La encuesta de Reforma generó reacciones de inmediato por parte de los cuartos de guerra del candidato de “Todos por México”, José Antonio Meade y del mencionado Ricardo Anaya.
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El día de ayer, el periódico Reforma publicó una encuesta en la que otorga al candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, Andrés Manuel López Obrador una amplia ventaja de dos a uno sobre el aspirante de “Por México al Frente”, Ricardo Anaya, a quien se considera el segundo lugar en las tendencias electorales. La encuesta de Reforma generó reacciones de inmediato por parte de los cuartos de guerra del candidato de “Todos por México”, José Antonio Meade y del mencionado Ricardo Anaya.
En este sentido, el ex independiente Armando Ríos Piter debutó como vocero de Meade y lo hizo para desacreditar la encuesta de Reforma, de una manera por demás campechana, pues aseguró que se trataba de una encuesta “chafa”, la verdad es que no se puede descalificar una herramienta de predicción con un argumento tan simple, para hacerlo se necesitan argumentos metodológicos de peso.
Ayer el director editorial del periódico El Financiero, Enrique Quintana, escribió sobre el tema, el texto que se tituló “Por qué se quieren desacreditar las encuestas”, en donde señala lo siguiente:
“Entre sectores políticos vinculados al Frente o al PRI, así como entre diversos grupos empresariales, ha surgido en los últimos días la inquietud de si realmente las encuestas están reflejando el sentir de los electores.
La inquietud ha llegado a tal grado que un grupo de los más grandes empresarios han encargado una gran encuesta, con un volumen de entrevistas muy superior a las que la mayoría de las encuestas levantadas en domicilio han reportado, pues piensan que la intención de voto de los electores mexicanos no es la que se ha mostrado en las encuestas publicadas.
Traducido al castellano, siguen sin aceptar que un candidato como López Obrador tenga la intención de voto que la encuestas arrojan.
Y se esgrimen argumentos de todo tipo. Por ejemplo, a muchos se les olvidan sus clases de estadística y señalan que una muestra de mil o mil 500 ciudadanos no puede ser representativa.
Otros dicen que las encuestas están fracasando por todo el mundo y hasta han inventado que lo hicieron en las recientes elecciones de Colombia.
Los más enterados dicen que la tasa de rechazo reportada por los encuestadores le quita toda representatividad a las encuestas que se han levantado.
Creo que estamos en la llamada “fase de negación”. Cuando a un paciente le detectan un padecimiento serio, hay una etapa en la que simplemente lo rechaza y dice que los análisis estuvieron mal; que la biopsia salió incorrecta; que él se siente diferente a lo que dicen los estudios”.
Por otra parte, los voceros de los candidatos rezagados han elegido otras encuestas más cerradas para defender sus argumentos, por ello eligieron los sondeos del propio diario El Financiero y las de Ulises Beltrán que se publican en El Universal.
La verdad es que Ríos Piter y sus compañeros debieron incluir también la encuesta de México Elige, que es la única que ubica a su candidato en segundo lugar en las preferencias.
Finalmente vale la pena destacar un hecho que despertó algunas suspicacias, esto es que la encuesta de Reforma comenzó a circular a través de las redes sociales antes de su publicación oficial, debido a la obsesiva compulsión del colaborador de AMLO, John Ackerman, quien se adelantó y ayer a altas horas de la noche difundió los resultados del sondeo.
Esto se discutió ayer en el noticiero radiofónico de Ciro Gómez Leyva, quien conversó con el director del Gabinete de Comunicación Estrategia, Liébano Sáenz, quien aseguró que a él le llego el tuit de Ackerman a las 23:50 hrs. Con esta acción, el investigador de la UNAM ratificó que es para López Obrador, lo que Javier Lozano para Meade Kuribreña.
Aunque lo cierto es que el affair de Ackerman no le quitan para nada el valor predictivo a la encuesta de Reforma. Las tendencias pueden cambiar sin duda, pero la de ayer, fue la fotografía de un momento, que ese diario otorga a López Obrador a 30 días de las elecciones, Y SE TRATA DE UNA ENORME VENTAJA.
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