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Dos Bocas: ¿crónica de un fracaso?
Para emitir una reflexión lo más acertada y objetiva posible escuché varias opiniones de verdaderos expertos en el tema energético.
Foto propiedad de: Internet
En este espacio ya hemos compartido en varias ocasiones nuestra opinión sobre el deficiente trabajo que ha venido realizando la titular de la Secretaria de Energía, Rocío Nahle.
También se ha señalado la disputa creciente entre Rocio Nahle y el titular de Pemex, Octavio Romero Oropeza.
Ayer que se declaró desierta la licitación para construir la refinería Dos Bocas y el presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que la construcción la llevará a cabo Pemex y la Sener, dependencias lideradas por los funcionarios antes mencionados.
Para emitir una reflexión lo más acertada y objetiva posible escuché varias opiniones de verdaderos expertos en el tema energético.
Bueno como es evidente los funcionarios y algunos comunicadores a favor, piensan que es la mejor opción. Porque es mejor hacerlo en casa dicen algunos, porque habrá menor corrupción avizoran otros.
El argumento es la seguridad energética y la autosuficiencia en la producción de gasolinas es en beneficio de México.
Sin embargo, para los especialistas el cambio de planes para construir la refinería de Dos Bocas, Tabasco, puede repercutir en las finanzas públicas y en las de Pemex. E incluso en la calificación soberana de México.
Ya que Pemex, es ya la empresa petrolera más endeudada de mundo, por mucho, y ahora invertirá cientos de miles de millones de pesos que simplemente no tiene.
El gobierno ya enfrenta un escenario de menores ingresos, arrastrados por la desaceleración de la actividad petrolera.
Ayer el presidente López Obrador informó que para la obra se estima un presupuesto de 8 mil millones de dólares.
En este sentido, la Coparmex enlistó una serie de apuntes por los que las "cosas pueden salir mal", como, por ejemplo, cuando "la empresa petrolera más endeudada del mundo decide emprender por su cuenta un proyecto de esta magnitud en una línea de negocio en la que ha sido históricamente poco rentable".
Además, apuntan que "empresas internacionales especializadas en la materia deciden no participar bajo las condiciones propuestas, advirtiendo costos mucho mayores y tiempos de ejecución más prolongados para concluir de manera adecuada la obra".
La IP alertó de que "el gobierno haya decidido sustituir a empresas especializadas en este tipo de proyectos y asumirse como un eficiente desarrollador de infraestructura cuando es de dominio público su poca o nula experiencia en la materia".
La pregunta es, será la refinería Dos Bocas, ¿la crónica de un fracaso anunciado?
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