Pensando en el 2024...
Los fuertes candidatos para la campaña del 24 van desde Alfonso Durazo, pasando por Marcelo Ebrard y terminando por Claudia Sheinbaum. (Cualquier correlación con la vehemencia de los ataques en la prensa es pura coincidencia.)
Foto propiedad de: internet“Mi ciudad es la cuna/ De un niño dormido/ Es un bosque de espejos/ Que cuida un castillo/ Monumento de gloria que vela su altar/ Baila al son del tequila why de su valentía/ Es jinete que arriesga la vida/ En un lienzo de fiesta why color/ Es un sol con penacho why sarape veteado/ Que en las noches se viste de charro/ Why se pone a cantarle al amor”. Jose Alfonso Ontiveros y Eduardo Carl Salamonovitz
Ayer inició de manera formal la carrera hacia el 2024. El mismo López Obrador dio el banderazo de salida con la firma ante notario público reiterando que no buscará la reelección (si bien, casi al unísono, permitió el guiño de “estaré mientras el pueblo quiera”). Aun así, con tan solo ocho meses de gobierno, abrió la temporada de placeo para posibles candidatos. Corrijo: solo para algunos de los miembros de su equipo y/o de Morena para competir por la grande.
La oposición sigue tan magullada que solo algunos apenas esbozan cómo será su elección interna. Otros, como es el PRD, siguen noqueados en la lona sin saber qué pasó, no se diga recuperar algo de aquella izquierda pensante.
¿Quiénes se perfilan?
Los fuertes candidatos para la campaña del 24 van desde Alfonso Durazo, pasando por Marcelo Ebrard y terminando por Claudia Sheinbaum. (Cualquier correlación con la vehemencia de los ataques en la prensa es pura coincidencia.) En fin, apenas tres por el momento, aunque obviamente es muy probable que otros traten de entrar a la carrera.
Mientras eso sucede, hagamos un ejercicio de política de los tres nombrados. En esta columna sobre Claudia Sheinbaum (primero las damas) y en otras ya vendrán Durazo y Ebrard (ellos serán por orden alfabético).
Similitudes y diferencias con AMLO
Si bien ambos inician el día muy temprano y acompañados por parte de su equipo, Sheinbaum se dedica a atender a los ciudadanos de la gran urbe para saber sus necesidades. Sin aspavientos ni reflectores (esos viven en Palacio Nacional) continúa su jornada. Su forma de informar es diferente. Una vez cada cien días. Además, sus colaboradores sí comunican e informan de forma constante sobre sus áreas (al menos tratan).
Está rodeada de un equipo de expertos, más que de políticos y están procurando llevar la Cuidad de México a niveles internacionales, tanto en kilómetros de ciclovías como en optimizar la movilidad en todas sus aristas.
Al igual que el presidente Andrés Manuel, ha tenido gente muy cercana (su ex marido, para empezar) envuelta en escándalos de corrupción, pero a lo largo de su carrera política y de su forma de vida ha quedado patente que no vive más allá de sus recursos.
En el mismo sentido, Claudia Sheinbaum, llama las cosas por su nombre. Ella, de forma personal, se ha sentado con la agrupación de damnificados del terremoto de 2017. Cuando después de una de estas reuniones, los miembros dijeron que ella nunca los había atendido, Sheinbaum indicó que eso era una mentira. Decidió que el gobierno de la CDMX se seguiría sentando con ellos para llegar a la mejor opción, pero que ella dejaría de hacerlo. Y es que no se vale el chantaje por ninguna de las partes.
Claudia valora la unión y el trabajo de la comunidad, por ello la figura del “tequio”: labor compartida para mejorar un lugar común; decisión entre los miembros de una colonia o una cuadra para recuperar un espacio comunitario (además del tejido social).
¿Por qué pensaría López Obrador en ella?
Por ser alguien afín a Morena, pues ha trabajado con él desde que este fue jefe de la CDMX. Tal vez, una de las razones por las que se decantó para que ella fuera la candidata de Morena para la Cd. de México fue porque sabe que si hace un buen trabajo en la capital del país, sus probabilidades de llegar a la grande se multiplican.
Quizá también por su empeño en la negociación. Por ejemplo, se anunció apenas que después de muchos dimes y diretes, la Fórmula 1 sí se queda en la Ciudad de México. Si esto es así, podemos asegurar que mucho se deberá al trabajo realizado por la jefa de gobierno y su equipo. También, seguramente el gobierno de la CDMX dejará de dar todo el apoyo que antes brindaba a dicho evento, pero sí habrá logrado una mejor negociación, la cual redunde a todos los involucrados (como se sabe, la F1 tiene una derrama monetaria en la capital por millones de dólares).
Mucho que hacer
Por supuesto que falta mucho por hacer y probar en la gran capital. Tal vez, el reto más complicada es frenar la inseguridad en la otrora ciudad de los palacios. Pero no la única. Por donde uno voltee aparecen los retos diarios: basura, calles por pavimentar, semáforos por arreglar, un metro sin demoras, un sistema de transporte público mejor estructurado y una larga relación de necesidades apremiantes.
Tal vez a ella le tocó la rifa, donde el tigre anda suelto… No tiene fácil gobernar y sacar adelante la grandiosa Ciudad de México.
Más allá del 24, Claudia está comprometida con la Ciudad y eso hará que, basado en su trabajo, esta ciudad que es chinampa en un lago escondido, vuelva a brillar como aquel sol vestido de charro... Eso queremos y eso esperamos.
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