miércoles, 25 de marzo de 2020

Si de oír a especialistas y científicos se trata, escuche AMLO a Claudia Sheinbaum

  
Claudia Sheinbaum pide aislamiento voluntario por coronavirus
Claudia Sheinbaum .Moisés Pablo / Cuartoscuro

AMLO debe escuchar a Sheinbaum y a sus expertos no solo en epidemiología, sino también en promoción económica.

Definición de escuchar.
Poner atención o aplicar el oído para oír [algo o a alguien]...Por lo tanto, la acción de escuchar es voluntaria e implica intencionalidad por parte del sujeto, a diferencia de oír, que significa, sin más, ‘percibir por el oído [un sonido] o lo que [alguien] dice’.... Puesto que oír tiene un significado más general que escuchar, casi siempre puede usarse en lugar de este, algo que ocurría ya en el español clásico y sigue ocurriendo hoy.
RAE

El principio del fin de la 4T

Desde al menos su primera campaña presidencial (quizá desde antes), López Obrador estuvo consciente que el principio del fin de un régimen y de un plan de gobierno llega cuando un grupo de cortesanos le susurran al oído al líder justo lo que este quiere escuchar. Pues bien, eso es precisamente lo que ocurre ahora con él y las medidas que implementa el gobierno federal ante la pandemia del Coronavirus.
No quiero decir con ello que el Dr. López-Gatell sea un improvisado; nada de eso: sus credenciales académicas lo avalan. Pero es evidente que las acciones ayer anunciadas por el gobierno y que se emprenden a partir de esta semana oficialmente en México no resultaron ser ninguna novedad para ningún sector, ni nada que la sociedad y la iniciativa privada no estuvieran desplegando ya de motu proprio.
Si la estrategia de la 4T es, entonces, escuchar a los expertos para en el fondo solo tomar en cuenta aquello que suponga un control de daños desde el punto de vista de la mercadotecnia política, y con ello aparentar que la “ciencia” encabeza las acciones y AMLO el que coordina su control e implementación, permítanme decirles que el plan resulta un absoluto fiasco.

Los “muertitos” del Vive Latino y del Rébsamen

Hay un personaje de nuestra cotidianidad nacional que no tiene un pelo de tonta desde el punto de vista de las ciencias exactas, pero que no por ello navega ciegamente en el mar de la política. Se trata de la jefa de Gobierno de la CDMX, Claudia Sheinbaum; y está claro que ella ha decidido que no le van a cargar otro ‘muertito’ como el del colegio Rébsamen (ahora el de los contagios y muertes producto del COVID-19) sin al menos primero dar la batalla. Ya tuvo suficiente recientemente con oponerse a que el evento del Vive Latino continuara y que se le forzara desde las oficinas de López-Gatell a hacer exactamente lo contrario.
Por eso, como ya lo había comentado en mi columna del pasado lunes,   pero que ahora vuelvo a subrayar, Claudia Sheinbaum se desenmarcó de la estrategia que rige a la 4T federal en materia de combate al Coronavirus y sigue su propia ruta de navegación.
No sé si eso devenga en un rompimiento con el presidente AMLO, Morena y la 4T, como lo apunta Raymundo Riva Palacio en su artículo de hoy en El Financiero, pero por lo pronto Claudia decidió escuchar las evidencias y las argumentos de otras voces que no parten exclusivamente del interior del gobierno federal. Epidemiólogos y científicos los hay en todo el país, especialmente en la UNAM donde ella se formó como física y ha hecho toda una carrera como investigadora en ciencias.

Escuche usted, AMLO, a Sheinbaum

Resulta evidente que la cabeza del gobierno local capitalino reunió desde hace tiempo a otros expertos en epidemiología de distintas instituciones, seguramente entre ellos algunos provenientes de su alma mater. Escuchó lo que tenían que decirle y ha actuado en consecuencia. De ahí se derivaron las medidas de sanidad que puso en marcha —inclusive contra lo sugerido por López-Gatell— hace ya más de 10 días en la Ciudad de México y el que ahora se enfoque a tratar de hacer frente a la otra crisis que se nos viene encima con mayor enjundia: la económica.
Tristemente en el apoyo a los agentes productivos, al igual que sucede con el resto de los ejecutivos locales, la mandataria capitalina tiene poco margen de acción si no recibe recursos de parte del gobierno federal.
Por ello, ojalá el presidente López Obrador decida prestarle oídos a Claudia Sheinbaum en esta crisis: ella siempre ha estado a su lado apoyándolo con lealtad, sensatez y método científico, por ejemplo en sus tiempos del ‘gobierno legítimo‘, mientras que algunos de sus hoy hombres fuertes —si, como López-Gatell— colaboraban, y no con demasiada eficacia, en el gobierno del “‘espurio’ Calderon.
AMLO debe escuchar a Sheinbaum y a sus expertos no solo en epidemiología, sino también en promoción económica. Para que ello se traduzca en apoyar de inmediato a los pequeños y medianos empresarios formales, muchos de los cuales se ubican radicados financiera y fiscalmente hablando en la CDMX.
Quizá no sea esta la “clientela política” de Morena, pero sin lugar a dudas ahí está el verdadero futuro económico —y por ende social— de la metrópoli y del país. Todo lo demás, particularmente la recuperación, será simple consecuencia de haber hecho lo correcto.

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