida por Rafael Rodríguez Castañeda.

10. Con 4 millones 192 mil usuarios únicos, Radio Fórmula, de Jaime Azcárraga, empresa que algún director operativo tendrá, pero que en la que cada conductor hace su programa en santa libertad personal.