COLUMNAS
Ayotzinapa: Expertos temen por la seguridad de padres
JANE DE LA SELVAsáb 30 abr 2016 12:40
Se fueron del país con las manos vacías, los expertos extranjeros que vinieron a proveer asistencia e intentar dar seguimiento para esclarecer el caso de la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa.
Durante las variadas entrevistas que nos dejaron antes de partir, se mostraron con las mentes muy claras en cuanto se refiere a la vergonzosa corrupción en este particular penoso caso sin resolver en México. Salieron corriendo como azuzados, como amedrentados por algo o alguien, habiendo el gobierno cancelado su asistencia o quizá simplemente impulsados por la consigna de la compartida frustración e incapacidad de desenmarañar la madeja enredada y atada con nudo ciego.
Constataron los extranjeros especialistas el maltrato que se les ha dado a los familiares víctimas sufrientes de la desaparición de sus hijos por parte de las autoridades, y tanto, que la única recomendación que dejaron en la mesa al gobierno mexicano fue que “se ocuparan de las víctimas” quienes llevarán pronto dos años deambulando desesperados de una dependencia a otra, como lo expresó una madre, “muertos en vida”, sin lograr respuesta, sin lograr averiguar la oculta verdad de dónde es que yacen los restos de sus seres queridos o qué fue lo que hicieron con ellos.
Estoy de acuerdo con los expertos de que la respuesta está en el quinto camión. Probablemente relacionada esta tragedia con la siembra y trasiego de amapola tan consabida como abundante en la zona serrana del estado de Guerrero, donde naturalmente se asocian poderes fácticos con crimen organizado. Supongo razón contundente por la qué no se atiende ni se averigua ni se menciona, nada sobre la siembra de la amapola.
En dichas entrevistas, se mostraron tensos, preocupados los expertos periciales extranjeros por la seguridad física de los padres aguerridos lastimados y ninguneados que han asegurado no claudicarán hasta hallar a sus hijos.
Obvio nos fue a la sociedad entera, que estos asesores internacionales se percataron de que la gobernación en nuestro país encabezada por Osorio Chong, lo que más desearía—aunque aparenten lo contrario—es poder barrer el asunto bajo el tapete y que la noticia de ésta atrocidad que --para su desgracia-- como fuego de campo en estío se regó por el planeta, ya no ande en boca de la prensa ni de los medios y que los afectados desaparecieran de un “soplido” al igual que les sucedió a sus hijos para dar carpetazo al asunto, para que ya que no se diga más. Ah cómo desearía el gobierno que sucediera esto. Pero la bola de nieve nomás no se detiene.
Respeto pero no comparto, la opinión de aquellos que sugieren que nada de esto es culpa del presidente de la nación. Que el presidente impuesto en 2012 por la compra masiva de votos, no tuvo nada que ver ni en este, ni ningún otro caso violento habido en su presidencia arguyendo que sus amigos, es decir, los funcionarios colocados en los puestos debajo de él , no le han “funcionado bien”—valga la redundancia-- es decir, no le han respondido ni solucionado como se debe los retos de su violenta existencia presidencial.
Se olvidan—la desmemoria en México es canija—de dónde viene y qué pasado tiene el mexiquense moldeado por el grupo Atracomulco y lo sucedido durante la gobernación de su Estado, de los sucesos habidos dentro de su vida privada. Se olvidan, de dónde viene y qué historial tiene y tuvo el hidalguense durante la gobernación de su Estado; el papel mediador que jugó para comprar la presidencia al PRI. Hay que informarse, hay que recordar el pasado inmediato para poder determinar por qué estamos atascados en este presente, para recordar en manos de quién está nuestra golpeada nación. Mientras no lo hagamos seguiremos atascados.
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