Primero de julio, fin y principio de ciclo; victoria de la Democracia
A votar decididos, entusiastas, con mucho ánimo el próximo domingo
Foto propiedad de: Internet
Independientemente de lo que suceda el próximo 1º de julio de 2018, que a menos que se fraguara un monstruoso fraude todo parece indicar el registro de un triunfo absoluto de Andrés Manuel López Obrador en las urnas, para muchos de mi generación y otras alrededor esta fecha significará un fin, un cierre de ciclo.
Un ciclo arduo, de años de intensa lucha por conquistar la democracia para el país. Hablo de aquellos que padecieron las consecuencias del fraude de 1988; de quienes votaron por Cuauhtémoc Cárdenas y festejaron su triunfo en 1997 en la Ciudad de México, mismo que se confirmaría en el 2000 con López Obrador.
Desgraciadamente, ese mismo año ganó la presidencia de la república quien hoy es conocido como beneficiario y traidor de la democracia, Vicente Fox Quesada, que en vez de propiciar un juego verdaderamente democrático se encargaría de enrarecer el panorama político de México en contra de sus adversarios, en particular en contra de López Obrador, creando las condiciones para el fraude electoral de 2006.
Por mi parte, aunque egresado de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, mi interés vital y profesional ha estado cerca del arte y la cultura y no empecé a escribir periodismo político sino a raíz del fraude de 2006, colaborando en diversos blogs y sitios de internet. A partir de febrero de 2010 me incorporaría a SDPnoticias. Siempre sin ocultar, sin negar mis simpatías por la izquierda o lo que se conoce como tal en la perspectiva relativista del gran historiador y analista político Daniel Cosío Villegas. Simpatía crítica por López Obrador y su movimiento; pues la crítica es de suma importancia. Simpatía que se ratificará el próximo domingo al efectuar mi voto.
El triunfo de López Obrador significará una victoria de la Democracia. Al cerrarse este ciclo se abrirán nuevas posibilidades tanto personales como sociales. Y quienes hemos impulsado ese cambio, seremos los primeros en demandar, exigir, estar vigilantes de que el programa político, económico y social de López Obrador y sus colaboradores se cumpla. Porque contrario a lo que dicen nuestros adversarios, los que piensan distinto, no somos ni seremos complacientes, exigiremos el cambio.
Entonces, a votar decididos, entusiastas, con mucho ánimo el próximo domingo. Y después, ¡a festejar y celebrar!
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