Despertar en la IV república

Nueva ética para México

José Agustín Ortiz Pinchetti

C

on el nuevo régimen se ha planteado la necesidad de repensar temas clave de la vida nacional. Parece ser que lo más importante es la eliminación de la corrupción. También se está pensando en una nueva guía ética. Una tarea muy difícil. Empecemos por pensar que hay millones de mexicanos que viven encondiciones de miseria, incluso en estado de necesidad, carecen de verdaderas alternativas para subsistir: alimento, salud, vivienda digna, vestido y educación. Mucha gente en esas circunstancias se desplaza hacia el comportamiento criminal. Para ellos es muy difícil respetar una guía ética.

La rectitud de los mexicanos como un conjunto no será posible si hay compatriotas que carecen de los factores para un verdadero desarrollo humano. Este gobierno, o cualquier otro, está obligado a crear y mantener las circunstancias que permitan este desarrollo.

Otro punto muy importante es la visión que los distintos grupos tienen de lo que debe de ser la ética. Creo que habría acuerdo en que es un arte que expresa la sabiduría de la experiencia humana. Un conjunto de normas que rigen la conducta para orientarla a la felicidad y a la disminución del sufrimiento cuyo pilar central es la verdad.

Un sector, parte de la élite mexicana, se plantea una ética basada en un pensamiento materialista moderno. El planteamiento de una ética nueva por parte de la élite tiene que aceptar como existente una cultura popular muy arraigada. Nuestro pueblo identifica la ética como parte de un conjunto de creencias, convicciones e impulsos religiosos y espirituales.

Para elaborar una nueva guía ética, tenemos que tomar en cuenta la tendencia innata a la bondad y a la rectitud que genera la ética. Estas cualidades nacen de nuestra naturaleza espiritual. Hasta hoy es un misterio su existencia y su origen, pero no hay duda de que estamos dispuestos a realizar muchas cosas en contradicción a nuestros instintos y nuestros intereses con tal de comportarnos rectamente y hacer el bien.

Hay algo dentro de nosotros que podemos llamar consciencia. La realidad espiritual es percibida intuitivamente y es sentida con mucha intensidad hasta experimentarla como una verdad.