Irracional rabia católica de ultraderecha por AMLO…

JANE DE LA SELVAmié 02 may 2018 15:39

 

  

 

Jorge Castañeda, quien declaró que ni juntos Frente y PRI vencen a AMLO

Foto propiedad de: Internet

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Es natural que en época electoral se enfríen los contactos, las relaciones amistosas y hasta las familiares cuando la predilección para la presidencia contrasta a favor de AMLO, una predilección y convicción con conocimiento de causa que hemos mantenido aquí en la selva. Pero ahora esta situación de choque se ha recrudecido, los ánimos caldeados, andan rabiosos aquellos y aquellas que se hacen llamar “anti--lópezobradoristas”. Como lo es--o era-- Jorge Castañeda, quien declaró que ni juntos Frente y PRI vencen a AMLO ¿será cesado el güero por este dicho y pasará a ser MORENO el volátil ambivalente funcionario? ¿Cuántos más como él pasarán a serlo prontamente? Que ya como presidente electo el líder tabasqueño, la responsabilidad y el patriotismo, el amor a México de parte de la sociedad, del empresariado e industrial mexicano, será con base al apoyo total y el impulso participativo que deberán dar a la nueva administración.

Pero el tema es lo agresivos que se han puesto los católicos de ultra derecha—con ellos hemos a veces de lidiar por acá en occidente-- Se desquician, se desgañitan contra el puntero en el chat familiar, en su entorno también, lanzando propaganda donde llaman a no ser  “peje—ndejos”. Ni qué decir, sino mejor optar por el silencio, para no propiciar el herir susceptibilidades, porque no tiene cabida en este caso extremo, pues permanecerán echando pestes no importa qué se les exponga con razón en mano. No comprenden cuando uno les asegura que el Peje no los necesita para ganar, ni uno sólo de sus votos necesita. Y ante la realidad que estamos viviendo ahora, donde hasta en Monterrey, los jóvenes se han volcado con AMLO, la orden en estaciones mediáticas del régimen es que no se haga alharaca al éxito tan rotundo que tuvo el líder social de México frente a la pletórica audiencia del Tec de Monterrey, donde se volcaron los estudiantes apoyando su candidatura y lo despidieron vitoreando “¡presidente, presidente! Lo mismo ha sucedido en las plazas de Sinaloa, de Coahuila, de Chihuahua, de Baja California. En el pasado, el norte de la república era territorio del PRIAN, pero también se han quitado la venda, como se ha dicho, los “millennials” los que han determinado elegir el cambio verdadero.

Mismos traidores al pueblo, que se sumaron a la guerra sucia en el 2006 para detener el cambio de poderes decidido por el pueblo, con mentiras mediáticas a su servicio presentadas como verdades, vuelven a mismas andadas. Pero ante la mayoría indiscutible que defenderá su voto, son muy pocos realmente los que intentan frenar este progreso, aunque sean económicamente poderosos. Por ello es que 2018 será un parteaguas en nuestra historia, significará la caída de todo un sistema, de un flagelo, el fin de un imperio que parecía inamovible, ahora en franca caída libre que ya no hallan cómo detener. La diferencia de esta elección doce años más tarde, además de la insoportable circunstancia social creada por las decisiones equivocadas tomadas con mal criterio, es el convencimiento inamovible que muestran las mayorías que apoyan este renacimiento, la determinación de los jóvenes solidarios, hombres y mujeres con la esperanza viva de la regeneración social se vuelcan en apoyo al cambio por México. Esto no es el 2006, es el 2018/2024 de AMLO, por un México que ya creció, que ya padeció la decadencia social, moral, económica, y que reclama con madurez su derecho a elegir libremente el cambio democrático de poderes de su gobierno.