Ciudad perdida
Vacuna anti-Covid, lucha conjunta
on los criterios que defina el gobierno, sin reflectores ni testigos de la lente, los empresarios de Monterrey están dispuestos a coordinarse con las autoridades para atacar la pandemia.
Desde principios de diciembre los del norte, la gente del Instituto Mexicano del Seguro Social y la cancillería han tenido pláticas para tratar de hacer efectivos los encuentros entre unos y otros.
Los empresarios ofrecen financiamiento y logística para llevar, en coordinación con lo que determinen las autoridades durante dichas pláticas, las vacunas a cerca de medio millón de trabajadores, y sus familias, que laboran en sus empresas.
Los señores del dinero en Monterrey han llevado su preocupación –dada la situación de la pandemia– hasta el extremo de asegurar que, cuando menos esta vez, no quieren hacer negocio, y esto porque, aseguran, hay quienes pretenden mal informar al presidente López Obrador sobre su postura frente a la decisión de convertirse en coadyuvantes de la lucha que mantiene el gobierno frente al mal.
Por eso las pláticas se han mantenido en el mayor sigilo, como decíamos, sin fotografías ni grabadoras, porque son ellos, los empresarios, los que no quieren que su postura se confunda con algún intento de confrontación o que se les meta en el mismo costal que a los gobernadores opositores al gobierno.
Y aunque hay quienes dudan del comportamiento, poco común de los empresarios, hay quienes dentro del gobierno confían que esta vez sí se logren tender los puentes que permitan ensanchar la banda de entendimiento entre el gobierno y la iniciativa privada.
De ser ese el caso, de alcanzarse un acuerdo entre los del norte con el IMSS y la Cofepris, en apego a lo que han señalado el presidente Andrés Manuel López Obrador sobre la posibilidad de que los laboratorios puedan vender directo a particulares, los empresarios estarán comprometidos a cumplir con lo que el gobierno les señale para su labor, y todos contentos. Vamos a ver hasta dónde se puede llegar en bien del país.
De pasadita
Aunque no podríamos establecer con certeza absoluta que el gobierno del estado de México, en manos del priísta Alfredo del Mazo, se ha quedado de brazos cruzados frente a la pandemia, no sabemos cuántas camas para el combate al Covid se han habilitado en la entidad que gobierna.
Lo que sí tenemos claro es que una tercera parte de las camas de los hospitales Covid de la Ciudad de México se hallan ocupadas por habitantes de aquella entidad, lo que complica, de todas formas, el panorama de la pandemia para esta capital.
Por más que la jefa de Gobierno señale que el problema se enfrenta a nivel del valle de México, no se ve, cuando menos nosotros no hemos registrado, que el esfuerzo se dé en conjunto, lo cual preocupa de todas formas.
A la Ciudad de México arriban más de un millón de habitantes de los municipios conurbados del estado de México y eso también se suma al problema de movilidad que se tiene en la ciudad.
Estamos seguros de que este comentario podría mal interpretarse y hasta señalarse como contrario a los derechos de las personas, pero son hechos que demandan acciones que permitan aminorar la velocidad del contagio.
Estamos seguros de que los esfuerzos comunes son una buena parte de la solución, cosa que por el momento no hemos visto, o cuando menos no nos hemos enterado. La pandemia demanda, más que acciones de marginación, trabajo conjunto de las entidades del valle de México antes que cualquier otra medida.
Y ya con esto nos despedimos de este maligno año y nos estaremos comunicando antes de que termine el próximo enero, o como se decía antaño: a menos que suceda algo de mayor importancia.
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