lunes, 30 de abril de 2018

Graue milita en Morena

@jlca007dom 29 abr 2018 20:11
 
  
 
Curiosamente, nadie en la torre de Rectoría protestó, nadie denunció una violación a la autonomía universitaria
Curiosamente, nadie en la torre de Rectoría protestó, nadie denunció una violación a la autonomía universitaria
Foto propiedad de: Internet

El timeline de la cuenta de Twitter de Claudia Sheinbaum Pardo tiene la prueba más reciente, y fehaciente, del peligroso juego y la doble moral que practican las autoridades de la UNAM, encabezadas por su rector, Enrique Graue Wiechers.
La semana pasada la candidata a la Jefatura de Gobierno por Morena y cachorra consentida de Andrés Manuel López Obrador estuvo en la UNAM, concretamente en las instalaciones del museo Universum, reunida con un grupo de académicos con quienes analizó, según ella misma, los problemas ambientales de la Ciudad de México. La propia Claudia Sheinbaum Pardo presumió en un tweet su presencia en las instalaciones universitarias, así como la invitación hecha a sus interlocutores a “enriquecer nuestro proyecto Necesitamos de su conocimiento y experiencia!! (sic). Eso último significa que les pidió sumarse a candidatura, en otras palabras, pidió su voto y su esfuerzo para fortalecer su postulación. Evidentemente Sheinbaum participó en un acto proselitista y por lo tanto hizo campaña en las instalaciones de la UNAM, el viernes 20 de abril, un día hábil.
Curiosamente, nadie en la torre de Rectoría protestó, nadie denunció una violación a la autonomía universitaria, nadie dijo nada sobre la inconveniencia de utilizar a la UNAM como trampolín político, nadie en las oficinas de la alta burocracia universitaria se rasgó las vestiduras, nadie habló de violaciones a los artículos 2 y 9 del  Estatuto de la UNAM.

Apenas el 21 de marzo pasado el rector Graue ofreció una disculpa, durante la segunda sesión del Consejo Universitario de 2018 y ante las quejas de algunos consejeros universitarios alumnos, por la reunión que profesores de la Facultad de Derecho sostuvieron el sábado 17 de marzo con el candidato priista, José Antonio Meade. de forma totalmente contradictoria, Graue deploró el evento a pesar de que trató de una reunión celebrada en el Hotel Royal Pedregal, afuera del campus universitario, y financiada con recursos de los propios profesores que pagaron por su desayuno. El encuentro tuvo además la característica de ser reunión de trabajo, como la que presumió Sheinbaum, pues varios de sus antiguos profesores le hicieron planteamientos, y hasta reclamos, a Meade sobre las preocupantes condiciones del estado de Derecho en el país.

“He defendido abiertamente que los universitarios participen en política. Creo que es importante que todos tengamos una actitud política. También he dicho que esto no suceda dentro del campus porque genera polarizaciones. No es conveniente que los partidos políticos hagan campaña dentro de nuestras instalaciones. Entiendo que el sentido de esta reunión fue el de pertenencia pero también hay que decir que no debieron haberse puesto las banderas de la universidad. Pedimos disculpas ante el Consejo Universitario de que esto haya sucedido y hago votos porque no suceda más”.
Esa fueron las palabras de Enrique Graue para censurar el encuentro, en horas y días inhábiles, de los profesores abogados de la UNAM con el candidato del PRI. No había nada de ilegal porque ni hubo uso de recursos de la UNAM, ni se utilizaron sus instalaciones ni se usó tiempo laboral de sus académicos. Sin embargo el rector títere del ex rector, Juan Ramón de la Fuente, no iba a dejar ir vivos a los abogados y se colgó del uso de las banderas y los escudos de la UNAM para condenar el encuentro entre universitarios y el candidato priista.
En contraste, ahora que Sheinbaum, la candidata de Morena a la Jefatura de Gobierno se apersonó en Universum en horas y días hábiles, y que pidió el voto a los académicos, además de que lo hizo en instalaciones de la UNAM, ni el rector Graue ni su vocero, Néstor Martínez Cristo, activo promotor de las causas de López Obrador y Morena en sus redes sociales personales, ha dicho absolutamente nada.
La actitud de Graue y su grupo, el grupo de Juan Ramón de la Fuente, es cada día más abierta y peligrosa para la UNAM: Le dieron un programa en TV UNAM al promotor número uno de López Obrador, John Ackerman, también en TV UNAM abrieron un programa de caricaturistas con absoluto sesgo antigubernamental y pro lopezobradorista, Juan Ramón de la Fuente declaró hace algunos meses que la UNAM estaba con Sheinbaum como si la universidad fuera de su propiedad, desde la Rectoría se hostiga a quienes tienen preferencias políticas diferentes a las suyas o se atreven a ejercer sus libertades y derechos políticos como los de los profesores de Derecho, entre otros Eduardo López Betancourt, sistemáticamente acosado por denunciar el uso partidista, a favor del Peje, de los recursos de la UNAM, y además se guarda silencio cuando, en abierto desacato a la orden del Consejo Universitario y a las palabras del propio Graue de no introducir candidatos al campus universitario,  Claudia Sheinbaum se apersona a pedir el voto a los académicos utilizando el medio ambiente como pretexto.

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