martes, 3 de mayo de 2016




El viernes pasado ocurrió un error garrafal e inexcusable en un área administrativa de la delegación Tlalpan. La orden de demolición de un muro fue malinterpretada y se demolió una capilla católica de reciente construcción en un terreno en disputa ubicado en la colonia Cultura Maya.
En menos de 24 horas la jefatura delegacional rectificó públicamente, ofreció disculpas por el grave desaguisado y manifestó su disposición a reparar el daño.
Sería lindo que los gobiernos de Morena estuvieran libres de meteduras de pata de funcionarios menores, pero no: en eso no pueden distinguirse del resto. Lo que marca la diferencia es la disposición a asumir los errores a la brevedad, pedir perdón y corregirlos.
Hasta en sus errores mis autoridades locales dan ejemplo de buen gobierno. Estoy orgulloso de ellas.
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