COLUMNAS
¿La metamorfosis de AMLO? ¿O de Anaya? ¿O de @HECavazosA?
Las personas son como son y punto. O como dicen por ahí; “Genio y figura, hasta la sepultura”.
Leo hoy aquí en este espacio que nuestro compañero Humberto Enoc habla acerca de las que él considera las metamorfosis de AMLO. https://www.sdpnoticias.com/nacional/2018/04/26/la-metamorfosis-de-amlo Quienes lo lean seguramente coincidirán conmigo: López Obrador no se ha transformado, es el mismo les caiga bien o mal a algunos, pero así es el: Irreverente, soberbio, terco a morir, firme en convicciones, contestatario… Ese es Andrés. Nada nuevo les digo que muchos no conozcan, pero de ahí a calificarlo de oportunista, facilote, doble cara y otras cosas más, hay un gran trecho.
Los que ya tenemos algunos años en este asunto de las redes sociales, recordaremos a nuestro amigo Enoc en las campañas pasadas muy activo, especialmente convencido y hasta carismático motivando a todos a que nos uniéramos a Andrés para apoyarlo en redes.
Era entusiasta y ameno.
Me gustaba ese empuje no solo por simpatizar con la misma causa, sino porque pensé que jóvenes así ayudarían mucho al triunfo de Andrés.
Pero la vida te da sorpresas, sorpresas que da la vida.
A Enoc en la actualidad no le cae nada bien Andrés. De hecho hace varios años que no es santo de su devoción.
¿Los motivos? Los desconozco.
Lo que sí sé es que la sola palabra “peje” le da urticaria, a tal grado que su antipatía lo lleva a insultar sin tapujos al político tabasqueño, llamándolo “abotagado, grasiento, corriente”.
Enoc olvida, y es una lástima porque es un joven preparado y educado, que aun existiendo diferencias en las ideologías, el respeto debe ser fundamental. Una cosa es la libertad de expresión, otra el insultar por insultar.
Quizá Enoc, el mismo que se desvivía en redes con loas de apoyo hacia el tabasqueño, (¿recuerdas cuando hacíamos cadenas en Twitter en una especie de juego donde en cada tuit invitábamos a otros a seguirnos si apoyaban a AMLO?) considera que es más fácil atacar que proponer. Pienso que se ha contagiado de esa efervescencia de la ultra derecha que para ellos todo es malo, todo está mal, nadie es perfecto excepto ellos.
Por eso apoya a Ricardo Anaya. Sí, el joven maravilla que juraba morir atado a la bandera del panismo y que ahora “se las dio” a los Chuchos, esa élite más despreciable del casi extinto PRD.
Enoc dice apoyarlo por ser perredista (¿Anaya no es panista? ) por tener el mejor proyecto y por ser una persona con valores, no importando, claro, que un día amanezca acusado de corrupción y el otro también.
Para Enoc no existe esa metamorfosis en alguien que como Anaya un día se viste de azul y otro de amarillo, un día dice amar a México y el otro mejor sale corriendo con todo y familia del país porque allá hay mejor educación y más seguridad, un día cobra con la derecha y otro con la izquierda.
Yo siempre he visto a Andrés “montado en el mismo macho”, incluso, su discurso de la mafia en el poder, repetido desde hace más de una década, en lo personal me parece ya hasta cansado. A Andrés no lo he visto nunca pensando cambiar de bando, es más, hay que decirlo, aunque caiga “gordo”, Andrés arenga, grita, se enoja, hace plantones, mítines, reta, y un largo etcétera, valiéndole gorro a quien caiga bien o mal.
No Enoc, aquí no hay metamorfosis.
¿No será que nos encontramos ante un caso de un efecto espejo, ese que dicen los psicólogos nos sirve a los seres humanos para criticar a lo demás de las cosas que en verdad no nos gustan de nosotros mismos? ¿O será que la metamorfosis es de Anaya? ¿O tuya, Enoc?
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