domingo, 26 de mayo de 2019

Despertar en la IV república
1994: otra versión
H
e visto la miniserie 1994(Netflix), un estupendo trabajo de Diego Osorno. Parece un intento de reivindicación de Carlos Salinas. Está centrada en el crimen de Colosio y deja de lado algunas de las cuestiones que caracterizaron a ese célebre año. Los contemporáneos podemos tener otra versión, esta es la mía:
Lo que define a ese año es el intento de los hombres de poder por salvar al sistema, lo que lograron. El apogeo salinista fue retado por la rebelión indígena de los Altos de Chiapas, esto conmovió a México y al mundo pero hábilmente se neutralizó. El crimen de Colosio fue una prueba mayor, nunca se esclareció a pesar de mil promesas.
La crisis del PRI que desató este terrible suceso fue superada designando, al más antiguo estilo de la presidencia imperial, al sucesor: un neoliberal de estricta observancia. El choque de trenes que se temía por el enfrentamiento entre el régimen y la izquierda se evitó gracias a una campaña fallida de Cárdenas y al temor que el país le tuvo a otra revolución violenta.
El nuevo IFE, que se legitimó con una reforma de último momento, pudo procesar las elecciones del 21 de agosto, en gran parte por la valentía y la eficacia de Jorge Carpizo y también por la oportuna caída de Fernández de Cevallos, quien parecía favorito después del primer debate televisado en la historia de México. Finalmente el PRI ganó la elección presidencial legalmente. Gracias a una inequidad abrumadora que el propio Zedillo llegaría a aceptar públicamente.
El asesinato de Francisco Ruiz Massieu, quizá perpetrado por la descomposición interna del PRI, se convirtió, gracias a una formidable manipulación, en un crimen perfecto. En tiempo de Fox se exoneró a Raúl Salinas, incluso se le devolvieron bienes de los que se había apoderado.
El derrumbe financiero de Salinas se convirtió en el error de diciembre, simple desliz de la comunicación pública, el control del sistema y del país se mantendría, se consolidó la alianza PRI-PAN. El PRI pudo seguir gobernando a México y la impunidad extendió sus alas protectoras. El cambio tendría que esperar 25 años.
Colaboró: Meredith González A.


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