Los silencios del caso Martí
Los silencios del caso Martí
Fernando Martí, hijo del dueño de la cadena de tiendas deportivas Deportes Martí, fue secuestrado y asesinado a pesar de que iba protegido con escolta, chofer, y auto blindado. Su cadáver fue encontrado un mes después de su asesinato y luego de que su padre, Alejandro Martí, habría pagado 5 millones de pesos por su rescate.
Pedir ayuda al gobierno federal para dar con Fernando Martí no sirvió de nada. La PGR panista no logró hacer nada por el muchacho de 14 años. ¿La justificación del coordinador de los senadores panista, Gustavo Madero, para esta ineptitud e incompetencia del gobierno federal? Que las consecuencias de la guerra contra el crimen organizado es que luego se dedican a otro tipo de crímenes como el secuestro.
¿Con ESO pretende el gobierno panista que la ciudadanía los justifique? ¿Con una admisión de estupidez en la manera en la que supuestamente combaten al crimen organizado? ¿Es que no tuvieron la visión para darse cuenta de que el crimen se tornaría más violento y más temerario con la ridícula estrategia de Felipe Calderón de dizque guerra contra el crimen para tratar de legitimar su fraude electoral de 2006?
No exagero. Estamos ante una situación en la que ya nadie está seguro. Si pudieron secuestrar y asesinar a un menor protegido por escolta, chofer, y auto blindado, ¿qué clase de seguridad en su persona puede esperar el ciudadano de a pie que conforma la abrumadora mayoría de los mexicanos? Literalmente, ya nadie está seguro.
¿Por qué tiene que pagar la ciudadanía por los caprichos e ineptitudes de Felipe Calderón?
(Aquí vale la pena hacer un paréntesis para recordar que un par de días antes de que se encontrara el cadáver de Fernando Martí se dio a conocer la ejecución de seis conocidos cercanos del secretario de Agricultura y ex gobernador de Jalisco, Alberto Cárdenas, en la que fuera la casa del secretario de la Sagarpa. Es decir, ni en el gabinete de Calderón están seguros).
Mientras todo esto sucedía, repentinamente empiezan a darse a conocer los inminentes despidos de importantes cabezas dentro de la PGR: el titular de la SIEDO -que se supone se dedica a combatir al crimen organizado- y de José Luis Santiago Vasconcelos, quien fuera el titular de la SIEDO con Fox y ahora se desempeñaba como subsecretario de asuntos jurídicos e internacionales en la PGR. Varias columnas de opinión coincidieron en que estos despidos se debían al caso Martí y al caso Cárdenas.
Pero no, esa no era la razón. De acuerdo con el diario El Universal, los despidos en la PGR -para los cuales se usa el eufemismo “reestructuración”- se están dando por orden del gobierno de Estados Unidos y como parte de las negociaciones del Plan Mérida. Esto, dice El Universal, lo declaró un funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos.
Lo cual quiere decir que para Felipe Calderón los casos Martí y Cárdenas, y el hecho de que en el caso Martí estuviera involucrado un policía federal, no eran motivo suficiente para que rodaran cabezas en la PGR. No. Para Calderón lo único que lo hizo despedir gente fue una orden directa del gobierno de Estados Unidos. ¿Y el pueblo de México? Bien gracias; a merced del crimen organizado que ya mata hasta a los más pudientes e influyentes si se le pega la gana.
La pregunta es: ¿Dónde están ahora todos los que se quejaron por el caso New’s Divine? ¿Dónde están ahora todas las primeras planas de los diarios clamando por la cabeza de funcionarios públicos? ¿Dónde están ahora todos los espacios de radio y televisión que no se cansaron de hablar del asunto y de calificarlo de indignante? ¿Dónde?
Guardando silencio. Ahí es donde están. Porque saben que lo que evidencia el caso Martí y la revelación de que los despidos de la PGR no son por ese asesinato, sino por una orden de Estados Unidos relacionada con el Plan Mérida, lo que revelan es que en este país no hay gobierno; que la ciudadanía ya no tiene seguridad, y que los únicos intereses que se protegen son los de Washington. Es decir, el país vive en una situación de vulgar traición a la patria.
Y todo por conservar en el poder a un delincuente electoral. Delincuente que, por cierto, gasta miles de millones de pesos en tratar de convencer a la gente que confíen en su reforma para privatizar Pemex.
¿Por qué debería la gente confiar en alguien así?
Actualizado: Martes 06:00
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