Derechos laborales: MORENA hizo en 20 días lo que PRI y PAN no hicieron en 80 años
Los derechos laborales han sido un tema especialmente delicado, sobre todo en los últimos 20 años, puesto que desde que se firmó el TLCAN, varias empresas extranjeras se han asentado en nuestro país implementando estrategias ventajosas de contratación. A este respecto MORENA ha hecho dos propuestas que intentan resolver el problema de raíz y no con parches Constitucionales y leyes secundarias hechas a modo.
Hace un par de días la Sen. Marybel Villegas propuso un proyecto de decreto que pone en la mira a las empresas que subcontratan a sus trabajadores a través de las famosas outsourcing, lo que ya se discute en las comisiones de Trabajo y Previsión Social y Estudios Legislativos.
Luego, el pasado 20 de septiembre la bancada de MORENA por medio del Sen. Napoleón Gómez Urrutia, quien fue constantemente acusado de intentar escudarse en el fuero constitucional que le da su condición de legislador por las supuestas deudas que tiene con los trabajadores mineros, desempolvó el Acuerdo 98 de la Organización Mundial del Trabajo que, entre otras cosas, defiende la libertad de los trabajadores para afiliarse al sindicato de su preferencia, la democracia para la elección de los líderes sindicales y la dignidad laboral en todo centro de trabajo.
Acuerdo y simulación
El Acuerdo 98 de la OIT data del año 1949, por lo que el gobierno mexicano sabía del documento al ser Estado Miembro Fundador de la Organización de las Naciones Unidas. Cabe mencionar que el trabajo, al ser un derecho humano fundamental, da inmunidad al Acuerdo, es decir, que el país que lo firme y ratifique no puede establecer reservas (una reserva se da cuando un punto o artículo de un documento internacional es incompatible con el modo de organización política del país que lo recibe).
A pesar de esto, el Gobierno de México lo firmó en 1956 pero estableció arbitrariamente una reserva en lo que correspondía a la vida de los sindicatos. Nunca lo ratificó.
Ratificación
En 2015 el Presidente Enrique Peña Nieto ratificó el Acuerdo 98 de la OIT sin reservas, envió el documento a la Secretaría del Trabajo cuyo titular era Alfonso Navarrete Prida (hoy Secretario de Gobernación), quien expresó que, estando todo en orden, se turnaba al Senado de la República para realizar las discusiones correspondientes para su posterior implementación en breve.
Simulación
Lamentablemente, las discuciones se hicieron lentas y largas y sus resultados nunca fueron ingresados hasta estos días, cuando la bancada de MORENA en voz del Sen. Gómez Urrutia las desempolvó del archivo, las revisó y hoy está confirmando la ratificación de dicho Acuerdo ya avalado por el Presidente de la República para su inmediata implementación.
Pasó lo de siempre, el Presidente hizo lo suyo, el Secretario de Estado también, pero contaban con que el asunto sería trabado en el Poder Legislativo, de aquí que se hable de simulación, lo que era cada vez más normal en este país, por lo que tanto el Ejecutivo Federal como su Secretario quedaban “libres” de culpa.
Omisión: Romero Deschamps y Gordillo Morales
Llama la atención que los líderes de los sindicatos más grandes y poderosos del país pasaron por el Poder Legislativo y ninguno de ellos hizo nada de este tipo.
Carlos Romero Deschamps, líder del Sindicato de Trabajadores de PEMEX, fue Diputado y Senador hasta el hartazgo, ocupó el cargo en 5 legislaturas, todas de forma plurinominal (nunca hizo campaña y nadie votó por él jamás), llegando a acumular experiencia de 21 años como legislador.
Nunca presentó una sola iniciativa de ley, proyecto de decreto o servilleta de restaurante con alguna idea o propuesta y tampoco subió a tribuna, quedando las curules y escaños que ocupó como formas de pago del PRI para legitimarse en el poder.
Elba Esther Gordillo Morales, lidereza del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación(SNTE), igual fue Diputada que Senadora, llegando incluso a la Presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados en 1987. En total acumula 9 años de experiencia legislativa.
A diferencia de su contraparte petrolero, la “maestra” Gordillo tuvo un papel más activo en las legislaturas, sin embargo, nunca hizo algo ni medianamente cercano que pusiera sobre la mesa la discusión del Acuerdo 98 de la OIT, pues si lo hubiera hecho con la influencia y el apoyo del SNTE, no se hubiese ignorado.
Gordillo quedó, como Romero Deschamps, como una moneda de cambio del PRI que, en el momento en que dejó de ser útil, simplemente fue encarcelada.
Finalmente
Gómez Urrutia habla muy bien cuando afirma que México tiene una deuda histórica con la fuerza trabajadora y que el Estado Mexicano ha hecho muy mal en privilegiar los grandes capitales de empresarios nacionales y extranjeros, mismos que se han beneficiado con su ayuda para explotar a la fuerza de trabajo en nuestro propio suelo, generando en muchos lugares condiciones, incluso, de esclavitud, lo que está prohibido por el Artículo 1º Constitucional, párrafo 4.
Está prohibida la esclavitud en los Estados Unidos Mexicanos. Los esclavos del extranjero que entren al territorio nacional alcanzarán, por este solo hecho, su libertad y la protección de las leyes.
Cabe mencionar que no se habló solo de las ventajas para los trabajadores, sino también para los empresarios, pues en los países donde se ha implementado el Acuerdo 98 de la OIT, han visto grandes beneficios, tanto en aumento de salarios, como en su poder adquisitivo y generando mayor y mejor producción de bienes y servicios. Dicho de otra forma, todos ganan.
Una vez que el Senado por fin resolvió la ratificación del Acuerdo, ahora solo queda que el Presidente Peña Nieto haga lo suyo y publique lo correspondiente en el Diario Oficial de la Federación.
Con información de vidaenmex.
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