martes, 19 de noviembre de 2019

Y porque siempre somos frutos de la impaciencia bosque todos. Apenas te conozco y ya arrasé ciudades, nubes y paisajes viajes, y atónito, descubro de repente que dentro estoy de la piedra presente y que en cielo aún no hay un celaje.
Cómo serán estas palabras, nuevas, cuando ya junto a ti, salgan volando y en el acento de tus manos vea el límite inefable del espacio. Carlos Pellicer.

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