La empresa fabricantes de dispositivos ortopédicos (prótesis) Orthofix logró acceder a contratos del Instituto Mexicano del Seguro Social durante los gobiernos de Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, y obtuvo ingresos por más de 8 millones de dólares, de los cuales, según indica la nota de Ángeles Cruz Martínez en La Jornada, casi 5 millones fueron de forma ilícita.
Esto lo comprobó en 2012 la Comisión de Valores e Intercambios de Estados Unidos (SEC, por sus siglas en inglés).
En la administración de Enrique Peña Nieto se entabló un juicio contra dicha empresa, y se logró en noviembre de 2018 que ésta devolviera 2.7 millones de dólares como reparación por el daño provocado al IMSS durante ocho años.
El pago se haría en especie, pero la empresa entregó equipo usado e incompleto que no es de utilidad para el IMSS.
Además de este acuerdo ineficaz para el Estado, las investigaciones que se realizaron fueron deficientes. La nueva administración del IMSS retomará las pesquisas en Estados Unidos.
Orthofix operaba en México con la representación de la empresa Promec. Ésta buscaba los contratos y era la encargada de sobornar a funcionarios del IMSS: les regalaba diversos artículos, entre los que se pueden contar televisores, computadoras, relojes, paquetes vacacionales, arrendamientos de vehículos, liquidación de deudas bancarias y dinero en efectivo.
En la investigación de SEC se determinó que Promec había entregado en sobornos más de 317 mil dólares. Y aunque las autoridades del IMSS supieron quiénes eran los funcionarios que habían sido sobornados, y los separó de su cargo, no ejerció ninguna acción penal en su contra.
El IMSS contrató al despacho Maney&González-Félix para que llevara el caso en Estados Unidos. En febrero de 2016 se dio un primer acuerdo, en el que el IMSS recibió 4 millones de dólares, uno de los cuales se lo quedó el despacho, y el resto se cubriría con material. Este acuerdo fue incumplido y nuevamente el IMSS demandó. Se llegó a otro acuerdo, y fue cuando entregó material inútil.