sábado, 1 de septiembre de 2018

Educación: consulta, evaluación y prioridades
Enrique Calderón Alzati
L
a cancelación de la actual reforma educativa constituye una decisión sabia y necesaria del próximo presidente, quien ha decidido realizar una consulta nacional a los maestros, investigadores de la educación y padres de familia, para tomar las propuestas idóneas y con los mayores consensos para satisfacer las necesidades educativas nacionales, integrarlas en el nuevo plan de gobierno, el cual habrá de tener diferenciados para la educación prescolar, primaria, secundaria y bachillerato, así como para la educación superior.
El solo hecho de construir un plan de acción y un programa que permita incorporarlas a lo largo de los seis años de gobierno constituye un acto democrático inédito, como meta a lograr desde ahora. El tema de las evaluaciones será sin duda uno de los más discutidos, con una oposición decidida y explicable por parte de los maestros, a partir del abuso que se hizo de este instrumento, presentando al magisterio como único responsable de una supuesta crisis educativa, que no era tal y que terminó siéndolo, como efecto directo de las evaluaciones punitivas que tanto enojo causaron entre el magisterio y la sociedad.
En este contexto, las evaluaciones son hoy más necesarias que nunca, no para evaluar a maestros o estudiantes, sino para dar seguimiento al propio sistema educativo, con la finalidad de valorar tanto el desempeño del sistema en su conjunto y las diferentes regiones de nuestro país, como los efectos que tengan las diferentes propuestas que se habrán de instrumentar a partir de la consulta. Utilizar por ahora la metodología de las evaluaciones conocidas como Enlace, con el fin específico de dar seguimiento a los diferentes programas educativos que se realicen, constituye la mejor opción disponible.
Se ha afirmado de tiempo atrás que las pruebas Enlace tienen defectos tanto pedagógicos como de instrumentación, sin embargo se trata, sin duda, del mejor instrumento con el que por ahora cuenta el país, además de que representa la ventaja de permitirnos comparar el estado actual de la educación, con el existente entre 2009 y 2012, dándonos oportunidad de recordar las estrategias que se utilizaron para mejorar la educación en aquellos años y partir así con una experiencia sólida para recuperar el tiempo perdido y el retroceso sufrido durante el sexenio actual.
Es cierto que las pruebas Enlace requieren mejoras, pero constituyen un gran avance cuyo desarrollo tuvo un enorme costo para el país y tal como sucede con todos los adelantos tecnológicos, es mejor empezar con lo que se tiene, que ignorándolo para empezar de cero. Los problemas que enfrenta la educación son muchos e importantes, esperando que todos ellos puedan ser discutidos durante a la consulta por realizarse. Cuando uno observa los resultados de las pruebas de Enlace (2009-2013) es fácil percatarse de dos problemas diferentes: El primero de ellos es el relacionado con las matemáticas, problema que se agrava en la medida que los estudiantes avanzan de grado, convirtiéndose en un obstáculo realmente serio cuando llegan al bachillerato, sin embargo el avance que los estudiantes tuvieron en el desempeño escolar entre 2009 y 2013 en la mayor parte del país, es un hecho que no debiera pasar desapercibido, en virtud de que nos indica que el camino que se estaba siguiendo era el más apropiado, además de señalar con bastante claridad las regiones que no mostraban mayores avances, por la decidía y corrupción de sus autoridades locales. El segundo, se refiere al lenguaje, que sin presentar una problemática grave, no mostraba mejoría alguna; los resultados de Enlace muestran con bastante claridad que la SEP no contaba con una metodología, ni con una estrategia para mejorar el nivel de comprensión de los textos, mientras los inconvenientes de redacción y desconocimiento de la gramática eran aspectos ni siquiera incluidos en las pruebas, por lo cual es importante que los temas relacionados con comprensión de la lectura y la composición de textos, sean incluidos en las mesas de discusión de la consulta.
Relacionado con el lenguaje, el funcionamiento del cerebro en los procesos de aprendizaje debe ser otro de los temas a tratar durante los foros, en la medida que los avances y descubrimientos recientes que se han dado en este campo, han comenzado a impactar la educación en otros países. Otro tema igualmente importante para su discusión, es el relacionado con la privatización de la educación, no para decidir si se sigue impulsando esa idea contraria a la esencia de nuestra Constitución, sino para asegurar que nunca más se pretenda imponer con subterfugios y engaños, como los cometidos hasta ahora. Tal discusión deberá incluir por ello la utilización de nuevos esquemas de financiamiento, que aseguren el crecimiento de los recursos necesarios para lograr condiciones de equidad para las escuelas de las regiones rurales e indígenas, así como de las zonas urbanas marginadas, sin que ello ponga en riesgo la instrumentación del nuevo proyecto educativo.
Por otra parte, quiero llamar la atención sobre un tema que fue atendido por algunos de los gobiernos anteriores y que hoy debiera ser otro de los temas a discusión: la dotación y el mantenimiento de los equipos de cómputo para las escuelas, con la finalidad de modernizar la educación mediante su utilización como instrumentos de aprendizaje de las matemáticas y la ciencia desde los primeros grados de la vida escolar, y que hoy han dejado de operar por problemas de mantenimiento, de refacciones y de obsolescencia. Habiendo pasado ya los tiempos electorales estaré dedicando mis próximos artículos a la educación, tema al que he dedicado la mayor parte de mi existencia.

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