miércoles, 27 de noviembre de 2019

Es legítimo tener doble nacionalidad; por ejemplo, la mexicana y la estadunidense. Lo que es inmoral, ilegítimo e impresentable es invocar la protección de la segunda en perjuicio de México y su soberanía.
Se respeta el dolor de los LeBaron por la tragedia de sus familiares asesinados pero ese dolor no justifica que pidan la intervención de Washington. Si quieren ser regidos por leyes gringas, que vivan en Estados Unidos.
En todo caso, me abstengo de calificarlos de “traidores a la patria”, como es tendencia, porque esa acusación evoca cosas muy tremendas

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