lunes, 5 de octubre de 2020

 Astillero

Frena: el engaño como método // Intento fallido por 100 mil // Números exagerados // No coman ansias: AMLO

Foto
▲ DE GIRA POR SONORA. La gobernadora Claudia Pavlovich Arellano y el presidente López Obrador presentaron programas conjuntos para esa entidad.Foto Presidencia
E

ste sábado reciente se produjo la mayor movilización de integrantes y simpatizantes del peculiar Frente Nacional Anti-AMLO (Frena). Miles de ellos marcharon por calles de la Ciudad de México hasta alcanzar la Plaza de la Constitución, popularmente conocida como Zócalo, con el fin de sumar los 100 mil manifestantes que en una descuidada oferta el Presidente de la República había puesto como condición para dejar su cargo (además de un descenso en sus índices de popularidad en encuestas de opinión), sin necesidad de esperar a otros mecanismos, como la consulta popular sobre revocación de mandato presidencial que podrá realizarse en 2022.

Quedó constancia de que el movimiento contrario al presidente Andrés Manuel López Obrador hizo un esfuerzo por mostrar músculo, aunque a pesar de ello quedó muy lejos de la meta que en esta misma columna se había considerado como una vara muy baja a brincar, si se toma en cuenta que el político tabasqueño llegó a la silla presidencial con la mayor suma de votos de toda la historia electoral, más de 30 millones de votos que en ningún caso deberían ponerse en apuesta frente a un eventual centenar de miles de personas exigentes de un virtual derrocamiento de un poder legítimo.

La confrontación de ideas y, en consonancia, de apoyos presenciales a ellas, no debe causar mayor estremecimiento. La oposición al obradorismo tiene pleno derecho a manifestarse cuantas veces pueda y quiera, al igual que los seguidores de la llamada Cuarta Transformación podrían hacerlo.

Pero esta oposición en específico, la desenfrenada, ha demostrado ya una recurrencia sistemática al método del engaño y la provocación, en especial mediante la exageración de sus fuerzas y expresiones. Al desnaturalizar el sentido de la protesta pública, reducir la calidad del debate y la argumentación y optar por la magnificación de las falsas noticias (las fake news), Frena envenena la política y se atrinchera en la provocación.

La recurrencia a la falsa realidad llevó a una intensa discusión acerca de la cantidad de manifestantes que hubo este sábado en la plaza central del país. Un primer reporte de las autoridades chilangas habló de 5 mil personas y, en un ajuste posterior pasó a 8 mil. Estimaciones de autoridades federales consideraron 18 mil asistentes, mientras los organizadores y algunos de sus voceros daban por absolutamente rebasada la cantidad de 100 mil y se extendían alegremente hacia el cuarto de millón e incluso los 400 mil manifestantes.

La desproporción es mayúscula, pero a partir de ella Frena ha buscado imponer su visión y aplastar la contraria. Basta revisar las imágenes de www.webcamsdemexico.com, la empresa de Proimamex SA de CV que tiene cámaras en buena parte del país, sobre todo en plazas públicas, playas y pueblos mágicos, para ver la evolución de la asistencia al Zócalo capitalino en las horas de la participación sabatina de Frena (https://bit.ly/3njnnUX).

Dado que la mitad del Zócalo estuvo ocupada por decenas de casas de campaña vacías o desatendidas en la mayor parte del tiempo, a Frena sólo le quedaba disponible la otra mitad, la más cercana a Palacio Nacional, pero aún así nunca se cubrió más allá de cuando mucho unas dos terceras partes de esa segunda mitad y de una manera esparcida, sin apretujamiento alguno, por razones sanitarias seguramente, pero también porque la asistencia no fue tanta como sus líderes pregonaron de manera impositiva.

Esta primera acometida fue fallida en cuanto al objetivo central de pretender tumbar a AMLO con una manifestación en el Zócalo, pero sus dirigentes y participantes deberían asumirlo como un paso en una serie de actos que seguirán realizando (no coman ansias, les recomendó López Obrador) pero que deben ejercer y demostrar con respeto a la verdad y sin deslizarse por el método antes mencionado del engaño, la exageración y la provocación. ¡Hasta mañana!

Twitter: @julioastillero

Facebook: Julio Astillero

No hay comentarios: