¿Quién realmente mece la cuna?
No pensaba escribir este artículo debido a que la gripa que traigo entre pecho y espalda me ha cerrado los ojos y las vías respiratorias. Me siento mal pero no tanto como para dejar pasar lo que dijo la coordinadora del grupo Parlamentario de Morena el día 26 de enero, a propósito del acorralamiento en que Donald Trump tiene a Enrique Peña Nieto. Rocío Nahle García, hizo que mis pelos se me pusieran de punta. Acompañada de Tomás Pliego, la Señora subió a Facebook un video, en el que arengaba a un público invisible hablando de desplegar el apoyo a favor de EPN porque “nuestro Presidente lo estaban cacheteando en todas partes del mundo y nadie sale en su defensa”. “Es necesario, concluía, unirnos en torno a él para parar las políticas agresivas de Trump” .
Al principio pensé que ese pronunciamiento podía ser resultado de su poca formación política. En años que Valentín Campa y yo recorrimos las zonas petroleras de Veracruz organizando la resistencia de los obreros en contra del charrismo sindical y de las políticas represivas de Pemex. Jamás oímos el nombre de Rocío. La Quina y lo que queda del cacique Romero Deschamps hicieron lo que quisieron con los obreros sin que la Señora Nahle hiciera algo por ellos. ¿De dónde salió y qué méritos políticos hizo para que Martí Batres la hiciera Coordinadora del Grupo Parlamentario de Morena? Lo que hoy dice como responsable de esa Comisión hay que acreditárselo a él. Por lo demás, me resisto a creer la versión del periódico El financiero, que señala que AMLO “advirtió que en estos momentos, su partido apoya al gobierno mexicano, …. porque la Patria es primero”. ¿Quién es, entonces, el que realmente mece esta cuna?
Rastreando un poco la cosa recuerdo que en el acto convocado el 11 de enero en el Hemiciclo a Juárez, Martí Batres le dio “línea” a la militancia. “A todos los morenos que andan haciendo ruido para que se vaya Peña Nieto, les decimos que esa no es la política de Morena. Nuestra lucha es pacífica y todo debe estar orientado a la creación de los Comités Seccionales y a garantizar el triunfo electoral en el 2018”. ¿Quién es, entonces, el que tiene en sus manos las decisiones políticas? ¿Cuál es la línea oficial?
Hay que decir que todas estas cosas pasan porque no hay vida política en la base del Partido. Desde hace meses fue despojada de manera arbitraria con el pretexto de preparar el terreno para lo que viene en el 2018. Esta es la razón por la cual hoy tenemos un partido callado, sumiso, siempre en espera de recibir órdenes de arriba. Los estrategas sólo piensan en la cuestión electoral olvidándose de los demás problemas de la gente. Si la dirección Nacional no pone orden en las filas de la Organización, si no aclara paradas respecto del apoyo a Peña Nieto, si no cambia su actitud burocrática en la constitución de los Comités Seccionales y si no define una política clara de rechazo al llamado patriotero de la derecha y de sus contlapaches; entonces, Morena estaría abandonando su proyecto original por el que ha venido apostando la gente.
Lamentable que este partido se haya desconectado del movimiento de masas. Desde aquel grandioso acto que convocó Andrés Manuel en Av. Juárez y Reforma en contra de la Reforma Educativa que demandaba la CNTE, no se ha vuelto a convocar otro acto similar. ¡Motivos los hay! Tal vez los más emblemáticos sean el gasolinazo y la patética política de Peña Nieto para enfrentar las agresiones y amenazas del actual Presidente de los Estados Unidos. El posicionamiento que hizo AMLO en la frontera el mismo día que tomó posesión Donald Troump de la Presidencia, fue un éxito político. La militancia y sectores más allá de los partidos, vieron con buenos ojos el Plan de diez Puntos que propuso para revitalizar la economía en esa franja fronteriza.
¿Qué pasó después, que de pronto aquel líder que hablaba de que Peña debía renunciar a la presidencia como condición indispensable para hacer que las aguas volvieran a su cauce? ¿Quién o quienes le aconsejaron que era mejor dejar pasar el reclamo nacional de fuera Peña Nieto y todo su mal gobierno? ¿Qué le hizo cambiar de estrategia justo cuando la mayoría del pueblo se manifestaba masivamente en la calle? La gente había ubicado a su enemigo principal. Entendió correctamente que era el responsable de las desapariciones forzadas, de los asesinatos, del entreguismo, de la violencia criminal y de la traición a la Patria. ¿Era cambiando la protesta ante un gobierno completamente desprestigiado como se iban a resolver los problemas que por años ha venido exigiendo la oposición?
¡Desde luego que no! El equipo de Peña, Televisa y los más conspicuos capitanes de la empresa, los evasores de impuestos, los sostenedores del gobierno criminal y una decena de autollamados líderes políticos y de opinión, están pidiendo envolverse en la bandera nacional haciéndole ojitos a Morena para que los acompañe en su caída libre hacia el despeñadero. ¡La unidad es con el pueblo no con los explotadores y asesinos! ¿Cómo le van hacer los dirigentes de nuestro partido para explicarnos que los mafiosos que hemos combatido por años, merecen ahora el apoyo del pueblo? ¿Qué argumentos hay para decirle a nuestros militantes y a la opinión pública que los corruptos y traidores a la Patria quieren un pacto con Morena al mejor estilo del que viven los partidos del Pacto por México? Por lo menos yo, paso. ¡Con esos mafiosos, ni a la esquina!
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