COLUMNAS
Atenta carta a @lopezobrador_ y @JimenezEspriu sobre un pinche desmadre que tiene remedio
Algunos camiones para retirar escombro y recoger basura resuelven el problema
Foto propiedad de: Internet
El presidente Andrés Manuel López Obrador conoce mejor que yo el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México: lo usa muchísimo más.
A pesar de ser un usuario más que frecuente del también conocido como AICM, creo que AMLO no se ha dado cuenta de un problema que afecta a los pasajeros y que se podría solucionar muy fácilmente.
Comprendo la razón por la que Andrés Manuel no ha reflexionado acerca de lo que voy a comentar en este artículo: la gente le pide demasiados autógrafos y fotografías y el hecho de estar invariablemente rodeado de toda clase de personas, le complica la observación.
Supongo que el secretario de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, tampoco ha tomado nota del problema: de haberlo analizado ya lo habría resuelto.
Hoy estuve muchas horas en el aeropuerto capitalino víctima de los retrasos provocados por el mal tiempo.
Buscando opciones de vuelos, recorrí las dos terminales. En ambas resultaba imposible caminar por el exceso de mujeres, hombres, niños, niñas, personas de la tercera edad y seres humanos de todas las edades con problemas de incapacidad para moverse (estas últimas las que más sufren la situación lamentable).
Miles de pasajeros tuvimos que pasar horas en el AICM sin siquiera a encontrar dónde sentarnos.
Aunque más o menos estoy en forma —subo diariamente 23 pisos por la escalera y de vez en cuando practico el ciclismo—, hoy me duelen bastante las piernas por haber estado tanto tiempo de pie: ni hablar, ya pertenezco a la categoría de los viejillos y aguanto poco.
El problema no sería tan grave si el gobierno eliminara decenas de locales comerciales, algunos colocados en lo que antes eran simple y sencillamente pasillos.
Son comercios que venden pura porquería: ¡hasta horribles máscaras de lucha libre!
Si se quitara la mayor parte de tales comercios y dejaran solo algunos restaurantes, revisterías y farmacias, se ampliaría notablemente el espacio para los viajeros.
Sugiero al presidente de México y a su secretario de Comunicaciones que cuando tiren el hangar presidencial aprovechen el flete de los camiones que recogerán los escombros para que de una vez se lleven toda la basura de los locales comerciales, incluyendo la mayoría de las estructuras de los changarros que, la verdad sea dicha, lucen inclusive más sucios que los puestos de tacos del centro de la Ciudad de México.
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